Tus ojos oscuros, brillantes, hipnóticos
Albergan tantas emociones, para mí palpables
Te siento en el pecho
tu vos cautelosa y profunda, retumba en mi cómo eco infinito.
En la tierra inmaculada, el alba yace en tus labios, todo da vueltas en el Silente ocaso que muere en tus manos.
La lluvia moja los pies del caminante somnoliento, palido, fatigado.
¡Oh creación de mis mejores suspiros!
En el interior de mi agonía, parecía inmutable la esperanza, Lee mis líneas y revive mis páginas.
Tiñe con tus colores mis blancos lienzos y apaga las luces.
Te siento en el pecho y tú voz despierta mis aves.
Con tu presencia de pie viene a mi el sentimiento muerto, como un tercer día, como el crepúsculo corriendo y la luna iluminando.
Oh amado, hierve la furia dentro de mi alma
El viento destroza mi ira
Y tú sonido disipador de miedos
Siento tu incendio quemando las orillas.
Alguien grita '"llegó el fin de la angustia" y mi corazón se esfuerza por negarte.
Es mi alma la luz que ves
llueve en mi desierto eterno
Se inunda la embarcación en tus mares.
Te sé tan astuto y sagaz, tu memoria debe guardar mis sueños
Tu camino tan tuyo y mi vida libre corre en el muelle, esperando ahogarme en tus mares, arden las cruces de fuego, en el fondo inimaginable.
Retumba el eco de tu voz en mi coraza vacía, triste y taciturna.
Tu presencia fuente de energía que enciende poco a poco cada parte de mi ser.
Siento el incendio en tus orillas.
