Capítulo 26: Cumpleaños (+18)

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Narra Marizza*

Mañana era mi cumpleaños, Mía por suerte tampoco quería una fiesta así que decidimos hacer una reunión con amigos en casa de mi mamá y Franco, Emiliano por otro lado ya tiene un mes y medio y es completamente hermoso, tiene un par de pelitos rubios y su nueva habilidad favorita es poner su mano dentro de su boca y chapotear en el agua. Por mi lado mi abdomen había vuelto a su tamaño normal aunque nunca fue una prioridad para mi, dejé que pasara lo que la naturaleza estipulara.
Estábamos en casa ya que es día viernes, Pablo había salido a dar un paseo con el bebé al jardín pero escuché que ya estaba subiendo las escaleras

-No se quiere dormir me rindo - dijo llegando al cuarto y acostándose poniendo a Emiliano en su pecho

-Al parecer aún tiene energía - dije notando que movía mucho sus manitos

-¿Por qué no querés dormir explicame o querés hacer una pijamada? - dijo Pablo en todo retador pero divertido a la vez y vimos algo hermoso

-¿Pablo él está...? - dije apuntándolo

-Sonriendo - sonrió junto conmigo y empezamos a llenarlo de besos lo cual lo hizo sonreír más

-Vos sos el bebé más lindo e inteligente del mundo mi amor - dije tomándolo en mis brazos y dejándolo en mi pecho tal como antes estaba donde Pablo, de a poco empezó a quedarse dormido

-Al parecer quería mostrarnos su nueva habilidad antes de dormir - dijo Pablo mirándolo feliz y besando su cabeza

-Me gusta tenerlo aquí encima mío, siento que le puedo dar mi calor

-Me pasa igual, es mi forma favorita de tenerlo

-Es hermoso nuestro príncipe, lo único malo es que está creciendo muy rápido

-Si a mí igual me gustaría que no crezca tan rápido pero el pediatra nos dijo que es porque está sano y eso es lo más importante - dijo poniendo su dedo en la mano de Emiliano quien dormido lo apretó

-Es verdad - dije mirando a Pablo - Bueno, creo que es hora de ponerlo en la cuna - lo tomé suavemente para que no se despierte y lo puse en la cuna a mi lado

-Hora y media para las 00 amor - dijo Pablo rodeando mi cintura cuando me volví a acostar

-No sé si siga despierta para entonces - reí

-Cumplirás 18 ya estás vieja

-Tengo claro que estoy vieja porque tengo sueño a las 11 de la noche pero en mi defensa tengo un hijo que me pide darle la teta a las 4 de la mañana

-Sos la mejor - me besó y me di vuelta para quedar frente a él

-Te cuento que ya podemos hacerlo - dije mirándolo y tocando su pecho desnudo

-¿En serio? - dijo apretando mi trasero

-Si, así que si vos querés andá a dejar a Emi a su cuarto porque no voy a coger al lado de mi hijo y ve a buscar los preservativos y apúrate antes que
quiera su leche de nuevo

Me hizo caso, fue a dejar al bebé a su cuarto y trajo el monitor de bebé, sacó los preservativos de la mesita de noche, volvió a la cama y se montó encima mío para besarme, yo estaba con un pequeño short rojo de pijama y un top verde corto que usaba para dormir y él solo con bóxers. Mientras nos besábamos Pablo puso sus manos en mi cintura subiendo y bajando recorriendo mi abdomen lo cual ya me tenía más que mojada, empezó a bajar sus besos a mi cuello y con su mano empezó a subir mi top hasta sacarlo y dejar a la vista mis pechos hinchados debido a la lactancia, los miró con lujuria y empezó a masajearlos y chuparlos pero con cuidado porque pese a la excitación él sabía que estaban un poco delicados. Siguió con el recorrido de besos hasta que llegó a mi vientre el cual succionó y miró con atención mi short, lo saco por completo y empezó su recorrido de besos al revés, esta vez iba subiendo, besaba mis muslos y al llegar tan cerca de mi intimidad notó que estaba mojada lo cual hizo que me mirara con una sonrisa traviesa y plantara un beso encima de mi ropa interior que claramente me hizo soltar un gemido, decidí cambiar la situación un poco, lo tomé de la mano para que entienda que lo quería sobre la cama lo cual hizo con rapidez, me senté encima de su bóxer en el cual sentí su dureza latir, masajeé sus testiculos por encima del bóxer mientras rozaba nuestras intimidades por encima de nuestra ropa interior, Pablo estaba casi transpirando por la desesperación y soltó un inevitable gemido, me bajé de encima de él y puse mis rodillas entre sus rodillas y así poder sacarle finalmente los bóxers dejando salir su miembro abultado que estaba a punto de eyacular, lo tomé entre mis manos y lo sobé con delicadeza

Un pedacito de dos - PablizzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora