Fuera de nosotros mismos ✔ | (+18) #2

06- tres, dos, uno... ¡vuelta al juego!

Capítulo 6

El frío era menos dentro de la cafetería, tenía un merecido descanso luego de aquella intensa reunión con los gerentes de org'nes y con... lo que sea que pasó con Dalter.

Me encontraba con mil hojas sobre la mesa, mi cabello desordenado por todos lados y mi poca imaginación para las ideas que debía dar para el bar.

Excelente, Eider.

Siempre piensas y... ¿ahora que debes no lo haces?

Froté mi rostro con ambas manos y solté un largo suspiro, uno que claramente Mónica no dejó pasar.

- ¿Cansada?

Resoplé - ¿Qué crees?

- Creo muchas cosas pero no creo que tú debas hacer este papeleo tu sola - se encogió de hombros y fruncí levemente el ceño -. ¿Y el gerente? ¿El que debe de trabajar contigo en el bar?

Bufé y volqué los ojos, volviendo a escribir absolutamente nada en las hojas.

- Ni me lo recuerdes.

Se aclaró la garganta - ¿Puedo preguntar algo? - la miré con irritación, ¿acaso no se cansaba de hablar cuando claramente necesitaba paz? -. No es nada malo, a menos que te lo quieras tomar así.

Ash, irritable.

- Habla.

- Biennn - canturreó y de inmediato supe que se trataba de algo que Mónica sabía me molestaría o de lo que no querría charlar.

- Escúpelo que debo ir al edificio, Mónica.

- Aysh, ya cálmate, ¡Tienes un hermoso humor, Eider, cada mañana mejora!

Ella fingió una sonrisa y no pude evitar reír ante su sarcásmo, sabía que no era de su agrado que yo estuviera tan malhumorada por las mañanas.

- Habla - sonreí negando.

- ¿Qué pasó en la reunión?

Fruncí el ceño y la observé fijamente.

¡mierda! Sabía a que iba el interrogatorio. Me detuve a estudiar cada uno de sus gestos, hasta el más mínimo y casi no visible. ¿Se habrá dado cuenta de alguna marca que desconocía? No debía tocarme o sería muy obvia o confirmaría sus sospechas, ¿Acaso Dalter o algún otro cliente habrá visto mi acercamiento en la oficina?

Deja de preocuparte, Eider, serás muy obvia.

Me encontraba nerviosa, en realidad, no me importaría ni en lo más mínimo que me hubiera visto pero ahora todo era diferente, tenía una pareja estable y gente que me había ayudado a escapar de mi pasado; tuve que convencerlos de que ya lo había olvidado todo cuando en realidad no era así.

Presioné mi mandíbula y finjí desinterés en el tema - ¿Porqué la pregunta?

- ¿Porqué respondes a mi pregunta con otra pregunta?

Te delatas, Eider.

Aunque solo Dalter se daría cuenta en este momento de que estás nerviosa.

Reí, con más falsedad que mi nueva vida sin atracción por Dalter - No sucedió nada especial, Mónica, no entiendo porqué lo preguntas.

Ella entrecerró sus ojos - Pues, porque el rubor de tus mejillas no ha desaparecido y sé diferenciar entre rubor del frío y rubor de ...

Alcé mi mano para que guardara silencio.

- Ni lo digas.

- Rubor de calentura o amor.