Owyn se levantó riendo.
— ¡Verity vuelve! — Dijo, mientras salía de la cama con un brinquito. Caminó de puntitas hacia el refrigerador rodeado de telarañas, y sacó unas uvas oxidadas. Se sentó de piernas cruzadas, y se puso a comerlas.
— Hola... — Dijo Maureen dulcemente, entrando a la cocina.
— Howa. — respondió Owyn, achocándose la boca con uvas.
— Eres madrugadora, ya veo
— Las monjas me hacían levantarme a las 6 de la mañana para los rezos- dijo la rubia, encogiéndose de hombros.
— Aquí no tienes que hacer eso, querida- dijo Maureen, sonriendo.
— ¡Pero quiero ver a Verity!- dijo la otra, poniéndose de pie.
— La veremos... Cuando todo el mundo despierte — le dijo Maureen. -Ahora, lávate. Tienes muy sucios los pies.
— No... — dijo Owyn, mirando abajo, y fingiendo inocencia.
— No eres buena mintiendo. Vete a lavar.-
Owyn se encogió de hombros, y fue hacia el minúsculo baño.
— ¡HOLA! — Dijo Jackie, entrando, con lo que la otra chica casi se resbala. - Perdón, ¡no te noté! Y tengo que...
— Ya terminé, no te preocupes. — dijo Owyn, saliendo, con lo que la otra chica bajó sus pantalones y se puso a vaciar su vejiga.
— ¿Voy a ir en mi vestido otra vez?
— Si, Owyn, hasta que consigamos más ropa. — dijo la Romaní
La chica, pues, fue al cuarto, y se puso a cambiarse.
— ¡Ya estoy! — dijo ella después de un rato.
— Oye Owyn, nunca te lo había preguntado, pero... ¿Por qué traes ese collar plateado con azul cielo?
— ¡Todo mundo en la Catedral y otras iglesias lo trae! Es para recordarnos la unión entre Delsea y su Madre, Cyssur, y que hacemos la voluntad de Ellas Dos.
Maureen la miró, asombrada.
— Vaya... es... Impresionante. Pero, oye. Ya nos debemos ir. Ya despertó Greg, y él prefiere comenzar siempre puntualmente. Andando.
Y entonces, el grupo fue hacia el hospital.
— Hola Lucy, ¿Sigue bien Verity? — dijo Owyn al llegar.
— Si, mi vida- respondió la enfermera. — Ella está de maravilla.
— ¡Alabada sea Delsea! ¿Ya nos podemos ir?
— Si — dijo la pelirroja, riendo.- Acabamos de darle brownies.
— ¡Genial! ¿Qué es un brownie? — dijo Owyn, ladeando la cabeza en señal de confusión.
— Es un pequeño pastel de chocolate, a veces con fruta o algún ingrediente más. Toma uno — dijo Lucy, acercando una bandeja a la chica. Ella probó del dulce, y sus ojos se iluminaron.
— Esto.. es...¡HERMOSO!
— Me alegra que te haya gustado — dijo Lucy dulcemente. —Ahora, Verity, recoge tus cosas. Ya puedes irte.
— ¡Gracias, Delsea y Cyssur!
Entonces, ya los cinco se fueron.
— Tengo que hablar con la pequeñita. — Dijo Verity, una vez llegada a casa.
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Shcheye: Primera Enmienda
Ciencia FicciónLa Primera Enmienda cuenta la historia de Jackie, una alegre chica de ascendencia judía con un brazo mecánico y cabello de un púrpura eléctrico, quien vive en el mundo de Shcheye. La Tierra, en su tiempo, ya está difunta, y la humanidad se ha mudado...