Nanami está allí otra vez, buscando a los niños Fushiguro para que socialicen con Yuuji y Sukuna. Sobre todo Yuuji, que es quien más insiste en querer ver al niño Fushiguro.
Yuuji tiene un disco, una película nueva sobre súper héroes y la quiere ver con ellos. Los jovencitos se juntan en el sofá de la casita de Gojo y prenden la televisión antes de colocar la película.
Gojo está tarareando encantado, después de todo, tiene a Nanami de nuevo con él en casa.
Ya que lo tiene cerca, quiere sexo. Su instinto alfa aulla, se desespera, se emociona por la presencia del omega, por la nueva oportunidad de conquista que tiene. No sabe qué diablos le está pasando. Realmente no. Pero la forma en la que desea a Nanami no puede ser normal, rayos.
—Te ves agotado, Nanamin. —Gojo le dice—. Parece como si no durmieras ocho horas al día.
—A menudo no lo hago —responde, mientras pica las verduras para la sopa.
—Amo cuando me cocinas.
—Cocino para los niños.
—Y para mí~
—Principalmente para los niños, aunque no me cuesta hacer uno o dos platos extra.
Gojo se ríe animadamente. Nanami siempre se hace tan difícil de avergonzar.
Entonces, cuando ve el cuello inmaculado del omega, a pesar de tener collar, no puede evitar pasar su lengua por sus labios.
Es tan apetitoso.
Recuerda cuando Nanami lo ayudó en su celo más reciente. En su mente, hay partes borrosas de ese loco día, pero al menos recuerda las mejores partes. Nanami pertenece allí, debajo de él, abriendo sus muslos maravillosos. ¿No es así?
—Aún recuerdo mi celo~ —Le dice, olfateando los rubios cabellos suavemente—. ¿Qué pensaron los niños sobre el regalo que les mandé cuando nos separamos?
Nanami gruñe y Gojo sonríe un poco más.
—Sabes que no les dí el café que mandaste, Gojo.
—Ow, es una pena. —Exagera un suspiro—. Era café de primera calidad~
Se burla un poco. Porque Nanami, tanto como Gojo, sabe que mandárselo a los niños fue solo una forma de hacer que Nanami tenga el presente en su poder. No lo compromete a ningún cortejo, pero al menos goza del presente. Ya significa algo.
Satoru siente a su alfa interno sacudirse impaciente, alborotado. Ya que tiene al precioso omega a su merced, en su territorio. Tan perfecto. Probablemente conseguirá sexo pronto ¿No?
Solo necesita que los niños se distraigan lo suficiente.
Pensando en eso, llega la hora del almuerzo y, mientras los chiquillos conversan entre ellos, Gojo no disimula su interés en Nanami, deslizando su pierna para tocar, con su pie derecho, la pierna del omega. El rubio se sobresalta un poco, y le dedica una mirada de reproche, mientras el alfa solo le sonríe pícaramente.
Sukuna lo mira con sospecha, el mocoso no tiene ni idea de las perversidades que corren por la mente de Gojo cuando se imagina a Nanami en su cama, pero parece que percibe el interés inminente del alfa sobre el omega. Como el cachorro que es, probablemente sospecha que el aroma que emite Gojo es el de cortejo. Si el mocoso en un futuro se presenta como alfa, podría asegurar que Gojo está interesado en Nanami. Realmente espera que Sukuna no se presente en mucho tiempo aún, o se convertirá en un verdadero calvario sobre protector sobre su cuidador omega, mirando a Satoru como una amenaza, un disturbio para su pequeña familia. De hecho, ya lo ve así, no quiere imaginarse cómo lo verá cuando se presente como alfa.
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Lustful Alpha / Fic # 4
RomansaSatoru busca, en diferentes cuerpos, el consuelo que necesita para poder olvidar a Kento. Pero, incluso acostándose con omegas, no lo consigue. Afortunadamente, un regalo del destino le lleva a Kento de regreso a sus manos. Va a demostrarle a Nanami...