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Salió del auditorio, al fin había terminado la reunión de introducción

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Salió del auditorio, al fin había terminado la reunión de introducción. Se dispuso a checar el horario que iba a tener en adelante, algunas nuevas normas y cambios en el campus.

No se quejaba pero, ¡mierda! ¿no es un poco tarde para establecer tales normas?
En medio del encierro le atacó la locura, se prometio que cuando fuera libre se haría un tatuaje y ahora resulta que esta prohibido ¿Que carajos? ¿Acaso eso importa ahora? ¡Claro que no! ¡Que se joda!

Bajaba las escaleras, se arrepiente de haber leído el manual "actualizado". Guardando las hojas en su mochila ignora el hecho de que casi se choca con alguien.

—Rayos, lo sien... — El sujeto simplemente logró esquivar, evitando el posible choque y paso de largo al peli-cenizo. —...¿to? — Eso lo dejó confundido, voltea su cabeza para mirar al sujeto, se sorprende al ver que era el pecoso.

¡Lo ignoro por completo! ¿Es que acaso no lo vio? ¡¿Y desde cuando se volvio jodidamente alto?!

No, no deberia darle vueltas al asunto, tiene que llegar a su primer clase del día.

Algo en lo que esta trabajando Katsuki es en desarrollar paciencia ¿lo malo? Es que la gente a su alrededor no cooperan, y uno en especial es el idiota a quien se encontró en las escaleras.

En el momento del receso, se encontró con un grupo de amigos, sin interés en ellos los iba a ignorar pero había alguien peculiar.
Era el peli-verde que noto al rubio y este sin dudarlo ni siquiera una vez, se volteo de espaldas evitandolo a toda costa.

Y la gota que derramó el vaso en Katsuki fue que sucedió lo mismo, pero esta vez en la salida. En esta ocasión el verdoso no prestaba atención a ninguno de sus amigos, estaba metido en su celular, pero este después puso su vista al frente y vio a quien menos quería. Sin demora el guarda su celular y finge prestar atención al grupo, sonrie para así disimular y hace como si nada, y eso hacia sacar de quicio a Bakugo.

Solo podía pensar que era un maldito desgraciado, no entiende su comportamiento, él debería ser así con Deku pero ya no, ya no más. Quiere cambiar los papeles, sin embargo el brócoli se incluyó sin avisarle.

En su trayecto para la casa, su mente fue invadida por inseguridades: ¿Por qué lo evita? ¿Por qué no le habla? ¿Por qué no lo mira? Y la inseguridad que andaba más en su cabeza era: ¿Me odia?

Tanta mierda en la cabeza sin sentido también desafiaban su paciencia. No lo quería aceptar pero cogió la costumbre del nerd de sobre-pensar.

Pero, no es que le quede de otra, simplemente no logra distraerse. Se ve a lo lejos que el peli-verde no tiene intención de interactuar con él, aunque él sea la única persona que pueda quedar en la tierra.

Solo necesita dormir.

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▸Maldita Cuarentena◂ ~ᰔDekubakuᰔ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora