En los ojos de ella

<<Agradecemelo rarita>>

Hasy

Me desperté a las nueve menos cuarto, hoy era domingo, solo tendría que trabajar de 10:00 a 14:00, tenía miedo de lo que podría pasar en el trabajo, hasta me planteé no ir y decirle al superior que no me encontraba bien, pero sería muy cobarde de mi parte.
Así que desayuné, y fui a coger el bus. En el trayecto del bus iba chascando mis nudillos todo el rato para tranquilizarme, pero no funcionaba.
Cuando baje del bus me paré antes de entrar al café, pensé en que pasaría si me despidieran, ¿que haría yo?,
¿que sería de mi?, solo me llegaría el dinero para ese mes. Igualmente entré, aunque en mi cabeza estaban todos los pensamientos negativos, ni uno bueno.

-Buenos días -digo insegura por lo que puede pasar

No veo al superior por ninguna parte. Me relajo un poco.

-Ya vino la rarita otra vez -dice Geni, susurrando
-Si, ya vine, ¿tienes algún problema Geni? -pregunto mirándola fijamente

-No se de que me hablas -bufa
-Relájate un poco ya sabes que en cualquier momento podría decir lo que pasó ayer, así que ahora eres tu la que nos tiene que respetar, ah, y agradecemelo rarita, ¿quieres? -dice Karla de malos tonos.

No se lo había dicho, me siento bien por eso, pero lo que me dijo hace que saque mi lado defensivo.

-¿Yo?, ¿respetaros?, ¿a vosotras? -rio
-Primero respetarme a mi y luego intentaré hacer lo mismo con vosotras dos hijas de-

Pero me veo interrumpida injustamente cuando sale el superior de su despacho, nos dice que habrá que subir el precio de los productos, porque si no, no nos podrá pagar. Eso me hace recordar que ayer no me pago y mi mala leche va aumentando.
Tienes que relajarte solo llevas aquí 5 minutos, pienso.
Cuando el superior se vuelve a meter en su despacho miró a Karla y a Geni.

-Como iba diciendo Karla, respetar y a vosotras no pegan en la misma frase
-Pues entonces tendrás que vertelas con el superior -dice yendo hacia su despacho
-No tienes pruebas -grito- Y aunque te creyera, ¿que sacarías tu con eso?
-¿Que, que sacaría? -ríe dándose la vuelta hacia mi- Me libraría de ti rarita, y eso es todo lo que quiero
-Mira Karla, si le dices al superior olvídate de llegar a tu casa esta noche, ¿entendido?
-¿Te crees que te tengo miedo? -dice mirando mis puños que están blancos de hacer tanta fuerza
-No lo creo, lo sé - digo segura de mi misma

Y tenía razón, porque se alejó y no volvió a dirigirme la palabra en toda la mañana. La verdad, si ellas no estuvieran me libraría de muchos problemas.
Se acerca la hora de hacer un descanso y en mi caso de terminar de trabajar por hoy, así que termino de limpiar una mesa y me dirijo al despacho del superior ya que hoy si me pagaba.
Hacia un rato que no veía a Geni, pero no me importaba, como si la habían despedido, mejor para mí.
Me detengo en su puerta y antes de tocar oigo algo, hay más gente dentro de su despacho, oigo... ¿gente besándose?, ¿que?
No me detengo y doy tres golpes a la puerta.
Tarda un rato en abrirme el superior y cuando me abre sale Geni de su despacho toda roja.
¿Que mierdas acaba de pasar aquí?

-Hola superior -digo un poco cortada
-Hola señorita Hasy -dice aturdido
-Vengo para que me pague el dinero de hoy

Y cuando se gira para coger el dinero de la caja fuerte puedo ver el pintalabios de una mujer en su cuello.

-No me jodas -susurro
-¿Pasa algo señorita Hasy? -me pregunta extrañado
-No, no, no es nada superior -respondo nerviosa
-De acuerdo aquí tiene -me da el dinero
-Gracias, hasta mañana
-Que tenga un buen día señorita Hasy
-Igualmente

Salgo de su despacho, ¿que cojones acaba de pasar aquí?, el superior y Geni, oh no, no. Ahora todo cuadra en mi cabeza, la forma en la que la trata a ella así es por eso. Una parte de mi se siente avergonzada y no sabe por qué, pero otra parte muy al fondo de mi se siente bien. Supongo que podría usarlo contra el superior o Geni si le decían algo sobre lo que había pasado la otra tarde.
Voy a coger mi bolso y a largarme de allí de una puta vez.
Pero cuando lo cojo noto que pesa menos , abro el bolso y veo que falta mi monedero. No, no, no, esto no me puede estar pasando, me pongo a buscar como una loca por todo el bolso pero no lo encuentro. Hasta que lo veo, en la mano de Karla. Me acerco a ella en grandes pasos.

-Devuélveme eso Karla -digo extendiendo mi mano
-Oh, ¿era tuyo?, lo siento no tenía ni idea -me mira con malicia, pero me lo da.

Raro, no soy tonta así que me pongo a buscar por si falta algo, y sí. Los cincuenta euros de esta mañana no estaban, se va a entrenar.

-¿Y los cincuenta euros? -la miro
-¿Cincuenta euros?, no los he visto por ninguna parte -me mira con pena
-No estoy jugando imbécil de mierda, te juro que como no me los des... - dejo la frase en el aire
-No se de que me hablas, vete de una vez -y cuando se gira puedo verlo en su bolsillo
-Hija de puta... -me acerco, pero oigo la puerta sonar

Era Liv, mi mejor amiga que vendría a buscarme porque me retrasaba. La hecho una mirada y la señaló el bolsillo de Karla, ella asiente y se acerca a ella.

-Disculpe... -dice mi amiga mirándola con cara de pena
-¿Si?
-Podría ayudarme a buscar mi carnet de conducir es que no lo encuentro por ninguna parte -dice haciendo morritos
-Por supuesto, ¿donde lo vio la última vez? -pregunta Karla
-Creo que debajo de esa mesa de allí -dice señalandola Liv

Karla se acerca hacia allí y se agacha, ahora se puede ver mucho mejor el billete en su bolsillo. Liv se acerca y lo toma sin que Karla de de cuenta, y se lo guarda en su bolsillo, justo entonces Karla se levanta.

-Lo siento no puedo encontrarlo -dice finjiendo pena
-Oh, no pasa nada ya lo encontraré, gracias y discúlpeme por molestar.
-No es nada
-Adiós, gracias

Se acerca a mí y me da el billete a escondidas, choco los cinco con ella y nos vamos a cenar por ahí, ya que es en lo que habiamos quedado.

-Tía gracias, en serio -la vuelvo a repetir
-Agh, para de decirlo ya, tampoco fue para tanto
-Ya te digo yo que sí, porque si no le hubiera empotrado mi puño en su queridísima cara -digo riéndome
-Lo peor es que me lo creo -se ríe también
-¿Quieren algo más? -pregunta un camarero
-No, nada más, gracias -dice Liv sonriendo

Liv es mi única amiga, nos conocimos en el instituto hace varios años porque siempre íbamos juntas a clases, ahora es una tradición ir a cenar todos los domingos fuera ya que somos más mayores que cuando nos conocimos, cada domingo vamos a un bar diferente y cada semana paga una. La adoro, no solo porque es mi única amiga, sino también porque la considero parte de mi familia ya que mi familia de verdad me falló. Prefiero olvidar el pasado.
Cuando terminamos de cenar Liv me trajo a casa, me puse ropa cómoda y me fui a dormir. Normalmente los domingos eran mi día favorito pero este había sido uno de los peores desde hace mucho tiempo, desde que mi padre pegó por primera vez a mi madre y luego la dijo: yo te amo, todo esto lo hago porque te amo Ernid.
Desgraciado, y luego va mi madre y me defrauda a mi.
¿En serio me merecía todo eso?
Al rato me duermo.
Pero me despierto a las 4:00 por una desagradable pesadilla.

-Pero mamá -con lágrimas en los ojos
-No puedes perdonarle, ¿acaso no te acuerdas de las cosas que te hacía?
-Mira Hasy que tu no te quieras ir a vivir con tu padre otra vez lo entiendo pero no puedes obligarme a que yo no vuelva con él
-Mamá te hará daño, no vayas porfavor, no quiero perderte a ti también
-Me da igual lo que tu pienses de tu padre, el es un buen hombre, así que búscate la vida, yo no te pienso ayudar.
-Ya no se quién eres...
-Ni yo, ¡tu no eras así, tu padre te quiere, nos quiere!
-¡No mamá! Él solo te utiliza solo te quiere para hacerte daño porfavor...Si te vas, no volveré a verte como mi madre...
-Adiós hija te deseo suerte en la vida
-No me llames hija
-Quieras o no soy tu madre
-¡Joder, no lo entiendes las madres no hacen eso! No se va con el hombre que la ha estado maltratando toda su puta vida y vuelve con él porque no le queda dinero y no puede aceptar la pura realidad.

En realidad no era una pesadilla, eran malos recuerdos de mi pasado, cosas que quiero olvidar pero siguen rondando por mi mente todo el rato.
Después de relajarme, me tapo y me vuelvo a dormir pero esta vez no me veo interrumpida por ningún recuerdo malo.