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En la mañana siguiente cuando desperté Jaehyun ya no estaba a mi lado, suponía que estaría trabajando por la hora que era, justo hoy tenía una reunión importante.

Yo opte por levantarme e ir a ducharme, cuando terminaba de arreglarme recibí una llamada de Jaehyun, sonreí e inmediatamente respondí.

—Hola preciosa, ¿que tal amaneciste?—

—Bastante bien, aunque por la mañana me hacías falta tú—

—Yo también te extraño nena—

—¿Cuándo volverás?—

—Llegaré en la noche cielo—

—Oh, bien. Estaré aquí esperándote—

—Por cierto, te envié algo especial, espero que te guste—

—¿En verdad? Muchas gracias—

—Ya debo irme, te veo más tarde—

—Te amo—

—Y yo a ti— Jaehyun colgó la llamada para después reírse —Eres tan tonta, Seohyun

Después de guardar su teléfono en su bolsillo volvió a entrar a aquel restaurante donde había una chica esperando que terminará su llamada para continuar con su cita.

Seohyun estuvo ansiosa por saber que era esa sorpresa que le había mencionado Jaehyun.

Al escuchar el sonido de la puerta, rápidamente se acercó a abrir. Eran las empleadas del hotel que le habían llevado el desayuno.

Era una comida especial de la carta, y el postre era flan napolitano, el favorito de Seo, consigo también venía una carta.

Al abrirla se sentó en la cama y leyó la carta de amor que le había escrito su novio. Hacía mucho tiempo que Jaehyun no le daba cartas, solo le daba ese tipo de detalles en su cumpleaños o en aniversarios, y eso incluso a veces se olvidaba de hacerlo.

Sonrió al terminar de leerla y guardo la carta, después comenzó a comer aquel tan delicioso desayuno. Al terminarlo ordenó la habitación al igual que su maleta.

Solo llevaba la ropa de ayer, que justo habia enviado a lavandería, la que tenía puesta ahora, y su vestido para la fiesta de mañana, además de su pijama.

El vestido era el único que tenía, pues Jaehyun no la dejaba usarlos, a menos que fueran largas, todos los vestidos que tenía era cortos y según Jaehyun "se le veía todo" así que no le quedó de otra más que regalarlos a su hermana.

Más tarde solo decidió que cenaria algo ligero, algunas veces cuando comía demasiado le terminaba doliendo el estómago.

Mientras esperaba a Jaehyun miró una película, ya era muy noche y el sueño estuvo a punto de ganarle por lo que optó por mejor dormir.

No era la primera vez que Jaehyun no llegaba a dormir, sabía que su trabajo era muy pesado pero algunas veces llegaba a sospechar de eso, no sabía si era real lo que él le decía.

Aún así no quería desconfiar de él, porque lo amaba tanto como para aceptar que Jaehyun le hacía daño de todas las formas posibles, lo amaba tanto como para aceptar que debía dejar de ser tan ciega, estaba tan aferrada a él que no estaba lista para dejarlo ir y terminar todo.

𝑷 𝑺 𝒀 𝑪 𝑯 𝑶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora