cap. 4- PERO QUE TONTA! EN PLENO SIGLO XXI

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Mi amiga Dani hasta dejó de hablarme. No por nada malo, sino que se fue a un viaje de esos a la India de retiro con su novio chileno y no tendría señal. Igual como buena mujer social, me hice amiga de una tal Deborah. Ella y yo éramos la antítesis, pero si nos la llevábamos bien, era muy chistosa y yo me animaba a compartir mi humor negro con ella. Recuerdo que Mauricio me la nombró que ella era una amiga, pero más que todo de su ex y que era una mujer un poco conflictiva,  medio fastidioso el cuento y más fastidioso un hombre hablando mal de una mujer  con otra. Deborah y yo siempre salíamos a comer, a veces me llebaba a sus reuniones de compartires femeninos ( aburridos) pero de ahí me llevé varios clientes. No me quejo. Ella era súper buena gente. Mauricio, súper perdido. Veía mis estados, le daba like, y lo bloquee de mis estados. Un día me preguntó si lo había bloqueado, porque me vió de otra de sus cuentas de negocio y me vió que había puesto foto, osea, no se metió pero me vió el círculito de color rojo- Les juro que escuché la voz de Daniela diciendo- Pero será enfermo?-

Ya me estaba desesperando, sí, mi ego estaba loco martirizándome, entonces volví al Yoga. Con éste tema de salir casi a diario con Mau, ya no me daba tiempo ni ganas de ir, total, estaba haciendo algo espiritual, era en vez de yoga, tantra, sexo tántrico, como supuestamente él lo llamaba y vaya clase que me dió la ultima vez. Fue tan raro que cuando intentamos llegar al mismo tiempo, casi se nos da por micro segundos y hasta se puso a llorar. Bueno no a moco tendido pero si soltó unas lágrimas y me abrazó fuerte. Me cansé de preguntarle por qué le sucedió eso y siempre me esquivó la pregunta. Siempre me acostaba con esa idea, me imaginaba una relación ideal con él. Duré esa semana yendo al yoga, fantaseando con eso. Una vez caí en hueco y lloré. Deborah, me estaba insistiendo en invitarme a un spa, que ella pagaba todo y le decía que no, que estaba full. Me obligaba ir al Gym para que no dijeran que no fui por alguien o algo, sobre todo que siempre le dijeran a él que yo había ido. Mi entrenador hasta me llamó y me comentó "que por qué ese tipo preguntaba tanto por ti" - Mi corazón estaba saltando como una niña en un parque- En serio? Que pesado- Mosca, Katy, que ese tipo le cae a todo el mundo en  el gimnasio, es un guevón- Mi entrenador era súper vulgar, dije g... pero en realidad la palabra fue más fuerte. No entendía, preguntas por mi, ves mis estados, me vigilas a ver si te bloquee con otra cuenta, qué le pasa? Y luego ni me llama, ni me invita?

Apliqué entonces una mía, lo invité a mi casa y le cancelé, empecé a salir con un viejo amigo, yo sé que esas energías se huelen en el ambiente, ellos, los hombres detectan cuando tu estás pendiente de otros. Y no le hice caso. Ese señor me invitó a mil lugares los domingos, le decía que no podía, o le decía que estaba en otro sitio justamente con unos amigos. Me sentía con el poder. Un día hasta se molestó y yo no le dije nada, nada de lo que me había molestado. Cuanto mas me insistía yo decía que no, hasta que le dije que sí. Estuvimos juntos en mi casa por primera vez y lo boté, le dije, me tengo que reunir con unos amigos, debes irte. Me ofreció llevarme y le dije que me irían a buscar. No quiso, se enfureció, pero con control. Lo ví casi con los ojos aguados, me  dió lástima y le dije que si tenía algún trauma, que podía confiar en mi. Me echó un cuento, y me dijo que al fin me podía contar lo de su familia el día que la hija lo llamó. 

Pero si creen que fue un cuento coherente, olvídenlo. Igual me gustaba, me gustaba mucho y ya estaba pensando cómo finalizar eso. Me estaba viendo la cara de tonta y no podía ser verdad que en el único momento de realidad era en la cama. Yo ya estaba pisando los 40, para que se enteren y fue a los 36 que casí me caso y pensaba que aún estaba a tiempo de tener hijos. Y ya. Yo quería intentarlo de nuevo, pero obvio que con éste manojo de mentiras no iba a lograr absolutamente nada. Señor Manojo, lo llamé. Dios! cómo me hacía falta mi comadre, tan dulce y amarga a la vez. Igual le pasé una nota diaria para darle el contenido de lo sucedido. No quise contarle lo de Deborah, porque ahí si que se venía a aquí a nuestro país para sacarme de los moños. Es que ya me imagino cuál sobre nombre le pondría a mi nueva amiga, casí la estoy escuchando decirme: Ahora tu empatada de amiga con la señora Botox, no te lo puedo creer. Qué vaina tienes tú que hacer con esa Miss Deconstrucción? Ella la conocía, sólo se montó una vez en su carro porque nos accidentamos y le tocó adelante y se le bajó la tensión. Ella es muy sensible o como dice ella: Coño, Katy yo soy sensible a la habladera de paja y al yoismo, esa es mi criptonita, cuando viene ese tipo de gente siento que me chupa la energía. Ese día regresábamos de un retiro, todavía yo no había ido a vivir con Juan Carlos el ex estafador y fuimos, da la casualidad que nos encontramos a Deborah, que ya la había visto del gimnasio pero no nos habíamos hablado. Y obvio que le cayó super mal- "Menos mal comaita, que en ese retiro no podíamos hablar sino hasta el final, porque imagínate. Es yo me hubiera quejado y que no tocamos ni en la misma cabaña ni en el mismo lugar del Hall de meditación". 

NO SOY TAN ALTA ( fanfiction Jason Momoa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora