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Se sentía tan ligera, el helado le cambiaba su mente tan rápido, que parecía anormal su actitud repentina. Sus mejillas ligeramente rojas en su piel pálida, la hacía ver como un bello paisaje que era muy difícil de encontrar. Era sin duda un distinguido entre los demás, y no sólo hablaba del fuerte aroma a Lirios que llevaba consigo.
Su cabello blanco atado en una trenza, con su flequillo que le tapaba la mayoría de la cara, la hacía ver tan genial y adorable a la vez. Y sus ojos ojos caídos, que brillaban como zafiros entre luz mirando el helado de vainilla que tenía en sus manos.
Todo de ella la hacía verse como una muñeca, una linda y hermosa muñeca, que estaría de colección por todo el mundo.
Pero aun así, ella no recibía los suficientes cumplidos que le tendrían que dar. White lily, una de las estudiantes más inteligentes de toda la academia y con una bellaza unica, apenas podía oír los alagos de sus maestros. Y ella sólo respondía con un suave "Gracias".
No es como que ella deseara esa atención, más bien prefería comer su helado favorito sola y ser la mejor de su clase.
El viento estaba algo fuerte en ese momento, por lo cual se giro para seguir comiendo en paz sin que ninguno de sus pelos estuvieran en su cara. Al instante White lily pudo visualizar a unos pocos metros a otro alumno, pero no a cualquiera, si no a su mejor amigo, Pure vanilla. Podía reconocerlo sencillamente, su piel morena y su cabello corto dorado, se hacía ver muy fácil entre la multitud.
Pero no estaba solo, unos tres alumnos más jóvenes estaban a su lado. White lily sabía muy bien lo popular que era su amigo. Pero no le molestaba que estuviera rodiado de mucha gente. Mientras que no amenazara su puesto de la mejor de la clase, no se molestaría con el.