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YoonGi caminó por el largo pasillo donde los alumnos de primer año corrían para alcanzar su siguiente clase, quizás se golpeó con algunos dos, pero no les prestó ni la más mínima importancia. Evadió a unas cuantas chicas y buscó entre las puertas algo que se asemejara a la figura delgada de su alumno. Sacó su celular y marcó el número.

"JiMin"

Cinco o seis tonos despues aquella vocecita que dictaba que dejara un mensaje sonó. Marcó de nuevo.

—¿No vas a responder? — Escuchó casi por suerte y se detuvo de golpe. —Ya van dos veces.

No es nadie importante.— La voz de JiMin. Volvió a marcar, y el chico no tuvo reparo en apagar el celular. —Problema resuelto.

Oh, asi que YoonGi era un problema.

JiMin se veía precioso estando despreocupado, con una mirada neutral mientras resolvía lo que fuera que estuviera en su cuaderno, mientras que los demás conversaban y él se quedaba en silencio y tranquilidad frente a otro chico. YoonGi alzó una ceja y guardó su celular, caminando sin preocupaciones para adentrarse al aula, ignorando a los chicos que se amontonaban para salir.

—Creo que tendremos que resolver esto primero y...

YoonGi colocó su mano en medio de ambos chicos, sonriéndole a quien estaba frente a JiMin. Casi se golpea mentalmente por lo infantil que estaba siendo en esos momentos.

—Hola, soy nadie importante —Hizo énfasis en la palabra, mirando de reojo a JiMin.

JiMin no dijo nada al respecto, él se levantó tan rápido como pudo y lo tomó del brazo, jalándolo lejos del chico confundido que miraba la escena con total pasividad, para segundos despues regresar con sus estudios. Tardaron un poco en alejarse, pero cuando no hubo nadie alrededor JiMin soltó a YoonGi y trató de volver, como si sólo quisiera alejarlo como a un cachorro.

—¿Te vas? — Preguntó mientras lo tomaba de la muñeca. —¿Qué? ¿No te parezco lo suficiente presentable? ¿Crees que soy tan desagradable que no quieres que te vean conmigo?

Déjame...

—¿Dejarte? ¿Si no quiero hacerlo? ¿Qué harás? —JiMin no giró. —¿Este berrinche es por lo que dije antes? ¿Qué quieres? ¿Unas cuantas palabras bonitas o que me muera por ti?

No es por eso.

—Claro que es por eso. Los niños siempre quieren llenarse el ego con cumplidos, ¿no es verdad? —YoonGi lo jaló cerca, entrelazando sus propias manos al rodear la delgada figura de JiMin. —¿Quieres oír palabras bonitas? ¿Algo asi como que tus ojos son luz o que tu cara es preciosa? ¿O prefieres piropos indecentes? ¿Quieres escuchar cómo es que quiero cogerte? ¿Cómo es que quiero que abras esa linda boca y le des un buen uso? ¿O deseas que sea directo exigiendo que abras las piernas como la puta que pareces ser?

JiMin forcejeó con fuerza intentando apartarse o golpearlo, lo que sucediera primero, y más de una vez estuvo cerca de cumplirlo, ya que para YoonGi era difícil mantenerlo quieto. No es como si él fuera tres veces más fuerte, él apenas y era un poco más que JiMin, pero su agarre le brindaba ventaja. Cuando sintió que estaba a punto de perder él sólo lo soltó, dejando que cayera directo al suelo.

¡Eres insufible!

—Se dice Insufrible.

—¡Idiota! —El chico logró ponerse rojo de pura rabia, intentando levantarse, aunque YoonGi lo empujó de nuevo al suelo con un suave movimiento con su pie. —Fuera de aquí.

—Deja de ser tan infantil— Se cruzó de brazos. —Di de una vez lo que tanto te molestó, si no lo haces yo no puedo arreglarlo.

—¡Eres una persona horrible! ¿Cómo puedes arreglar todo esto? Tú eres... Eres demasiado cruel y...

JiMin no continuó, su voz quedó quebrada a medida que lágrimas bajaban penosamente por su rostro. YoonGi suspiró, el chiquillo estaba intentando limpiar su cara con la poca dignidad que quedaba en él, sonrojándose aún más por la mirada indiferente de su mayor.

—¿Así que todo esto es porque soy una persona horrible? Tú me besaste antes y dejaste que te besara, ¿qué cambió? Te aseguro que yo no era mucho mejor antes.

¡Ni siquiera me tomas en serio!— El chico gritó, sin levantar la mirada. —¡Primero actúas como si yo te gustase y después te vuelves un completo idiota! Yo... No sé qué hacer, no quiero que juegues conmigo, pero a veces parece que realmente me quieres a tu lado... Estoy confundido.

El niño ocultó su rostro después de suspirar, sus delgados brazos alrededor de sus piernas. YoonGi torció los labios. Hubiera sido mejor no saber. Se dejó caer a su lado y extendió el brazo para atrapar a JiMin, acercándolo a él en un intento de consuelo que YoonGi realmente no sabía dar.

—No eres el único confundido.— Murmuró YoonGi, sintiendo como el niño poco a poco cedía para aferrarse a él. — Me gustas.

YoonGi besó la mano izquierda de JiMin.

Íntimo. » yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora