CLOVER LOVE (Yuno x Oc) - Black Clover

Clover Love 011

Capítulo corto

Asta logró romper la armadura del enemigo con su nueva espada y tomando prestado el poder de Noelle, pero no salió ileso, un pedazo del mineral se clavo en su abdomen provocando que este cayera al suelo.

— ¡¡Asta!! — gritaron preocupadas Noelle y Shamyra

— ¡Mimosa olvídate de mi y ayuda a Asta por favor! — pidió la Silva

— Pero tú también estas... — Mimosa se negaba a dejar a su prima 

— Yo me ocuparé de Asta hasta que termines de curar a Noelle, Mimosa — habló la albina, deshizo el hechizo de protección y se acercó lo más rápido al Toro Negro, colocó sus manos sobre su herida — Magia de curación lunar: luz de luna — una luz blanca cubrió el cuerpo de Asta

— ¡Asta!

— Oye mocoso, abre los ojos! ¡¿Dónde quedó tu espíritu?! — gritó Klaus

— ¡No mueras antes de que yo te mate! — habló Luck 

— Estas escuchando ¿verdad Asta? Todos están preocupados por ti, no estas solo, así que resiste y abre los ojos

Pero no esperaban que el mago del Diamante volviera a ponerse en movimiento, no había sido derrotado. 

— ¡Un simple ingenuo como tú puede vencer a alguien como yo! — Habló, levantó la enorme mano de cristal y se formó aquella espada de nuevo

— ¡Shamyra, tienes que salir de ahí! — gritó Yuno preocupado desde su prisión. Estaba luchando por liberarse

— ¡No puedo mover a Asta, el cristal entro en su abdomen, podría ser peligroso para él! — respondió la princesa.

— ¡Muere! — finalizó Mars para arrojar la espada sobre sus enemigos

Yuno juntó todo su maná y con una potente corriente de viento se liberó del cristal que lo ataba, pero ninguno de los hechizos de su grimorio los salvarían a tiempo, pero no podía permitir que Asta, su gran rival y Shamyra, la chica que él amaba murieran en aquel lugar.

Fue como si el tiempo se detuviera, podía ver todo como en una cámara lenta, el rostro de su superior gritando, Noelle y Mimosa preocupadas, Luck intentando liberarse y justo al frente, Shamyra y Asta a punto de ser aplastados. A su lado había una pequeña persona de cabello rubio con lo que parecían ser alas y un vestido verde bostezando como si estuviera despertando de un largo sueño, ella se frotó los ojos y miró a Yuno; con un pequeño soplido de sus labios quebró fácilmente aquella espada y la armadura de cristal derrotando esta vez si al enemigo. El cristal que los ataba también se desvaneció y los dos antes atados se acercaron al pelinegro.

— ¡Yuno! ¿Qué hiciste?

— ¿Fue magia? ¿Qué hechizo usaste? — Luck estaba emocionado

Pero él no respondió a ninguna de sus preguntas y corrió directamente hacia Shamyra. Ella era lo único que le preocupaba. 

— ¡¿Te encuentras bien?! ¡¿Te lastimaste?! — le preguntó

— Estoy bien Yuno, tranquilo — Shamyra fue sustituida por Mimosa para curar a Asta

De pronto la mazmorra empezó a derrumbarse, debían salir de aquel lugar. 

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— No se que pasó, mi mente decía que no la siguiera, pero mi corazón decía que lo hiciera

— Y escuchaste a tu corazón

— Lo siento papá — se disculpó, para luego poner una sonrisa — fue lo mismo que sentí en el Reino del Corazón aun que también se sintió diferente, esta vez era cálida. Lo bueno es que al final no resultó malo, o eso creo

— ¿Cómo te dijo que se llamaba aquel espíritu?

— No se si puedes llamarlo espíritu, pero dijo que su nombre era...era...¡Zohar!

En la oficina del Rey Mago, un brillo intenso se hizo presente cegando a padre e hija, al desvanecerse y que ambos aclararan su vista frente a la princesa había un enorme dragón de escamas plateadas.

— ¿Me llamo, princesa?

✤─── Continuara ───✤

EXTRA: En el Reino del Corazón

Había pasado algunos meses desde que llegaron al Reino del Corazón, era de noche y Shamyra se había despertado por un mal sueño que ni ella recordaba, solo una sensación de un leve dolor le quedo en el pecho, quería salir a caminar un momento para que aquella sensación se le pasara. 

Los paisajes que ofrecía el Reino eran muy hermosos, dignos de un reino que está estrechamente relacionado con la naturaleza, sin darse cuenta camino hasta terminar fuera de los límites de la residencia donde se estaba quedando. Debía regresar, eso le decía su lado cuerdo, pero ¿Por qué su corazón decía otra cosa? Sigue adelante.

Un paso tras otro iban sus pies, avanzaban sin duda alguna, en medio de tanta vegetación la luz de la luna alumbraba su camino con un gran esplendor, y sin que ella se diera cuenta, la gema del collar en su cuello empezaba a brillar , brillaba más con cada paso que daba.

— ¿Princesa Shamyra?

Parpadeo un par de veces antes de girarse y encontrarse cara a cara a la actual soberana de ese reino, la Reina Lolopechika

— Saludos a su majestad — dijo la princesa con una reverencia

— No te molestes tanto con los modales y solo llámame por mi nombre ¿Qué haces fuera a estas horas? ¿Sucedió algo?

— No, claro que no — negó al instante — Solo salí a tomar aire y me distraje con los hermosos paisajes que terminé alejándome de los habitaciones

— Parecía que buscabas algo ¿Puedo ayudarte?

— ¿Buscaba? ¿Yo? — la reina asintió

— Caminabas apartando los arbustos y has escarbado entre la tierra

Shamyra miró sus manos, y efectivamente tenían tierra y su camisón estaba lleno de suciedad y rasgado por algunas ramas, simplemente era un desastre, Pero era extraño, ella solo sentía que estaba caminando

— No se que fue lo que me paso ¿Usted cree que soy sonámbula?

— Puede que sea eso — le contestó con una sonrisa — Volvamos que se hará más tarde y hará más frio, no quiero que una de nuestras estudiantes de intercambio termine enfermándose

Así ambas chicas regresaron al palacio, sin percatarse de quién las estaba observando, o mejor dicho, observaba a la princesa del trébol. Aquella persona se acercó a donde Shamyra escarbaba, apartó un poco de tierra y pudo ver su brillo. Le dio una última mirada a la albina antes de tomar el objeto enterrado.