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El día siguiente, cuando descansó, se saltó las dos primeras clases yendo directo a la biblioteca. No quería que sus calificaciones bajaran pero su deseo por dormir fue mucho más grande que cualquier otra cosa. Suspiró al ver la biblioteca vacía y caminó hasta su recurrente lugar de estudio lanzando sus cosas al suelo y dejándose caer sobre la silla.

JiMin llegó en silencio sentándose justo enfrente de YoonGi quien levantó la vista del libro que acababa de tomar. El chico tenía el cabello rubio. Lo observó por varios segundos reconociendo que se veía bien, más que bien, y para que esto no se notara regresó la mirada a las hojas fingiendo desinterés.

—Es más modesto que el rosa y azul— Lo dijo lento para que entendiera. —Te ves bien.

—Gracias. — Respondió JiMin, dejando por un momento aquel acento marcado.

El silencio entre ellos fue largo, quizás porque YoonGi olvidó que era él quien impartía una pequeña clase y que no estaba ahí por gusto. Suspiró al sentirse un poco incómodo y cerró el libro. La biblioteca era demasiado silenciosa, y YoonGi dudaba que la chica que ayudaba con el lugar estuviera ahí.

—Olvidé preparar algo para enseñarte— Murmuró YoonGi golpeando su frente contra la mesa. Él realmente sólo durmió en cuanto llegó a su casa. —Puedes ir a pasear o algo, estoy siendo irresponsable ahora.

Quiero quedarme contigo.

—No me sentiré alagado, tú no tienes amigos así que esa es la razón.

¿Entonces no puedes agradarme sólo porque no tengo amigos?

—Tu coreano está muy mal para que entendieras eso, debería ponerte a estudiar.

Me agradas. En verdad.

YoonGi elevó la mirad hasta encontrar los bonitos ojos de JiMin, el chico se veía tan decidido que comenzó a creerle. ¿Por qué le agradaría? Si YoonGi apenas y le dedicaba un par de sonrisas y palabras, si no había hecho nada realmente. Quizás sólo le agradaba al niño, pero para YoonGi no era suficiente.

—Bien, JiMin, has logrado hacer tu primer amigo.

El niño sonrió aunque YoonGi le restó importancia. A pesar de que no quería encariñarse con el muchacho siempre tambaleaba al verlo, y eso era una mala señal porque ya ni sus sueños parecían ser suficientes, YoonGi sólo quería lanzarlo sobre su cama, y el que fueran amigos sólo complicaba sus curiosos sentimientos.

Ahora no sólo pensaba en cogerse a JiMin, él estaba deseoso de follar a su nuevo amigo.

Íntimo. » yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora