Capítulo 1: Cuando el niño tuvo curiosidad

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Nuestra historia comienza un día martes de 1981, para ser precisos un 3 de Noviembre de 1981, cuando el señor y la señora Dursley recibieron la visita de un viejo mago con largas barbas blancas, quien les hablo sobre un trabajo de largo plazo que los volvería por completo millonarios, cuidar a Harry Potter, hijo de James Potter y Ayira Shafiq.

Por supuesto que la pareja se negó en un inicio, pues según las palabras del hombre del hogar "¿Quién querría cuidar a un monstruo huérfano como aquel?" mientras que la señora respondió con un indignado "¿Cuidar al engendro que se creo tras la infidelidad de un infeliz? ni hablar", luego de que Albus Dumbledore explicara que tanto los padres del niño como Lily Potter de soltera Evans, habían muerto solo tres días atrás por causa de un magos oscuro la perspectiva de la mujer cambió.

Llena de codicia y resentimiento acepto luego de cruzar miradas con su esposo, es así que un pequeño bebe de apenas 1 año, 3 meses y 3 días fue dejado a cargo de dos personas con deseos oscuros.

Mientras que el viejo de 100 años inició con su plan para tener al pequeño Harry en sus arrugadas manos y el que este fuera maltratado e inseguro era uno de los principales puntos, fingiendo aflicción frente a sus compañeros profesores y "deseando" buena suerte al niño lo dejo en la puerta de la casa todo en un muy buen montado teatro.

Confiando en la ingenuidad del bebe sangre pura se fue de allí, sin saber que esa cicatriz con forma de rayo sería la mas grande ayuda para el niño, sin saber que el más grande lord oscuro tenía plena consciencia de la conexión entre las almas y sin saber que la curiosidad muchas veces es nuestra mejor amiga.


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Tener que crecer entre gritos y golpes no fue fácil para el pequeño niño, viviendo bajo una escalera entre ropas tres veces más grandes que el, a sus 5 años era un pequeño delgado y pálido pero extremadamente inteligente, con ese gran don existía una inmensa curiosidad sobre todas las cosas extrañas que pasaban a su alrededor y muchas veces mantenía a espaldas de sus tíos y primo, el que sus juguetes fueran rotos y al otro día estuvieran como nuevos, que sus gafas resistieran tantos golpes o que a pesar de la pésima alimentación que recibía y de las heridas abiertas que tenía siguiera vivo, todo eso era llamativo para el pequeño.

Harry Potter y un nuevo caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora