Hoy desperté con Draco abrazado a mi espalda como un koala, algo me dice que este invierno no pasaré frío...
-Draco, despierta- Lo llamé pero no se despertó, se agarraba más fuerte.
-Venga Draco, ya me abrazaras luego...- Intenté convencerlo sin éxito.
-Te suelto si te vienes a darte una ducha conmigo- Me dijo susurrando.
-Já. Ni de coña- Le respondí.
-¿Por qué? ¿Ya no me quieres?-
-No- Respondí, intentando no reírme.
-¡No te creo!- Dijo ofendido.
-Solo quiero que esto sea nuestro secreto, Draco-
-Y el de Luna y Snape- Añadió riendo.
-Severus no dirá nada, pero espero que Luna no vaya contándolo por ahí...-
-Tranquilo Riddle, no lo hará, creeme...- Respondió.
-No te pases mucho con ella, conejito valiente- Añadí riendo.
Por primera vez le hizo gracia que lo llamara conejito.
-Bueno, vamos a ducharnos que llegamos tarde- Dijo levantándose de la cama y poniéndose los zapatos.
-Va, pero manteniendo las distancias que te conozco-
Fuimos a ducharnos rápidamente y luego a desayunar donde nos encontramos con Luna, nos sentamos a su lado.
-Hola Luna...- Dijo Draco sacando su varita y pasando su mano por encima de su hombro.
¿Esta loco? ¡Cualquiera podría verlo, tengo que hacer algo!
-¡Avis!- Conjuré en voz baja.
De mi varita salieron docenas de pájaros que revolucionaron el comedor.
Draco efectuó su movimiento.
-Obliviate- Susurró apuntando directamente a Luna.
Cogí un par de bollos y salimos corriendo hacia nuestra habitación, aún teníamos media hora antes de empezar la clase.
Al entrar nos sentamos en mi cama a terminar de desayunar.
-Listo, ¡Ha sido fácil!- Dijo Draco orgulloso.
-Podias haberme avisado de tu plan, podían habernos pillado...- Le reproché.
-Siempre igual Riddle, pareces mi mami...-
-La mami de un conejito muy mono- Le dije untando su nariz con un poco de chocolate del bollo.
-¡Para, me vas a manchar la túnica!- Respondió indignado.
-¡No!- Respondí volviendo a coger un poco de chocolate.
Con un movimiento rápido, intente alcanzar la mejilla de Draco, el me empujó y el chocolate cayó en su pantalón.
Draco me miró como si quisiera matarme, no soportaba ensuciarse.
-Bien Riddle, ahora lo vas a limpiar- Dijo señalando el chocolate que estaba peligrosamente cerca de su entrepierna.
-¿En serio?- Dije con un tono burlón.
-¿A caso parece que estoy de coña?-
-Esta bien chico, no te pongas así... - Le respondí mientras cogía un pañuelo.
-No Riddle, con un pañuelo no. Lo harás con la boca- Dijo poniéndose en pie.
-Draco no pienso ponerme a lamer tu pantalón, además cualquiera podría entrar y vernos- Le dije.
-Lo harás, te lo advertí y no me hicistes caso...- Dijo mientras me agarraba del pelo y me obligaba a arrodillarme.
-Que mal me tratas...- Le dije.
-¡Que limpies!- Insistió.
Comencé a limpiar el chocolate de su pantalón con cuidado, notaba como Draco disfrutaba. No entiendo como podía disfrutar con algo así...
Cuando ya casi había terminado noté como algo debajo del pantalón de Draco rozaba mi boca.
-¿¡DRACO!?- Grité separándome de el.
-Tranquilo tonto, sólo es mi mano- Dijo sacando su mano del bolsillo del pantalón y riéndose como nunca lo había hecho.
-Pues ahora te lo limpias tu, guarro- Le dije con una mirada de odio.
-Voy a cambiarme de pantalón antes de ir a clase- Dijo mientras abría su maleta.
-Puedes guardar tu ropa en mi armario ya que te vas a quedar en mi habitación definitivamente...-
-¿Quieres que me vaya?-
-¡Claro que no!-
Draco se quito el pantalón antes de que pudiera apartar la mirada.
-Ohh, aún los usas de color verde...¡Que mono! Sólo te falta el lacito- Le dije con una voz dulce.
-Y eso demuestra que te morías por verme sin pantalones...- Dijo con aires de superioridad.
-Si tu lo dices- Le dije levantandome de la cama.
-Anda, vamos a clase que no llegamos-
Volver a la rutina nos hizo acabar muy cansados, y la clase de Aritmancia casi consiguió que me quedara dormido... Las demás clases fueron algo más llevaderas.
Al acabar la clase de Pociones, nos dirijiamos por fin a nuestro cuarto a relajarnos un poco pero Severus nos detuvo antes de salir por la puerta.
-Con vosotros tenía yo que hablar para de alcornoques...- Dijo sentado en su silla y con los brazos cruzados.
¡Mierda! ¿Se habrá dado cuenta de lo de esta mañana con Luna? Es imposible, Draco solo borró el recuerdo de cuando nos pilló en el pasillo...
-Draco, me puedes explicar que tiene de malo que duermas en tu habitación...- Dijo Severus.
-Pues... Es que... Mmmm, no me gustan mis compañeros de habitación y... Riddle esta sólo...- Dijo Draco súper nervioso.
-Tom siempre ha querido una habitación para el sólo...- Aclaró Snape.
-Pooorfi Severuuus- Dijo Draco con cara de pena.
-Bueno, que decida Tom-
-Mmm, prefiero dormir sólo...- Dije en un tono muy serio.
-¿¡QUÉ!?- Gritaron Snape y Draco a la vez.
-Es bromaa, claro que puede dormir conmigo- Acalré riendo.
-Por cierto, parejita; procurad no usar el hechizo Obliviate cada vez que os pillen o tendré que castigaros. Y Draco puede hablarte de mis castigos mejor que nadie, Tom...-Dijo girándose y dándonos la espalda.
-Gracias, Severus- Dije.
-Te oido, Severus...- Dijo Draco.
Nos despidimos de Severus y volvimos a "nuestra" habitación para hacer los trabajos que nos mandaron y a practicar algunos hechizos.
-Al fin acabamos, que dia mas largo...- Dije tirandome sobre la cama.
-Si, pero la noche lo será aún más Riddle- Dijo tirándose sobre mi.
-Por dios vivirias en mi cama si te dejaran...- Le dije mientras le despeinaba el flequillo.
-Riddle... Deborame los labios...- Me pidió en un tono al que era difícil resistirse.
Tiré de su corbata hacia mi y mordí sus labios antes de besarlos durante unos segundos.
-¿Que le apetece al Señor conejito ahora?- Le susurré.
-Quiero mi zanahoria, Riddle-
