El amor supera el ser Hombre

Capitulo 2 - Ayuda desinteresada... Propuesta indecorosa

Como ya no tenía trabajo no podía darse el lujo de regresar a casa sin nada por delante, confiando en que su hermano empeorara, siguió su camino derecho buscando quien necesitara un poco de ayuda, lo que encontró no era fácil, cargar cajas, sacos de maíz, incluso hacer un poco de arado en los sembradíos cercanos era lo poco que podía obtener alguien como el, suspiro cansado miro su manos, las ampollas estaban rojas y otras ya habían reventado del esfuerzo, a pesar que ya habían pasado algunos años desde que nadie hacia algo por el bueno, su piel seguía siendo muy delicada, bueno su hermano también era muy débil para soportar el frescor del clima y al tener una chimenea y suficiente leña, era la razón que nunca se recuperara del todo.

Lo bueno es que el día estaba terminando las luces naranjas del sol que se ocultaba lo hacía sentir que podía respirar incluso le habían regalado un poco de pan, así que tendrían para cenar, al ir cada vez más cerca se sentía mas nervioso, no sabia porque, hasta que diviso por completo la pequeña cabaña, había un par de guardias al lado del lugar un elegante carruaje, fue tal susto al sentir que su madrastra los había descubierto que no reconoció de inmediato que el vehículo era incluso demasiado fino como para permitírselo, entonces otra idea surco su mente ¡Takano!, sería el, los había descubierto al fin, los venia a rescatar, pero la alegría duro poco, cuando reconoció al rey de aquellas tierras sentado en una de la pobres sillas de su hogar al lado de su hermano, se arrodillo inmediatamente posando su cara sobre la misma tierra, que podría estar haciendo el señor en mi casa se preguntaba.

Levántate - dijo amablemente

Takafumi ahora pudo ver y absorber cada una de las facciones de aquel rostro perfecto, en definitiva, era el señor, había visto uno que otro retrato en lo poco que estuvo en el castillo, el hombre era inconfundible

Tanto era el asombro que no se percato del hombre que revisaba amenamente a su hermano, confundido - Mi hermano

Tranquilo, acércate, es el medico de la corte, así que lo traje para ayudarlo -

No entendía lo que estaba pasando, el no era merecedor de tantas atenciones, sintió miedo por un segundo y volvió a caer de rodillas, el rey hizo un ademan con la mano indicando al medico que debía salir, dejándolo solo con el enfermo que dormía plácidamente y el chico que estaba de rodillas frente a él

El rey suspiro y se inclino frente a Takafumi, lo tomo de las manos y lo hizo ponerse sobre sus pies - La verdad he venido observándote desde que un día a lo lejos te vi, por un pasillo del palacio y ahora estoy aquí porque he venido a hacer una propuesta

Propuesta... De que demonios quiere decir con eso, no, no podría ser que viniera por su hermano, el sabia un poco de la vida del rey Kirishima Zen, tenía una hija, la cual por las leyes no podían heredar el reinado, por lo mismo tenia un harem de mujeres a su disposición para procrear a un hijo varón. ¡Oh no!, su hermano no sería usado para eso.

Señor - llamo en ese instante uno de los guardias - Y tenemos todo listo

Perfecto, vamos a trasladar al pequeño

Takafumi sumamente asustado, no podía defenderse de unos guardias, se lo iban a llevar, y en un momento sus ojos se nublaron con lágrimas. Zen al ver la rección del hermano hablo rápidamente - El medico dijo que tiene síntomas pulmonía que no se ha curado correctamente, por eso su condición sigue empeorando, si quieres que sobreviva vendrán conmigo en este momento, donde tendrán una cama caliente y las comodidades que necesitan ambos.

Se quedo estático un momento, era verdad lo que decía su majestad, su hermano podía morir si seguían así, pero iba a dejar las cosas claras.

Agradezco su ayuda su majestad - llamando la atención de este - pero si cree que podrá usarlo como una de sus muchas concubinas, está equivocado preferiría morir antes de ver a mi hermano en esa situación.

Zen sonrió con diversión, una fiera en verdad - ¡Oye! De tu hermano no quiero nada, esto lo hago por ti- acercándose hasta que lo mas cerca posible de la cara del contrario - a quien quiero en mi cama, es a ti

En shock apenas logro responder - Soy un varón y no soy ningún prostituto o su equivalente - severamente molesto

Acaso crees que eso a mi me interesa Takafumi, para mi eres atractivo, me imaginado muchas veces el que podría hacer con tu cuerpo, pero aun así lo importante es saber si quieres mejores condiciones para tu hermano o prefieres mantener tu orgullo y quedarse aquí ambos a sufrir frio y hambre y al final lo termines enterrando.

El cuerpo de Takafumi temblaba de rabia, ¡Maldición!, era cierto, todo lo que decía era cierto, además quien más podría tener misericordia de ayudarlos en esta situación

Nadie

Esa era la amarga respuesta - Yo... yo acepto, pero se lo suplico, prométame que jamás lastimara a mi hermano de alguna manera

Te lo prometo hermoso - dijo feliz, como un niño que había recibido un dulce, besándolo rápidamente - al único que pienso tocar y hacer es a ti y solo a ti.