Capitulo 13- Lagrimas de Felicidad

1.3K 59 4
                                    

Había sido tan bendecido, y la prueba era ese hermoso hombre que dormía en su cama, llevando dentro su descendencia; y del cual no podía apartar la vista, queriendo absorber cada centímetro de su piel a través de sus ojos.

No puedo dormir si me miras fijamente; sé que mi cuerpo está cambiando y todavía faltan más cambios todavía; tal vez no te agraden pero solo serán unos poco meses.

¡Tonterías! – arrebatando las sabanas que cubrían la piel de su amante– eres hermoso, y el que lleves a nuestro hijo solo te hace más hermoso, nunca dejaría de amarte, además seré cavernícola pero para es como marcar mi propiedad, eres solo mío- mientras acariciaba su vientre- así que espero verte muchas veces más así- sonriendo pícaramente

Si serás idiota, como no eres tú el que debe luchar con sus vestidos todas las mañanas- dijo molesto el menor, pero lo hizo callar con un beso- Nunca digas eso te amo a como sea – parecía estar en una burbuja, la cual desapareció cuando el estómago del menor rugió con fuerza – parece que alguien exige su desayuno, pediré que avisen a Hiyo, debe estar desesperada por verte

Takafumi sintió un sudor frio correr por su espalda; Hiyori era hija única desde hace mucho tiempo; y si ella no quiere un hermano , ella... - Ella se molestara conmigo- dijo agachando la cabeza- ella es tu hija única, podría no...- siendo callado por los labios de Zen.- ella te llama mama, le gusta jugar a las muñecas contigo, gracias a ella entre en razón y volví a ti, en verdad crees que podría no amar cualquier cosa que venga de ti – en eso se escuchó que tocaron la puerta; era la pequeña, quien asomo su cara y al ver a Takafumi, bien y sano; sonrió, apresurándose a los brazos de este

¡Mama! ¡Estás bien, estaba muy preocupada!

Zen, estaba en lo correcto – Claro que si pequeña, estará mejor que nunca, pero ahora tendrás que cuidarla mucho

¡Pero!... – preocupada – no le pasó nada a mi hermanito –

¡Zen!, no dijiste que no le habías comentado nada -

Y así es; ¿Hiyori, quien te comento sobre él bebe?

La niño rodo los ojos, como si fuera la pregunta más tonta en el universo – Mama, tenía antojos, nauseas, mareos y se cansaba demasiado, y su estómago comenzó a crecer, creí que era una sorpresa para papa, y por eso no comente nada.

Takafumi pensó en todas aquellas veces en la que niña salía corriendo, si acaso mencionaba un alimento, y las noches que durmieron juntos, ella se acurrucaba a su estómago, incluso hubo noches donde le canto, siendo su cuerpo como no pudo siquiera sospechar que algo no estaba bien con él, que tonto había sido; soltando una pequeña risa

Pasa algo, ¿Por qué te ríes?-

¡Porque mi niña!, yo no sabía que estaba esperando, yo sé que tal vez no lo entiendas, pero se supone que yo no podía tener un bebe, así que por eso solamente creí que subí de peso por comer de mas, y el resto de síntomas no les tome mayor importancia; pero me alegra saber que él está aquí y que seremos una gran familia- dijo sonriente; mientras tomaba al hombre y la niña en un gran abrazo

Los días seguían pasando y todo parecía un cuento de hadas, Zen no dejaba de consentir a Takafumi, y la pequeña Hiyo, no paraba de hacer planes para su nuevo hermano.

Zen- llamo el pelinegro desde la puerta del estudio, al escuchar quien lo llamaba sonrió, y rápidamente acudió a su encuentro

¿Qué pasa mi amor? ¿Te sientes bien? – posando las manos en el pequeño relieve ajeno.

Se podía ver el semblante de precaución en Takafumi – No, pero, esta mañana llego esto – mostrando una carta – es la invitación al casamiento de Ritsu y Masamune, sé que ustedes no se llevan bien y voy a respetar...

El amor supera el ser HombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora