VI

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Owyn se levantó riendo.

— ¡Verity vuelve! — Dijo, mientras salía de la cama con un brinquito. Caminó de puntitas hacia el refrigerador rodeado de telarañas, y sacó unas uvas oxidadas. Se sentó de piernas cruzadas, y se puso a comerlas. 

— Hola... — Dijo Maureen dulcemente, entrando a la cocina.

— Howa. — respondió Owyn, achocándose la boca con uvas.

— Eres madrugadora, ya veo

— Las monjas me hacían levantarme a las 6 de la mañana para los rezos-  dijo la rubia, encogiéndose de hombros. 

— Aquí no tienes que hacer eso, querida- dijo Maureen, sonriendo. 

— ¡Pero quiero ver a Verity!- dijo la otra, poniéndose de pie.

— La veremos... Cuando todo el mundo despierte — le dijo Maureen.   -Ahora, lávate. Tienes muy sucios los pies. 

— No... — dijo Owyn, mirando abajo, y fingiendo inocencia. 

— No eres buena mintiendo. Vete a lavar.-

Owyn se encogió de hombros, y fue hacia el minúsculo baño. 

— ¡HOLA! — Dijo Jackie, entrando, con lo que la otra chica casi se resbala. - Perdón, ¡no te noté! Y tengo que...

— Ya terminé, no te preocupes.  — dijo Owyn, saliendo, con lo que la otra chica bajó sus pantalones y se puso a  vaciar su vejiga. 

— ¿Voy a ir en mi vestido otra vez?

— Si, Owyn, hasta que consigamos más ropa. — dijo la Romaní

La chica, pues, fue al cuarto, y se puso a cambiarse. 

— ¡Ya estoy! — dijo ella después de un rato.

— Oye Owyn, nunca te lo había preguntado, pero... ¿Por qué traes ese collar plateado con azul cielo?

— ¡Todo mundo en la Catedral y otras iglesias lo trae! Es para recordarnos la unión entre Delsea y su Madre, Cyssur, y que hacemos la voluntad de Ellas Dos. 

Maureen la miró, asombrada. 

— Vaya... es... Impresionante. Pero, oye. Ya nos debemos ir. Ya despertó Greg, y él prefiere comenzar siempre puntualmente. Andando.

Y entonces, el grupo fue hacia el hospital. 

— Hola Lucy, ¿Sigue bien Verity? — dijo Owyn al llegar.

— Si, mi vida- respondió la enfermera. — Ella está de maravilla.  

— ¡Alabada sea Delsea! ¿Ya nos podemos ir?

— Si — dijo la pelirroja, riendo.-  Acabamos de darle brownies.

— ¡Genial! ¿Qué es un brownie? — dijo Owyn, ladeando la cabeza en señal de confusión.

— Es un pequeño pastel de chocolate, a veces con fruta o algún ingrediente más. Toma uno — dijo Lucy, acercando una bandeja a la chica. Ella probó del dulce, y sus ojos se iluminaron. 

— Esto.. es...¡HERMOSO!

— Me alegra que te haya gustado —  dijo Lucy dulcemente. —Ahora, Verity, recoge tus cosas. Ya puedes irte.

— ¡Gracias, Delsea y Cyssur!

Entonces, ya los cinco se fueron.

— Tengo que hablar con la pequeñita. — Dijo Verity, una vez llegada a casa. 


Shcheye: Primera EnmiendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora