Cae la noche de invierno, sin luna visible, el cielo nublado, oscuro.
el pueblo pequeño, quieto, frío, me llena de memorias
¿cuan bendita fue esa noche?
las estrellas adornaban la vista aunque la mía estaba nublada por los sentimientos que brotaban de mi cómo agua de la fuente, dónde se mojaban mis más profundos pensamiento.
Pude sentirte frente a mi, podía mirarte sin ocultarme, conóceme cariño y perdóname por desearte con tal magnitud.
es la fuerza que equilibra la balanza de mi vida, este sentir, pensarte me mantiene en este plano.
Oh, cariño mírame y conóceme
oh, amado perdóname por querer sucumbir ante tanta lujuria
tu recuerdo intangente provoca desdenes en mi ser
cuanto quiero probarte
cuánto afán siente mi alma por tenerte y quedarme.
Principio de abril que acaba con mi marcado septiembre desdichado
tus manos son el alba posada en mis colinas heladas, petrificadas
brújula sin sentido, arrástrame hacía el sur del océano y ahogame en ese punto nemo
¿que tan inexplicable resulta mi sentir?
si soy contigo, por ti, deidad que me gobierna
La lluvia llena las calles causando algún tipo de calma momentánea
la gente danza para resguardarse
cariño, es similar lo que quiero
danzar, mojarnos y resguardarnos.
perdóname por desearte pero conóceme.
La torre Eiffel que habita en las caderas de la mujer que siente, que sueña y desea,
ansía conocer tu tacto, sentir tus besos.
Habita París, conquista mi Roma, quema el Vaticano y derrumba los altares dónde de rodillas te rezo.
Derrite las estatuas que se llevan la atención de mi fe y se tu, la única deidad, pecado, santo, juez y verdugo para mi vida.
ansiosa por sentir tu aceite, ungeme cariño.
Blasfemo, reniego y miento
conóceme y perdóname.
en tu barca perdida me encuentro
dentro de la divinidad que rodea tu ser
mis manos se mueren por tocarte
y mi fe, ansiosa por adorarte.
