3. Maltratos

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Después de esperar por una hora más o menos, vino Jean junto a Klee, esta nada más ver a su hermano fue corriendo a abrazarle pero con sumo cuidado, pues no quería hacerle daño.

-¡Hermanito! ¿Estás bien?-dice algo preocupada-

-Si, no te preocupes Klee, tu hermano saldrá de aquí pronto, en cuanto los doctores me dejen.

-¿Podremos jugar con mecheros?-dice algo ilusionada-

-No, pero si quieres te dejo jugar con algunos experimentos que "explotan"-dice refiriéndose al típico proyecto del volcán, pues tenía todas las cosas necesarias para hacerlo-

-¡Siii!-dice animada-

-Anda sube a la cama.-dice haciéndola hueco en la cama-

Mientras Albedo y Klee hablaban juntos, Kaeya había salido de la sala con Jean, para no preocupar a nadie.

-¿Qué ocurre? Tienes cara de asustado.

-Había una maldita persona en el apartamento de Albedo, y ha conseguido mi número y me ha mandado esto.-dice mientras saca el móvil y mostrar la foto-

-¿Por qué te mandaría...?

-No lo se, pero lo que se es que esa persona puede entrar y salir a su antojo de su apartamento.

-Pásame el número de teléfono, intentaremos rastrearlo o algo, llamaré a Mona.-Mona era una investigadora muy prestigiosa, pues puede localizar direcciones IP, entre otras cosas-

-Vale, gracias.

-Y por nada del mundo se te ocurra ir tu solo hasta ahí, si quieres ir iremos pero con refuerzos.-Kaeya asiente, pues era sensato-

-Por favor no le digas nada a Albedo todavía, no quiero que se sienta agobiado o con miedo.

-Está bien, pero se lo tendrás que decir en algún momento, ah y por cierto, luego te enviaremos un nuevo número de teléfono.

-Gracias.

Jean le sonríe para después volver a meterse a la sala en donde se encuentra Albedo y Klee, encontrándose una escena muy tierna pues Klee se había dormido al lado de Albedo mientras que este jugaba con el pelo de la pequeña.

-¿Cómo te encuentras?-pregunta susurrando mientras se acerca-

-Bueno, me duele un poco el cuerpo y he perdido la vista en un ojo, pero al menos estoy vivo.-se encoje de hombros-

-Lamento lo que ha pasado...

-No es tu culpa.-sonríe levemente mientras la mira a los ojos-

-Bueno, cambiando de tema, Klee estaba muy preocupada por ti.

-No me gusta preocuparla, pero ahora al menos que me a visto que estoy más o menos bien supongo que se pondrá mejor.

-Eso mismo pienso yo.

Se quedaron un rato más hablando hasta que al final Jean decidió ir a la cafetería del hospital, pues tenía hambre pero no se podía ir sin Klee.

Kaeya entró a la sala sonriéndo a su amado, mientras que se encontraba con la adorable escena anteriormente mencionada.

-Serías un gran padre.-susurra-

-Sabes que no tenemos tiempo, a parte todavía no estamos casados.

-Cierto...-suspira mientras que toca la caja que contiene el anillo, quizá no sea el momento más indicado para pedirle matrimonio a la persona que tanto amas, pero es mejor hacerlo antes que suceda alguna otra locura- Sobre eso, habíamos quedado para tener una cita, ¿no?

✧ Aunque la muerte nos separe ✧ (Kaebedo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora