[6].164: 𝗧𝗜𝗠𝗢𝗦

905 90 48
                                    

TIMOS.

⠀⠀A la mañana siguiente, Lucy se despertó temprano, procuró no despertar a Harry y a sus dragoncitos, pero Urrax abrió sus ojos al sentir que ella se levantó y se apresuró a levantarse sacudiendo sus alas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

⠀⠀A la mañana siguiente, Lucy se despertó temprano, procuró no despertar a Harry y a sus dragoncitos, pero Urrax abrió sus ojos al sentir que ella se levantó y se apresuró a levantarse sacudiendo sus alas.

—Voy a buscar algo para comer —susurró, dándose la vuelta y caminando hacia la puerta.

No tuvo que llamarlo, él voló sobre la cama de Harry y se posó sobre su hombro. Bastó con solo dar unos pasos por el pasillo, cuando Hermione salió de la nada y comenzó a llenarle de preguntad sobre Harry.

—¿Por qué no me dijiste que llegó? ¿Dónde está? ¿Está bien?

—Hermione, recién me despierto, ten piedad de mi cabeza —habló somnolienta.

—Lo siento —se disculpó la castaña—, ¿dónde...

—¿Qué hacen? —Ron acababa de subir las escaleras y miró a ambas con confusión—. ¿Es una reunión de chismes?

—Cállate, Ron.

—Justo le estaba preguntando a Lucy dónde está Harry.

Ron pasó de ver a Hermione a ver a Lucy, y su mirada lo decía todo.

—¿Y por qué Lucy sabría dónde está?

—Bueno, Ron... verás... —Hermione miró a su amiga y luego a Ron.

—Está en la antigua habitación de Fred y George —soltó la pelirroja, cansada de tantas bombas de preguntas.

—¿Y tú cómo sabes? —Ron se cruzó de brazos.

—Yo... —se notaba desde lejos lo muy incómoda que estaba Hermione—, me adelanto.

Sin más, se apresuró a la habitación dónde dormía plácidamente el azabache.

—Hoy fui a tu habitación, mamá quería que te lleve el desayuno pero no estabas, ¿dónde estabas, Lucy?

Lucy lo miró en silencio un momento. Estaba harta de que Ron estuviera tan sobreprotector con ella, ni siquiera Percy era así, ya no dejaba que los chicos se le acercaran e incluso, a veces, la trataba como a una niña.

—Eso no te incumbe —lo pasó de largo.

—Claro que me incumbe, soy tu tío, Lucy.

—Tengo hambre —lo ignoró, bajando las escaleras.

A penas puso un pie en la cocina y Charlotte soltó un gritito de emoción, haciendo que la abuela Molly tirara las zanahorias que estaba picando.

—¡Lugy! —saludó feliz.

—Buenos días —saludó, acercándose Molly para dejar un beso en su mejilla.

—Buenos días, cariño —habló dulcemente, tratando de ignorar a la chica rubia irritante.

IGNIS, harry potter [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora