Prologo

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A lo lejos se podía ver una hermosa mansión, el atardecer bañaba sus paredes y a lo largo un hijo podía ver a su padre llegar por el largo camino de tierra, no estaba solo, su padre hace un tiempo había sentido una necesidad, con dos hijos un varón y un doncel, además de la soledad de su corazón busco una esposa que acompañara su vida y fuera la madre de sus hijos.

Un gusto verte volver padre- dijo un pequeño de cabello negro, su padre sonrió por lo educado de su respuesta, su hijo mayor era tan serio, jalo un poco la mano de la mujer que lo acompañaba, su hijo inmediatamente tomo la mano de la mujer y la beso - Bienvenida madre, es un placer conocerla al fin - haciendo que la mujer sonriera de satisfacción.

Ritsu acércate- hablo el padre nuevamente - no seas tímido ven a conocer a tu nueva madre - un pequeño niño de hermoso cabello castaño apareció por la puerta, quien rápidamente se escondió detrás de su hermano mayor -

Eres mi nueva mami - dijo temeroso mientras sostenía con fuerza la mano de su hermano

La mujer rápidamente se puso de cuclillas, poniéndose a la altura del menor para transmitirle confianza - Por supuesto mi querido niño, seré la madre de ambos desde ahora - dándole una mirada que al hijo mayor que este no pudo descifrar

El padre miraba satisfecho la escena, nada podía ser mas perfecto, el ya no estaría solo y sus hijos tampoco, tenían una familia completa de nuevo y eso lleno de regocijo su corazón. Así después de esa tarde habían sido felices y hoy a casi cuatro años de ese suceso la casa se vestía de luto. El amado padre había fallecido; se podía sentir la penumbra por los pasillos de la gran casa, ahora dos hermanos se abrazaban dándose todo el confort que podían entre ellos.

Hermano, ahora que papa falleció que pasara con nosotros - dijo temeroso el menor de los hermanos

Nada Ritsu, Tomoyo, debe cuidar de nosotros hasta que tenga la edad suficiente de ocuparme legalmente de todo lo que papa dejo, nada cambiara en tu vida, y si ella nos llegara a dejar, yo igual siempre de cuidaría - sin dejar de abrazar a su pequeño hermano, quien no dejaba de derramar lágrimas.

Ese era el destino que pensaba Takafumi Yokozawa pensaba tenía que vivir, seguir siendo un varón ejemplar, cuidar a su hermano menor y esperar cumplir la mayoría de edad, ocupar su lugar en la sociedad, y cumplir con los compromisos que disponía su estatus.

En momento así pensaba en aquel día cuando entregara a su hermano totalmente vestido de blanco, era aterrador pensar en ese lejano y al mismo tiempo tan cercano momento porque sabía que moriría después que escuchara - si acepto

Una sombra se poso en la puerta de la ensombrecida habitación - Lamento mucho su perdida Takafumi, sabes que son bienvenido en el castillo cuando quieran mis padres los recibirán mas que gustoso - mientras centraba su vista en Ritsu que se había quedado dormido de tanto llorar

Gracias por tu oferta Masamune, pero el periodo de duelo no es solo para nosotros, no es correcto que la dejemos sola en esta casa, cuando sea adecuado aceptaremos tu oferta - acariciando suavemente la mejilla del menor

Cuando acepten mi oferta, quisiera hacer oficial mi propuesta -

Takafumi sintió como si le faltara la respiración - Me parece bien, creo que un mes es prudente para que hables con madre, Ritsu necesita alguien que lo ampare apenas tiene 14 años y siendo un hermoso doncel necesita quien lo proteja y eres el mejor candidato, además tú tienes su corazón ya

Y el, el mío - respondió Masamune - de eso no tengas nunca dudas, mientras yo este amigo mío nunca le faltara nada te lo prometo.

Gracias por amar a mi hermano, aunque eso signifique mi infelicidad...

Takafumi le sonrió a su amigo, lentamente se levanto de la cama donde dormía su hermano, e hizo un ademán que era tiempo de dejarlo descansar a solas, poco a poco las personas que llegaron por el triste suceso se iban mientras se callaba la tarde y despertaba la noche, en un momento dado se vio totalmente solo, suspiro cansado, despedir a alguien esa realmente agotador, camino por los pasillo hasta llegar a la biblioteca, ese era su santuario, hay entre las paginas de sus libros favoritos se iban todas sus penas. Tomo un libro y dejo que todas sus preocupaciones salieran de su cuerpo hasta que al final concibió el sueño.

Su tranquilidad no duro, al principio creyó que era su hermano tratando de despertarlo, pero cuando aquellas manos fuera a un área más privada, se asustó y abrió de inmediato sus ojos, los cuales no podía creer lo que estaba frente a él, estaba la viuda, la que muchas veces llamo madre, semi desnuda encima de él, sus ojos estaban llenos de algo que él nunca había percatado antes

Madre, que es lo que sucede - reparando en su transparente ropa - y porque esta vestida de esa forma - bajando la mirada casi al instante

Acaso no es obvio - mientras acariciaba la cara del joven - necesito a alguien que consuele mi corazón y mi cama, eh estado esperando muchos años para poder tenerte solo para mi

Takafumi al escuchar semejantes palabras solo pudo sentir repulsión, acababan de enterrar a su padre, su amado padre, como siquiera era posible que saliera tales palabras de la boca de esa mujer - Disculpe señora lo que dice es asqueroso, no puedo y jamás la veré de esa manera-

La mujer lo miro enfadada - Soy joven y hermosa, como siquiera piensan en rechazarme - grito molesta, mientras azoto la cara de Takafumi con su mano, quien parecía totalmente en shock por lo que estaba pasando - Sabes querido, la verdad tendrás que hacer todo lo que yo diga, a menos que estés dispuesto a ver a tu hermano entregando su cuerpo al mejor postor en el burdel más asqueroso de la ciudad - sonriendo con superioridad - después de todo yo soy su tutora hasta que llegues a la mayoría de edad, o acaso me equivoco Takafumi

Sintió una rabia como nunca creyó podría en su vida, - ¡Jamás lo tocaras, mientras este aquí! -en tal arrebato empujo a su madrastra, quien al caer golpeo su cabeza contra un escritorio quedando inconsciente -Tomoyo - dijo asustado, la reviso rápidamente, pero solo estaba inconsciente, pero seguía asustado la maldita quería hacerle daño a su hermano, nadie iba a creerle, solo tenía una opción solo el podía proteger al Ritsu, corrió a su habitación y tomo todas las joyas de su difunta madre, la ropa que pudo, se lo llevaría yo llevaría con Masamune estando en el palacio nadie le haría nunca daño a su hermano.

El amor supera el ser HombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora