Takafumi se encontraba en el jardín de palacio, habían pasado casi cuatro semanas desde que acepto sus sentimientos por Zen, y no podía ser más feliz, el hombre era perfecto, lo consentía en gran manera, incluso le había dado potestad sobre cada cosa en su hogar, así que poco a poco se estaba adaptando a su personalidad y aficiones, lo cual era maravilloso, su hermano también había retomado las actividades que habían quedado olvidadas cuando huyeron de casa; eso le dejaba mucho tiempo libre con su pequeña.
Y eso lo dejaba aquí, tejiendo o haciendo el durdo intento de ello...
Esto es muy difícil -
¡Mami! Debes aprender; acaso no quieres tejer los suetercitos de mi hermanito – curvo la niña su pequeño labio en un falso puchero; mas esas palabras habían causado que un tremendo dolor; como si una daga hubiera atravesado su pecho, pues él no podía cumplir su deseo. Solo pudo torcer su cara en una mueca que fingía ser una sonrisa
Hiyo, creo que es muy pronto para hablar de eso- dijo Zen, que había escuchado la conversación, mientras se acercaba a su compañía - ¿Qué lindo tu mantel cariño? Deberías mostrarles al tío Ritsu lo bien que lo haces – mientras ponía sus manos en los hombros de Takafumi
La cara de la niña se ilumino – Gracias papa, ¡Crees que le guste!
Por supuesto mi niña, ve ahora – casi saltando la niña salió a buscar a su adorado tío. Dejando solos a los amantes
Tú sabes que no fue su intención-
Lo sé, pero aun así me duele saber que no soy capaz de dártelo todo- mientras una lagrima bajaba por sus mejilla
Lo haces no dudes eso; ahora vamos a caminar un rato – jalando el cuerpo más pequeño
No quiero –dijo el menor mientras volvía a tomar asiento, un mareo no había invadido por el repentino movimiento - Por favor no insistas no me siento con ánimo y mi cuerpo tampoco lo está – Quiero estar aquí, un poco mas
Está bien, me dejas acompañarte – mientras depositaba un beso en los pálidos labios del menor, haciendo que este sonrojara, no se acostumbraría nunca a sus demostraciones.
El resto de la tarde suponía ser de los más tranquila, pero alguien seguía sin sentirse muy bien, había dejado la frescura del jardín y tenia horas tirado en el mullido sillón junto a una ventana en la habitación, el mareo que creyó era por el movimiento repentino no había desaparecido del todo, se sentía tan cansado, pero el hambre no dejaba que conciliara el sueño, debía pedir una merienda; pero no tenía voz para si quiera llamar un alma, dejo que al final su estado letárgico ganara y se rindió al descanso
Mi vida, despierta-
Se encogió en su cuerpo al escuchar la voz que lo seducía por momentos, pero su estado era sinuoso, no quería romper la tranquilidad de su descanso y ese hombre debería saberlo, seguramente su cansancio era su culpa; después de todo habían sido demasiadas las noches donde dormir se había vuelto imposible, tal vez un par de hora en la madrugada Morfeo lo acompañaba.
No quiero tengo mucho sueño-
Entiendo, pero estas seguro de querer perder la cena
¡Cena! - dijo con entusiasmo, alejando cualquier atisbo de sueño y dejando solo el ímpetu y ansiedad por obtener lo prometido
En un rápido movimiento dejo cómoda cama, sintiéndose mareado a nueva cuenta, lo oculto muy bien, de haber visto su tambaleante posición, no lo hubiera dejado levantar y hubiera sido confinado, hasta que lo revisara un médico, cuando solo era una cosa tonta el malestar, seguro por la falta de sueño. La cena siguió sin inconvenientes la vida seguía un curso tan satisfactorio que parecía una fantasía.
Aun incluso después de la tranquila cena familiar...
Takafumi jadeaba sin control, Zen; estaba comiendo fervientemente su pene llevándolo a la locura- por favor, si sigues así explotare - pero él no dejaría que su amante tuviera descanso, y de verdad estaba desesperado por volverlo loco, más cuando introdujo un dedo a su pequeño y palpitante agujero
Mmmm- no lo soportaba, sentía que moriría en la espera, cuando sintió un segundo dedo y poco después el tercero, el cual masajeaba constantemente su próstata haciéndolo retorcerse de placer al ser estimulado de esa forma - ya por favor, te quiero dentro de mi – rogo, Zen; levanto la cara que estaba sumergida entre las piernas ajenas – No; espera un poco mas, tienes que saber lo mucho que te amo, así que te tomare lento y disfrutare cada centímetro de tu cuerpo; a menos que estés dispuesto a rogar
¡Zen! Te lo ruego, te quiero ya dentro mío-
Ahhh ... Por favor ...
Oh. ¿Cómo podía negarse? Cuando su voz estaba llena de excitación
No iba a esperar más, introdujo su propio miembro en el contrario, haciéndolo gritar - AHHHHHH Zen –mientras sentía como se empujaba dentro de él, la fricción entre los cuerpos, era intensa; los movimientos siguieron aumentando de ritmo, se aferraban el uno al otro más y más, hasta que sintieron la liberación de ambos, dejándolos sudorosos y jadeando entre las sabanas de seda.
Amanecía, Zen fue el primero en despertar esa mañana; se revolvió un poco en la cama, vio que su acompañante seguía profundamente dormido, lo dejaría descansar, hace algunos momentos estaban entregándose el uno al otro, seguro estaba exhausto; beso su cabeza y salió de la habitación, la mañana era preciosa tal vez Hiyori, quisiera dar una vuelta por la pradera.
Así que su majestad no está disponible- dijo un hombre alto y gallardo de cabello negro
No mi señor, me temo ha salido por la mañana con la princesa por los prados- dijo sutilmente un sirviente
Hay alguien más que podría recibirme - siendo despectivo
Los sirvientes se vieron entre si - El consorte de su majestad
Escuchaba como golpeaban la puerta de la habitación, pero su estado soñoliento, hacia tan difícil poder abrir los ojos- después de una noche como la de anoche; quien no.
Pase-
De inmediato, doncellas que estaban que se encargaban de atenderlo entraron con desesperación- Su majestad, tenemos visita, de un príncipe que ha pedido refugio, para descansar él y sus hombres, el rey no está salió muy temprano esta mañana con la princesa, y el invitado exige se le atienda.
¡Maldición! Entendía lo que aquella mujer explicaba con apuro, así que ya no importaba cuanto sueño tenía, debía sustituir a Zen en esta ocasión, y en este punto solo él era apropiado- Muy bien, ayúdenme, debo vestir adecuado a la ocasión - las doncellas rápidamente encontraron una túnica, con hermosos bordado y lentejuelas que hacia parecer como estrella en el color cielo de la prenda combinando a la perfección con los ojos azules de Takafumi; estuvo listo lo más rápido posible, esperaba poder causar una buena impresión y a medida que se acercaba al salón donde los esperaban podía escuchar palabras que iban dirigidas a él...
¡Ah!, que descaro, entiendo que el rey no este, pero que tenga que ser atendido pon un calienta camas es inaudito -
Lo se mi señor, es muy descortés, alguien en su posición no es apta para tales responsabilidades- contesto un soldado
En verdad que piensa el rey, solamente es alguien para disfrute, increíble que manche la memoria de la difunta reina de esa forma-
Él no iba a soportar semejantes ofensas en su casa, ¿Quién se creía?, seguro un estúpido niñato hijo de papi; ahora le enseñaría con quien se estaba metiendo - Lamento mucho que mi presencia le sea tan desagradable su alteza, pero lamentablemente este no es su hogar o sus tierras y está ofendiendo nuestras hospitalidad- alzando suficiente la voz para ser escuchado en toso el salón
Ta ...Takafumi, eres tu
Al escuchar su nombre; enfoco la mirada en la persona que lo había pronunciado y sus ojos parecían querer engañarlo - Masamune
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El amor supera el ser Hombre
FanficTrifecta Yokozawa Takafumi ha tenido que escapar de la seguridad de su hogar, junto con su hermano menor, que deperara el destino para alguien que nunca se ha valido por si mismo Totalmente Editado