Capítulo 43: La familia crece (+18)

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Narra Pablo*

Me sentí tán mal cuando me fui, estaba aterrado de lo que podía llegar a pasar, si Marizza abortaba a nuestro bebé por mi culpa yo me moría, jamás me lo podría perdonar. No estaba preparado para volver a casa así que conduje al departamento de mi mamá que por suerte no estaba lejos.
Al llegar me bajé del auto y el conserje me abrió porque me conocía, subí por el ascensor y toqué la puerta de su departamento, a los pocos segundos ella abrió

-Hijo, qué pasó que venís a esta hora?

-Puedo quedarme hoy aquí?

-Claro que si mi amor - dijo y entré al departamento sentándome en el sillón

-Mamá me mande una macana

-Qué hiciste? - dijo sentándose a mi lado y tomando mi mano

-Mamá, Marizza está embarazada de nuevo - agaché la cabeza y mi mamá me la levantó

-Hijo, eso es maravilloso, yo sabía algo de eso

-¿Cómo que vos sabias?

-No sabía que estaba embarazada, solo que tenía la sospecha, un día sin querer la escuché hablando con Mia y Luján, y Marizza estaba aterrada con lo que vos pudieras decir así que entré al cuarto para hablar con ella y tranquilizarla

-Mamá es que ella tenía razón entonces, yo soy un boludo de primera

-¿Por qué decís eso hijo? Eso no es verdad

-Porque sí mamá, yo le dije una sarta de boludeces y ahora está pensando en abortar

-¡¿Cómo?! No pará Pablo qué le dijiste

-Un montón de huevadas, que se embarazó a propósito, que me quería amarrar y otras cosas que prefiero ni decirte, además que yo no quería tenerlo

-Y eso es verdad Pablo?

-Claro que no mamá, es cierto que yo no esperaba ni quería tener otro hijo justo ahora en este momento pero la vida nos lo mandó y lo voy a amar igual que a Emiliano

-O la vas a amar

-Cómo?

-Que quizás sea una nena - me sonrió y eso me hizo acordar a mi sueño

-Fijáte que tuve un sueño del futuro, Emiliano se iba a acostar a mi cama y detrás venían Marizza con una niña igual a ella pero con mi pelo, algunas ondas y mis ojos

-Ese puede ser tu futuro hijito, ustedes deben estar juntos, sus hijos los necesitan ahora más que nunca

-Te imaginas tengamos una bebe nena? - le dije mirándola emocionado

-Y si Pablito, puede ser que sea una nena y ya tengan a la parejita, un nene y una nena

-Tengo que hablar con ella, no puedo renunciar a mi familia mamá

-Así se habla hijo - me dio un beso en la cabeza - pero ahora vamos a comer que ya es tarde, hoy duermes acá en casa y mañana vas y te la juegas por tu familia - me dijo y le hice caso, mi mamá siempre sabe qué decir.

Al día siguiente me levanté y desayuné con mi mamá, al terminar el desayuno decidí ir a buscar a Marizza, tenemos que hablar no podemos estar así si ambos nos amamos. Conduje hasta su casa y estuve mucho rato ahí al frente sin atreverme a entrar, hasta que solté un suspiro y decidí salir del auto y tocar la puerta. Esperé unos segundos y salió Luján

-Qué haces acá nene?

-Puedo hablar con Marizza

-No podés, no está

Un pedacito de dos - PablizzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora