Izan Koller era un mercenario, creció en las calles buscando comida en la basura pero su buen uso de la espada lo llevó a convertirse en un mercenario muy reconocido tanto así que con el tiempo llegó a conquistar el Imperio donde creció con tan solo...
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-Duque Rousset, a usted parece importarle mucho el Reino del Líbano pero ami no, entonces lo que usted me esta ofreciendo no despierta mi interés.
El duque bajo la cabeza derrotado, pensó que lograría convencer al Rey de invadir el Líbano para sacar al rey pero sus esfuerzos fueron en vano.
-Sin embargo, quiero saber que es lo que piensa la princesa sobre esto. Si ella desea que el rey sea derrocado, yo mismo iré y lo haré un esclavo. Siga al mayordomo él le tiene preparada una habitación.
El duque no pudo agradecerle porque el rey no le dio la oportunidad, había salido a toda prisa porque él se dio cuenta desde un principio que la princesa no sabía quien había sido el culpable de la muerte de su padre.
En el camino se encontró con la sirvienta de cabecera de la princesa que lleva en sus manos dos jarras de vino, él mueve su cabeza hacia un lado tratando de comprender la situación.
-Su Majestad que bueno que esta aquí. La princesa a pedido jarras de vino desde que regreso de la cena, ya se ha bebido las dos primera y me a pedido que le lleve más.
-Puedes retirarte, ya no traigas más licor.
El Rey cerro la puerta tras de si, aun con la poca luz pudo ver aquel cuerpo frágil aferrado a una Copa de vino, a Izan le comenzó a doler el corazón al verla tan vulnerable. Se acercó a ella y la princesa se percató de su presencia.
-¿Padre?, ¿Eres tú?
Izan no soporto más verla de esa manera la abrazo contra su cuerpo y ella se sumergió en lágrimas, su llanto era muy ruidoso como el de una niña.
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Después de un tiempo que ella se calmara, la llevó en sus brazo a su cama, su cuerpo se sentía resentido después de llorar tanto.
-Ya estas más tranquila?
La princesa movió su cabeza en respuesta afirmativa, agradecía muy dentro de ella que el rey se quedará con ella mientras se desahogaba.
-Gracias Izan
-¿Que?
-gracias
-Dijiste mi nombre, vuelve a decirlo.
-Izan, Izan
El corazón del monarca comenzó a dar grande vuelcos cuando escuchó su nombre en los labios de la princesa.
"Nunca me he sentido tan emocionado que alguien me llame por mi nombre como me siento ahora"
-¿Que quieres ?
-deseo que mi padre este conmigo y que mis hermanos paguen por sus pecados.
-Entonces así se hará
-Quédate conmigo esta noche Izan, no quiero estar sola.
-Antes estabas a la defensiva cuando me acosté en tu cama.
-Ahora confio en ti.
-No lo hagas maldita sea, no confíes en mi.
Solo se escucho la risa de la princesa y sus manos se enrrollaron en el cuello del monarca para que se acostara al lado de ella.
El rey respiro para tranquilizarse pues estaba conciente que sería una noche muy larga para él y una tortura que la princesa le había infringido.
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Un fuerte dolor de estómago levantó a la princesa junto con un dolor de cabeza, se sentía tan mal que parecía que iba a morir. Fue atendida por las sirvientas lo antes posibles, el rey les había ordenado que le dieran de comer algo suave de digerir como una sopa y que le dieran algo para el dolor de cabeza así que las empleadas ya estaban preparadas para cuando la princesa despertó.
******* -¿Que quieres ?
-deseo que mi padre este conmigo y que mis hermanos paguen por sus pecados.
-Entonces así se hará *******
"No puede ser!! ¿Que fue eso? Como puede el rey prometer algo así? "
Angie se levantó y salió en busca del rey después de recordar su conversación, el mayordomo le dijo que el rey se encontraba entrenado con algunos soldados. Ella se dirigió al campo de entrenamiento y para ella no fue difícil encontrarlo entre tantos soldados.
La parte de su abdomen están al descubierto y se puede apreciar lo bien que se ven sus cuerpos bien definidos y cubiertos de sudor.
Uno de los soldados anuncia la llegada de la princesa al lugar y el entrenamiento se detiene por completo, es primera vez que una mujer llega al campo de entrenamiento y también es la primera vez que pueden apreciar a la princesa, habia rumores de que ella era muy bonita pero los rumores no le hacen justicia.
El rey se percató que sus soldados estaban admirando la belleza de la princesa así que les ordenó que todos se dieran la vuelta y así lo hicieron mientras él se acerca a la princesa.
-¿Que haces aquí? ¿No te duele la cabeza?
-Su Majestad estoy aquí para...
-Detente, no me hables de esa manera, ayer decías mi nombre con mucha confianza.
Angie estaba muy avergonzada por todo lo que había hecho por culpa del licor.
-Perdóneme su Majestad, he sido muy irrespetuosa.
-Quiero que me hables como lo hacías ayer quiero que digas mi nombre.
-Como me atrevería al faltarle al respeto.
La princesa no pudo seguir con su argumento por que el rey le dio un beso rápido en los labios, su reacción rápida fue cubrirse los labios.
-Soldados, espero que entrenen muy duros, en una semana iremos y haremos que el Reino del Líbano caiga.
~~~~😍😍😍Que atrevido el rey robando besos, yo quiero que me robes unos Buenos besos pero no en la boca 🙊🙊🙈🙈🏃♀️🏃♀️🏃♀️~~~~
