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—Sólo hablaremos en coreano* — Ordenó YoonGi cuando ambos tomaron asiento sobre las largas mesas, el mayor revisando sus apuntes. —Si tienes alguna duda puedes preguntarme primero en inglés. — El chico se quedó confundido, con los labios cerrados y ojos temerosos. YoonGi elevó la mirada cuando encontró el silencio demasiado largo y enfocó sus ojos en el menor, notando de inmediato su completa inexperiencia con el idioma. —¿Realmente no sabes nada?— Preguntó en Inglés.

Sólo sé lo básico.

YoonGi casi golpea su frente contra la mesa ¿Cómo iba a enseñarle a un niño que apenas y hablaba en su idioma natal? Era mejor darle un profesor especializado que llamar a otro estudiante. De cualquier modo YoonGi dejó los papeles sobre la mesa, lanzándolos sin interés y casi recostándose sobre la silla, su rostro no tenía una buena expresión, no para el niño nuevo.

Se levantó sin aviso y buscó entre los estantes con la mirada del chico sobre él. YoonGi quería mantener sus ojos sobre esa linda cara, él realmente quería tocar su piel y descubrir el sabor de esta. Era tentador sólo pensar en aquella vocecita tímida gemir su nombre o cualquier palabra para él. Un pinchazo de lujuria subió por su espalda descendiendo con rapidez tan pronto como recorrió la parte superior. Maldijo en voz baja, incluso ese sentimiento era más fuerte que el que tuvo con Lee DaeHwi.

Cuando se dio cuenta de su tardanza tomó por fin el diccionario y regresó con el estudiante lanzándolo frente a él.

—Sólo hablaremos en coreano.— Repitió.

Hablas demasiado rápido... No puedo entenderte.

—Sólo.— Dijo lento. —Hablaremos. —Siguió— En.— Incluso se detuvo ah, en esa pequeña palabra. —Coreano.

El niño asintió durante toda la clase.

Pero yo no soy muy bueno con...

—Shh...—YoonGi lo interrumpió al escuchar el inglés. Señaló el libro con el dedo índice y el niño observó el diccionario. —Sólo... En... Coreano.

No puedo. No aún. —El burdo coreano casi hace reír a YoonGi.

—Preséntate— Decidió ignorar la negativa del chico. —Inténtalo.

Su estudiante se mordió el labio inferior abriendo el libro. Ese chico estaba perdido si ni siquiera sabía presentarse. Pasaron alrededor de cuarenta segundos, bastante tiempo si alguien los contaba realmente. YoonGi suspiró con fuerza, arrebatándole el diccionario de las manos y lanzándolo sobre la mesa. Cuando sus miradas se encontraron el mayor le hizo una seña para que continuara.

Me llamó... —Pronunció mal. —Park...

—Está mal.— Dijo YoonGi. —Me llamo. —Enfatizó.

Me llamo... Park JiMin...— Pronunció demasiado lento, como si él mismo dudara de su nombre.

—Bien —YoonGi aprobó regresando el libro y sentándose un poco mejor sobre la silla, acercándose a JiMin para que este pudiera escucharlo bien. —Park JiMin, tienes que cambiar el color de tu cabello porque está prohibido teñirlo de manera tan llamativa.— El chico buscó a toda prisa cada una de las palabras que YoonGi casi susurro.

Hubo un largo silencio entre ellos mientras que JiMin buscaba entre las páginas del diccionario coreano-inglés. El chico estando distraído, apurado, tímido, con la piel blanca desentonando con la oscura biblioteca revolvió algo dentro de YoonGi quien no podía despegar su mirada. Se humedeció los labios y le dedicó toda su atención a las manos y piernas del niño.

—Quiero cogerte.— Pronunció sin mucho interés en medio del silencio. JiMin levantó la mirada con una mueca extraña y YoonGi lo miró a los ojos.

—¿Eh?— Preguntó. —¿Puedes... repetirlo? No... No escuche bien.

YoonGi sólo rio un poco mientras regresaba a recostarse sobre la silla.


***

* el coreano se tratará como español aquí.
Las negritas son para dar a entender cuando jimin hable mal y el subrayado cuando hable fluido y bien, que será mayormente cuando hable inglés.

Íntimo. » yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora