Capítulo 2

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Segundo mes

El lindo rostro de la omega castaña mostraba su profundo cansancio, sin embargo esto la preocupó ya que no había hecho nada demasiado forzoso, lo único que había hecho fue mover unas bolsas de comida hacia la encimera de la cocina.

Con un suspiro la chica comenzó a arreglar la comida en donde iba; al terminar se tumbó en el sofá con cansancio.

Los brillantes ojitos de la castaña se iban cerrando solos, poco a poco caía en el mundo de los sueños.

En un par de minutos ya se había quedado dormida.

Más o menos veinte minutos después los ojos canela de la omega se abrieron de golpe, su mano fue hacia su boca y la forzó a no abrirse.

Jennie se levantó del sofá a la velocidad del rayo y fue corriendo hacia el baño.

Al entrar se arrodilló frente al inodoro y vomitó, de sus ojitos brotaron pequeñas lágrimas y sus mejillas se pusieron rosadas por el esfuerzo.

Al cabo de un par de minutos el vómito se detuvo, Jennie se limpió las lágrimas de los ojos, tomó un trozo de papel higiénico y se limpió la boca.

Su boca sabía desagradable por lo que se enjuagó la misma con un poco de agua, descargó el agua del inodoro, se lavo la cara y salió del baño.

Jennie estaba muy preocupada y un poco asustada, ya llevaba casi dos meses teniendo los mismos problemas, estaba desesperada pensando qué demonios le pasaba a su cuerpo.

En medio de sus pensamientos su loba pareció reaccionar pero no hizo ni dijo absolutamente nada.

Repentinamente un pinchazo en el vientre la hizo tensarse y quejarse bajito, después de ese otro pinchazo le siguió, se sostuvo el vientre mientras lágrimas brotaban de sus ojos.

Intentó secárselas con la manga de la camisa pero sus esfuerzos fueron infructíferos. Se acostó en el frío suelo de madera mientras lloraba, el dolor ya había parado pero se sentía desesperada.

Dos meses llevaba experimentando síntomas iguales a los del embarazo y estaba asustada, no es que no quisiera formar una familia con su alfa, de hecho, añoraba hacerlo.

Sin embargo a Lisa todavía le faltaba un año para acabar la universidad y a ella dos años ¿cómo mantendrían a un bebé? ¿Quién lo cuidaría mientras ella estudia?

¿Qué pasa si Lisa no quiere tenerlo y termina abandonándola?

Si es así, no quiere tener a un bebé, todavía no.

Aún sabiendo en el fondo de su mente que su alfa no haría eso el miedo le ganaba, pensando en eso las lágrimas brotaban de manera incontrolable.

Mientras pensaba y lloraba en soledad, la omega se quedó dormida.

Liss abrió la puerta del departamento que compartía con su lobita, colocó una sonrisa al pensar en la cara que pondría su bebé al ver el regalo que le compró

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Liss abrió la puerta del departamento que compartía con su lobita, colocó una sonrisa al pensar en la cara que pondría su bebé al ver el regalo que le compró.

Sin embargo al entrar al departamento se encontró que el salón estaba vacío, revisó también la cocina pero era igual, lo único que delataba que su omega estaba allí era el rico olor a manzana que había dejado en el lugar.

Con el ceño fruncido la alfa pelirrosa caminó hacia el baño, enfrente de la puerta se encontraba acostada la omega, parecía estar durmiendo y el leve olor agrio que lo rodeaba indicaba su tristeza.

Tomó a Jennie en brazos y mientras caminaba hacia la habitación notó que esta había estado llorando, esto la preocupó enormemente.

Rastros de lágrimas se notaban en sus aún sonrosadas mejillas y su ceño se encontraba fruncido y aunque le preocupaba, también le parecía lindo.

Al llegar frente a la puerta de la habitación Lisa abrió la misma con mucha dificultad, caminó hacia la cama y colocó a la omega en la misma.

Tomó un conjunto de sabanas y tapó a la castaña con ellas para evitar el frío de la noche que muy pronto caería, suspiró con angustia y se sentó junto a su bebé.

Una pequeña sonrisa surcó sus labios al limpiar las lágrimas de su omega y que esta se acurrucara en la misma.

Con este gesto la omega pareció calmarse.

La pelirrosa acercó sus labios a la frente de su pequeña y plantó un beso en ella, besó también su mejilla y después de eso se quedó un rato más admirando su belleza.

No sabía lo que pasaba con Jennie estos dos meses ya que había estado muy rara, sin embargo fuera lo que fuera, lo afrontarían juntas.

ㅡDuerme bien lobita ㅡOtro beso fue dejado en la mejilla de la omega castaña, con esas palabras la alfa se fue de la habitación.

Al cerrar la puerta de la habitación, una pequeña sonrisa afloró en el rostro aún dormido de la omega, parecía estar teniendo un buen sueño.

Al cerrar la puerta de la habitación, una pequeña sonrisa afloró en el rostro aún dormido de la omega, parecía estar teniendo un buen sueño

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Little problem | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora