<<¿Tu no eres de aquí, verdad?>>

29 6 2
                                    

Hasy

Me levanté a las seis y media para ir a trabajar, ya que aunque fuera sábado tendría que ir, por lo que digamos que no me sobraba el dinero. Vivo en un apartamento pequeño yo sola, y vivo bien.
Me pongo mi uniforme y salgo de casa a las siete menos cuarto, me gusta ser puntual, y siempre llevar el control de la situación. Se que en algunos casos no es fácil y creo que por eso me hicieron tanto daño en el pasado. No me gusta abrirme mucho con la gente que no conozca, no soy que se diga muy amistosa por lo que no me importa que la gente no me haga caso, pero trabajando en un café es difícil mostrar tu verdadera personalidad.

-Dios que frío hace -digo tiritando
-¿Verdad que si? -dice alguien de la parada del bus.
-Aham -lo miro desconfiada

Llega el bus y me subo de las últimas, porque no me gusta juntarme mucho con la gente, por si les hago daño sin querer o les empujo y me dicen algo. No me gusta meterme con la gente o perder los nervios, pero si tengo que hacerlo no me corto. Supongo que esa es la razón por la que solo tengo una amiga.
Llego al café y está mi superior esperando. Se me revuelve el estómago.

-Hola señor -le digo mirándole a los ojos
-Señorita Hasy -suspira- Me dijo que hoy vendría una hora antes -dice poniéndose la mano en la frente como gesto de desesperación.

Caigo en la cuenta, me dijo que ese día me pagaría el doble.
Mierda.

-Señor... Discúlpeme yo -me corta bruscamente.
-¡Joder Hasy no eres capaz de hacer nada bien! -me grita- Si vuelve a haber un error esta semana la despediré, y olvídese de cobrar hasta mañana.
-Si señor... -contengo las lágrimas.

Bien, siempre he sido muy sensible pero intento no parecerlo delante de la gente. Todo esto había sido culpa mía y lo sabía, pero no creo que tuviera derecho a gritarme y tratarme así aunque fuera mi superior, no quería decirle nada, pero solo por no perder mi trabajo.
Una vez que me pongo a limpiar noto la mirada de mis compañeros trabajadores, no le doy importancia hasta que se me acerca Karla.

-Hasy a ver si la pifias una vez más y te despiden de una vez -dice riéndose- Estoy deseando verlo.
-¿No te metas donde no te llaman, quieres? -recalco el "quieres"
-Bueno, veo que a alguien le ofendió la bronca que le hecho su superior -me mira con seguridad
-Te he dicho que no te metas -digo bruscamente
-Vale, relaja esos humos rarita -dice alejándose

Me calmo, recupero el control y no dejo que se pierda del todo.
Empiezan a llegar clientes, hay algunos nuevos.
Parecen cansados la mayoría, como si vinieran de trabajar, que puede que ese fuera el caso de algunos.
Se sienta un chico joven con su perro. En el café no estaba permitido traer animales pero no quería ser yo la que se lo dijera.
Se le acerca Geni coqueteandole, dios como odio que haga eso con los clientes, apuesto a que alguna vez tuvo algo con el superior, porque la trata de una manera rara y especial que con los demás no hace.

-Disculpe guapo -dice tímidamente- pero no está permitido entrar con perritos al local

Yo sabía que ha ella no la gustaban los perros, ni ningún animal, pero en concreto los perros. El perro se la echa encima y ella retrocede con miedo.

-Quítate bola de pelo -susurra

No iba a permitir que tratará así a un animal y me acerco al chico y a ella.

-Geni te están llamando en la mensa 4 -miento
-Callate Hasy -se va hacia allá
-Disculpenos -le digo al chico apretando mi puño
-No es nada tranquila, si el perro es algún problema lo dejaré fuera -dice amablemente
-Pues... Es que aquí no está permitido pero no quiero que le deje fuera -trago saliva
-No quiero causarte ningun problema, lo dejaré fuera -dice levantándose

Cuando entra se sienta y coge la carta, después de un rato me llama y me acerco a él.

-¿Me podría poner un café con leche por favor? -pregunta amablemente
-Por supuesto -afirmo- Una pregunta, ¿tu no eres de aquí,verdad?
-No, ¿tan claro está? -me sonríe- He venido por una cosa de trabajo, me iré mañana
-Si, esta bastante claro -digo notando como se desvanece mi sonrisa- Ahora mismo vuelvo con su café

La verdad me parecía bastante atractivo pero no tanto como para que pudiéramos tener una relación. Encima nunca más volvería a verle por lo cual me tendría que olvidar de él.

-Aquí tiene -digo dándole su café
-Gracias
-Nada

Y después de eso ni se despidió y se fue. Va pasando el día y veo a muchos extranjeros que ni siquiera hablan nuestro idioma y tenemos algunas dificultades para tomarles nota. Cuando se va el último cliente cierro la puerta y pongo el cartel de cerrado.

-Que sepas que no me he olvidado de lo que has hecho Hasy -dice Geni de malos tonos- ¿Por qué mierdas me mientes?
-Regla número siete artículo b, no ligar con los clientes -pongo los ojos en blanco
-¡No estaba ligando con él!- dice poniéndose roja
-Aham, vete a tomar el pelo a otra, Geni -contengo la mala gana
-Karla, tu lo has visto, ¡no estaba ligando con él! -grita
-Tiene razón rarita así que callate y vete de una puta vez a tu casa, si es que tienes -dice riéndose

Apretó mis puños, tengo ganas de estampar mi puño en su cara y que atraviese la pared de un solo golpe, pero si vuelo a causar algún daño me despediran.

-Mira Karla, que Geni te use como guardaespaldas no es mi problema, así que te lo vuelo a decir, no te metas donde no te llaman -mirándola fijamente
-Y que tu no sepas distinguir entre amiga y guardaespalda porque no tengas ni una puta amiga no es mi problema así que deja de joderle la vida a los demás y ocúpate de lo tuyo, solo eres un estorbo -dice perdiendo el control

Eso ya es la gota que colma el vaso.
Me acerco a ella en grandes pasos apretando mis puños, ella se sorprende ante mi reacción, llego a ella y solo hay una pequeña distancia que nos separa. Me acerco un poco más y ella retrocede un paso, tiene miedo.

-Escuchame Karla ni tu, ni tu puta amiga, ni nadie tiene derecho ha hablarme así, ¿lo entiendes o eres demasiado tonta? -pregunto enfadada
-¿Recuerdas que esta el superior dentro de su despacho verdad? -dice intentando sujetarme la mirada
-Ahora mismo me da igual quien esté ahí dentro, así que como no me respetes de una puta vez este puño va a acabar en tu cara y en la de tu puta amiga ¿vale? -digo relajandome un poco y pensando en lo que acabo de hacer y decir
-Le diré al superior

Me alejo de ella y voy hacia la salida, se que me he metido en un buen lío, pero no he podido aguantarme. Esa es la parte que no me gusta de mí, no poder controlar la situación porque hace que me meta en líos en los que luego me cuesta mucho salir. Cojo el bus y llego a mi pequeño pero acogedor apartamento, no tengo hambre así que me acuesto para poder pensar en lo que pasará mañana con el superior y rezando para mantener mi trabajo. Empiezo a llorar por lo que he hecho y por no haber podido controlar la situación, pero al rato me quedo dormida.

En los ojos de ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora