Capítulo 8

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Octavo mes

Jennie estaba cansada a más no poder, sus pies se encontraban hinchados ligeramente y la acidez estomacal que sentía no ayudaba a que se sintiera más cómoda.

Ya tenía ocho meses de embarazo, se supone que debía ser un tranquilo domingo por la mañana junto a su alfa, su alfa sí que estaba a su lado, pero los síntomas del embarazo la tenían mal.

ㅡLisa, súbele al aire acondicionado. ㅡLa castaña se masajeó las sienes, la alfa asintió y subió la temperatura del aire acondicionado.

Finalmente, Jennie dio un suspiro de alivio cuando el frío comenzó a relajar su cuerpo.

Lisa miró a su pareja con preocupación.

ㅡ¿Estás bien lobita? ㅡLa castaña estaba a punto de asentir, hasta que tuvo una idea.

ㅡ No. ㅡSu boca formó un tierno puchero.

Lisa se preocupó mucho y miró a Jennie con atención, buscando algo mal en ella, al no encontrar nada alarmante preguntó con miedo.

ㅡ¿Qué tiene mi bebé? ㅡcuestionó.

Jennie aprovechó la situación e hizo una cara lastimera para mirar a su pareja.

ㅡMe duelen mucho los pies. ㅡseñaló sus pies hinchados, los mismos se encontraban apoyados en la mesa de vidrio en frente del sofá donde estaban ambos sentados.

Lisa entendió lo que quería su pareja, sonrió y comenzó a masajear los piecitos de su bebé. Los masajes eran suaves, pero aliviaban la hinchazón del omega.

ㅡ¿Estás más cómoda? ㅡLa pelirrosa preguntó a su omega, la castaña se encontraba gimiendo por la comodidad, su cabeza se apoyó en el sofá mientras acariciaba su pancita y su alfa masajeaba sus pies.

ㅡSí, estoy más cómoda. ㅡJennie estaba muy cómoda, sin embargo, esto no duró mucho, muy pronto sintió extrañas contracciones en el vientre, gimió de dolor y sus ojitos se cerraron con fuerza.

ㅡ¿Bebé? ¿Te duele algo? ㅡLa alfa se preocupó mucho, se sentó al lado de su lobito y ayudó con las caricias en la pancita.

ㅡT-Tengo contracciones. Uhm. ㅡmurmuró la omega castaña con una mueca de dolor, Lisa se asustó y no sabía qué hacer, entonces recordó los consejos de la doctora Jihyo.

ㅡLa doctora dijo que si te dolía mucho te dieras un baño de agua caliente. ㅡLisa ayudó a su omega a levantarse del sofá, al hacerlo la castaña pareció aliviarse un poco del dolor pero aun así parecía seguir sintiendo mucho dolor.

Ambas caminaron hacia el baño y la pelirrosa ayudó a su pareja a desvestirse y darse una ducha caliente, con unos ejercicios de respiración pudo calmarse un poco.

ㅡ Estoy mejor. ㅡdijo la omega respirando con dificultad.

Lisa suspiró aliviada y siguió masajeando la panza abultada de la castaña, su barriga de ocho meses ya estaba bastante grande y las estrías ya se habían extendido un poco.

Al ver la calma de la castaña la alfa se tranquilizó y se levantó del lado de la omega para buscar una toalla para secarse.

Lisa no pudo respirar con tranquilidad cuando sintió las pataditas que daba su cachorro.

ㅡ¡Oh Dios! Amor, me ha pateado. ㅡLa omega sonrió con alegría hacia su pareja.

ㅡVen bebé, quiero sentir como patea nuestro cachorrito. ㅡLa alfa se volvió a sentar junto a su lobito con una gran sonrisa en el rostro.

Las manos de la alfa se posaron en la pancita abultada de la castaña, ambas sonrieron al sentir las pataditas que daba su primogénito.

ㅡTe amo tanto. ㅡdijo la pelirrosa en el oído de su bebé.

ㅡYo también, mi alfa. ㅡcontestó la castaña en el oído de la alfa, ambas se miraron con amor, compartieron un tierno beso mientras sentían el amor que se tenían.

La pareja seguía atareada mientras metían cosas en la bolsa de parto, pañales, ropa, papel higiénico y otras cosas fundamentales para el nacimiento del bebé

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La pareja seguía atareada mientras metían cosas en la bolsa de parto, pañales, ropa, papel higiénico y otras cosas fundamentales para el nacimiento del bebé.

ㅡMe gusta esta ropa, llevémosla también al hospital. ㅡLa omega se emocionó al ver la ropa que habían comprado para su bebé.

ㅡLas que desees amor. ㅡLa alfa besó la mejilla de su omega, la castaña sonrió ampliamente mientras metía ropa en la bolsa de parto.

ㅡ¿Cómo va el cuarto de la niña? —preguntó Jennie mientras acomodaba otras cosas.

Lisa se emocionó en cuanto la omega mencionó la habitación de su cachorrita.

ㅡTodo va muy bien, solo falta montar el armario de la niña. ㅡLa omega hizo un puchero triste.

ㅡ¿Por qué no me dejas entrar a la habitación? ㅡLisa negó con la cabeza mientras ayudaba a su lobita.

ㅡEl olor a pintura sigue siendo fuerte al igual que el olor a madera, puede hacerte daño bebé. ㅡJennie puso una mueca triste, pero no dijo nada más.

ㅡEstá bien. ㅡmurmuró, Lisa se sintió mal, pero sería inflexible, el olor podría hacerle daño a sus dos bebés y eso no lo permitiría.

La alfa pelirrosa comenzó a repartir besitos en la cara de su omega, Jennie pronto dejo atrás su tristeza y sonrió nuevamente mientras seguía arreglando las cosas de su niña.

En sus mentes seguían imaginando la apariencia de su pequeña mientras sonreían.

En sus mentes seguían imaginando la apariencia de su pequeña mientras sonreían

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Cualquier error me avisan y lo arreglo.

Besitos, besitos. Chao Chao

Little problem | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora