Capítulo 13: Ensayos

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Narra Pablo*

Hoy es sábado así que Marizza y yo iremos a su casa a pasar el fin de semana y  contarles la idea que tuvimos sobre poner una cuna en el cuarto que tenemos en el colegio y otra en casa de Franco y Sonia. Así si ellos aceptan puedan hablar con Dunoff el lunes para que nos de permiso. Estábamos nerviosos porque sabemos que es una idea bastante descabellada, pero no queríamos bajo ninguna circunstancia perdernos el crecimiento de nuestro hijo y eso significaba que teníamos que tenerlo en el colegio, esperamos que nos apoyaren en esta decisión. Eran los únicos que podían convencer a Dunoff

-Estoy nerviosa - dijo Marizza antes de llegar a la casa

-Yo también pero tenemos que tener confianza en que nos dirán que si

-A qué hora vendrá tu mamá?

-Creo que a la una de la tarde para almorzar, qué hora es?

-Las 12:30 ya debe estar por llegar - dijo Marizza abriendo la puerta principal. No había nadie en casa solo la mucama

-Donde está mi mamá y Franco?

-Salieron a una reunión del señor Colucci - nos dijo y subimos al cuarto de Marizza, nos acostamos encima de su cama a ver la tele. Al poco rato tocaron la puerta

-Pase - dijo Marizza

-Hola niños - dijo mi mamá entrando

-Hola má

-Hola Mora - nos paramos a saludarla

-Ay no lo puedo creer, mirá esa pancita hermosa - dijo tocándole la panza a Marizza - hola mi amor, nietito hermoso, qué grande estás, se nota que te están cuidando bien

-Está re grande, me desperté un día y estaba así, bueno supongo que fue creciendo de a poco y no lo noté hasta que mi panza ya tenía este bulto

-Y cómo te has sentido Marizza? - dijo tomándole las manos y nos sentamos en la cama

-Bien, súper bien, las nauseas han ido parando y lo único que me está pasando ahora que no me pasaba antes es el asco a los olores

-Excepto al de la comida - dije burlándome y me pegó en la pierna suavemente

-Entendé que tengo que alimentar a tu hijo

-Si Pablo, Marizza tiene que comer bien para que tu hijo nazca sano, además así la tenés feliz porque una mujer embarazada es muy hormonal. Yo con vos me enojaba y lloraba por todo

-Cómo lo hiciste con mi papá - ambas me miraron

-Bueno hijo, tu padre no tenía paciencia, él casi no estaba en la casa en mi embarazo, se la pasaba trabajando y cuando estaba en casa se encerraba en el despacho, decía que yo era muy molesta, en realidad tuve muchos antojos, un embarazo muy real

-No debió ser fácil estar sola - dijo Marizza sentándose al lado de ella apoyando su cabeza en el hombro de mi mamá

-No, no fue fácil - tomó la mano de Marizza - pero fui muy feliz porque tenía a mi hijo y estaba viviendo el momento más hermoso de mi vida, de alguna manera fue un peso menos no tenerlo a mi lado, así no tenia que seguir sus órdenes. Lloraba sola viendo películas, comía mucho chocolate y pizza, y cuando Pablito estaba muy inquieto escuchábamos música juntos hasta que se tranquilizaba - dijo mi mamá mirándome y la abracé

-Gracias por todo mamá, sos la mejor mamá que pude tener - me besó la cara

-Si Mora, sos una persona increíble y te quiero muchísimo, estoy feliz que seas la abuela de nuestro hijo. Le darás un poco de cordura porque los demás abuelos están locos - le dijo Marizza y reímos

Un pedacito de dos - PablizzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora