20. La cocina

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*La cocina*

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*La cocina*

Beth Anderson

Muy bien en este momento toda la familia nos encontrábamos en una casa en Cancún tipo mansión, pero solo de vacaciones esto era demasiado grande, la entrada de la casa tenía rejas enormes y un estacionamiento gigantesco, la casa estaba llena de césped por todos lados había árboles y grandes arbustos con flores de diferentes tipos

Leo estacionó el auto juntos los otros dos donde venían nuestros padres, el abrió la parte trasera de su auto de dónde sacó una maleta mía grande llena de ropa para dos semanas y otra pequeña, pero con zapatos, Leo traía solo una pero grande donde no sé qué traía en ella supongo que ropa cómoda

Venia atendiendo llamadas del trabajo a cada rato dejando trabajos adelantados listos y un montón de cosas por hacer con sus empleados

—¡SUSAN! NO DIGAS TONTERIAS HAS QUE ESE HOMBRE TE ENTREGUE LAS TELAS YA MISMO

Me sobresaltó con su grito al teléfono, nuestros padres voltearon y yo solo lo miré a al sin saber que está pasando

—¡DEMANDALO SI NO TE LAS DA, HAS LO POSIBLE POR QUE YA LLEGUEN YA!

Su coraje en notable, me quedo callada y el solo me observa unos momentos y me besa la frente acción que me deja descolocada y me pide un segundo con su mano caminando algo alejado, me quedo ahí de pie estática mientras lo observo, está parado de espaldas y mueve las manos

Su madre y mi madre me observan mientras yo lo miro a él

—Te ves tan linda enamorada

—Perdón, ¿qué?

—Tus ojos lo demuestran

—Es lindo estar enamorados ¿No?

Me sonrojo ante lo que me dicen y me acerco a mi maleta quitando mi vista de Leo y me quedo observando a las madres que me dicen otras cosas más

—Yo las llevo conejita

Me sobresaltó para ver la mano de Leo sobre la mía en la maleta, la quitó y él se las lleva a no sé dónde, espero unos segundos y las madres y yo entramos en la casa

Tiene algunas partes con diseños de madera y grandes ventanas que dan una linda vista, subo al segundo piso donde hay varias puertas supongo que cuartos y baños veo a Leonardo asomarse y decirme que siga, voy hasta donde el, la habitación es linda es blanca y tiene su propio baño la cama está cubierta de sábanas y colchas blancas

—Esta será la habitación de ambos

—¿Usaremos la misma cama?

—Beth —me mira incrédulo— No es como si ya no hubiéramos dormido en la misma cama

—No sé, siento que ahora es diferente

—¿Qué tiene de diferente a la última vez?

—No lo sé, olvídalo tal vez estoy alucinando

Estupido MillonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora