GOD

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¿Cómo pude no haberlo visto?

Se veía tan simpática.

Era solamente una cabra, nada de que preocuparse.

Pero se salio de control.

No pude hacer nada cuando atacó a esos granjeros, totalmente descarrilada y sin frenos.

Sus gritos, aún los escucho, me piden que los deje entrar.

Y eso hago, hijos míos, no se merecían ese destino y aquí estoy yo, para abrazarlos en mi reino y 

que el dolor ni las lágrimas inunden su alma otra vez.

Creo que... Creo que sé quien eres.

testimonios de mandela. // the mandela catalogue.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora