Me desperté solo en la habitación, supuse que Draco estaría desayunando así que me cambié de ropa y me dirigí a buscar a Luna.
Nada más salir al pasillo la encontré esperándome.
-Hola Luna, perdón por hacerte esperar...-
-Calla y toma, están deliciosos- Me metió un bollo en la boca sin preguntar.
Nada más darle el primer bocado noté el chocolate caliente, estaba buenísimo.
-Vamos, tenemos que ir a clase de pociones, te has levantado muy tarde y casi no llegamos- Añadió mientras apresuraba la marcha.
Mientras corríamos a clase de pociones tuvimos tiempo de hablar un poco.
-¿Que tal has pasado la noche, has conocido alguna amiga? Le dije.
-Mmm pues no, las chicas no me hacen mucho caso... pero no importa, ahora estoy contigo. Dijo mientras sonreía. - Y a ti, ¿Cómo te fue?-
-Tengo que compartir habitación con un chico, se llama Draco, de momento me llevo bien con el-
Al fin, la clase de pociones. Corrimos a sentarnos, Severus nos miró con mala cara pero no dijo nada, fuimos al final de la clase, las mesas eran de 3 y nos sentamos en una vacía.
Empezó la clase y unos minutos después llegó Draco jadeando como si hubiera venido corriendo.
-Pasa Draco, pero no vuelvas a llegar tarde-
Se sentó junto a mi en el sitio que quedaba.
-Gracias por avisar, te he estado buscando para nada- Me susurró Draco enfadado.
-Lo siento, cuando me desperté pensé que te habías ido con tus amigos-
Draco fue a decir una última palabra pero se arrepintió.
Al terminar la clase Draco salió corriendo enfadado y yo me dispuse a seguirlo.
-Luna, no vengas por favor- Le dije preocupado ya que no quería que Draco pagara su enfado con ella.
Salí corriendo y lo vi correr a lo lejos, iba hacia el baño. Cuando me acercaba al escuché un fuerte golpe y sus gritos.
-¡DRACO!- Grité entrando al baño. Había un enorme Troll que tenia atrapado a Draco, el Torll llevaba una enorme maza que comenzó a levantar para intentar golpear a Draco.
-AYÚDAME POR FAVOR- Gritaba Draco desesperado.
Tenia que usar mi varita pero no la había usado después de lo que pasó en la tienda. Saqué mi varita y me dispuse a usarla.
-"Expelliarmus"- Funcionó, la maza del Troll cayó al suelo rompiendo algunas baldosas. Draco aprovechó para correr y llegar hasta mi.
El Troll golpeo el marco de la puerta destrozándola y dejándonos sin salida. Comenzó a dar pasos hacia nosotros y no sabíamos ningún hechizo que pudiera pararlo. Mire a Draco mientras el Troll levantaba sus puños para dar un último golpe.
Draco me abrazó, con todas sus fuerzas mientras lloraba. Mi cuerpo comenzó a arder y mi vista comenzo a nublarse, estaba volviendo a pasar... Sin quererlo comencé a elevarme, y a soltar un aura verde.
-TOM, ¿QUE TE PASA? Gritó Draco llorando tirado en el suelo.
El Troll estaba apunto de golpearlo y yo no era consciente de nada, justo antes de que lo golpeara un impulso se movió en mi.
-"AVADA KEDABRA"- El hechizo impactó de lleno en el Troll. Caí en picado al suelo y lo ultimo que pude ver fue a Draco corriendo para intentar cogerme, después mi vista se nubló del todo.
El Troll comenzó a tambalearse, iba a caer sobre nosotros. Draco me arrastró hasta una esquina del baño para evitar que nos diera.
-¡Tom! Reacciona, aguanta un poco más, tenemos que ir a la enfermería...- Dijo Draco aun llorando.
-APARTAOS DE LA PUERTA, RÁPIDO- Gritó Severus desde fuera, por suerte estábamos lejos del ella.
-Bombarda- Severus hizo desaparecer en una explosión las piedras que bloqueaban la entrada. -Vamos, tenemos que llevarlo a la enfermería-
Desperté en la enfermería, Draco, dormido y Luna estaban a mi lado sentados en un pequeño banco.
-¿Cuanto llevo aquí? Pregunté.
-Desde ayer... Y te tendrás que quedar unos días más, te hicistes muchas quemaduras- Dijo Luna preocupada.
-¿Se sabe algo de por qué había un troll en el baño?
-No, aun no...- Respondió agachando la cabeza.
-Por cierto, gracias por haberte quedado conmigo Luna , no tenias por qué...-
Luna se acercó y me dio un beso en la mejilla.
-No las des. Voy a traerte algo de comer, ahora vuelvo- Dijo mientras se iba sonriendo, como era típico en ella.
Draco se despertó al escuchar la puerta de la enfermería cerrarse. Tenia algunas vendas en las manos, al parecer también se hizo algunas quemaduras al abrazarme y tirar de mi para salvarme.
-Tus manos, lo sien...- Draco no me dejó terminar la frase y me abrazó-
-No vuelvas a hacer eso, te volviste un monstruo por unos momentos. No eras tu, no era tu voz, no eran tus ojos...-
-Lo se, pero cuando me pasa eso no puedo controlarlo...-
-¡Eres tonto Riddle!- añadió dejando de abrazarme y poniendo su típica cara de desprecio.
-Oh ¿Ahora me llamas Riddle? Cuando estuviste a punto de perderme me llamaste Tom, pero he de reconocer que fue muy romántico- Dije con un tono sarcástico y riéndome a pesar del dolor-
-Serpen...- Comenzó a conjurar Draco.
-NOOO, esta bien, esta bien... Lo siento pero no lo hagas por favor-
-Como has podido pensar que lo haría si no puedes saltar ni huir de ella, que poco me conoces...- Dijo riéndose.
Luna entró con un plato lleno de comida, y vino hacia nosotros.
-Bueno Tom, voy a terminar el trabajo de defensa contra las artes oscuras, después nos vemos, adiós a los dos- Dijo Draco antes de irse.
-Adios, Draco. Tom, te dejo aquí la comida, ¿Podrás tu solo? Minerva me pidió a mi y a unas alumnas que le ayudáramos con unos asuntos de chicas...-
-Muchas gracias Luna, puedes estar tranquila estaré bien, intenta divertirte-
-Gracias, recuerda que puedes pedir ayuda a la enfermera si la necesitas, que no te de vergüenza- Añadió antes de cerrar la puerta.
Nos salvé de morir aquel día, pero no puedo dejar que esto vuelva a repetirse como si nada como pasó en la tienda... Tengo que aprender a controlar lo que sea que tenga dentro. Ahora me quedan unos días de estar en cama, pero con ellos dos a mi lado se me harán más amenos.