En cuanto la puerta se cerró detrás de ellos, Harry dejó escapar un suspiro de alivio al cambiar todo su comportamiento. Era libre, no volvería a estar encadenado y los que habían ayudado a conseguirlo estaban aquí con él.
Volviéndose hacia Tom, le dedicó una tímida sonrisa -Gracias-.
El hombre negó con la cabeza -En todo caso, Harry, tengo que darte las gracias. Dumbledore aún no lo sabe, pero prácticamente me ha dado la guerra sin quererlo. Sinceramente, no creo que la victoria pueda saber más dulce-.
Al decir esto, una mirada persistente se dirigió a los labios de Harry, haciendo que el Potter se sonrojara mientras miraba hacia otro lado. No lo diría en voz alta, pero descubrió que tampoco le importaba besar a Tom. El hombre era lo suficientemente atractivo, pero de nuevo, él había conocido esa parte cuando tenía doce años.
Ver el hombre en el que se había convertido Tom Riddle, y la forma en que se comportaba como el vencedor de todo esto. Podía admitir para sí mismo que estaba deseando ver lo que le depararía el futuro, después de todo, podrían no amarse. Pero ambos habían hablado de que algo así sucedería y de cómo lo afrontarían. Con una atracción mutua, no sería realmente difícil encontrar un terreno mutuo y ver qué crecía a partir de ahí.
Remus se aclaró la garganta, aunque parecía visiblemente arrepentido de haber interrumpido el momento.
-Tenemos que ponernos en marcha si queremos salir todos de aquí antes de que aparezca Dumbledore. Por mi parte, no puedo ver al viejo después de lo que le hizo a Harry-.
Ante esto todos asintieron, Tom se apartó para dar espacio a Ginny y Remus para abrazar a Harry antes de que la pelirroja se agarrara al brazo que le ofrecía el hombre lobo. Sonriendo a Harry al ver el alivio y la alegría en su rostro.
-Haré que los gemelos me traigan en algún momento, si te parece bien-.
Ante el asentimiento de Tom, Remus hizo la misma pregunta. Añadiendo que llevaría a Sirius con él, ya que el Lord Black estaba preocupado por su ahijado pero no podía venir a ver la ceremonia de la boda por sí mismo -(dado que Dumbledore aún no había hecho nada para asegurarse de que tuviera su libertad de nuevo)-. Tom también estuvo de acuerdo, añadiendo que estaba pensando en una forma de demostrar la inocencia de Sirius y a la vez desacreditar a Dumbledore.
Remus esbozó una pequeña sonrisa al oír eso, saludando a Harry con la mano antes de girar sobre sus talones y alejarse del ministerio, llevándose a Ginny con él para que tuviera un poco más de paz y tranquilidad antes de que la dejaran de nuevo en casa de los Weasley.
Tom hizo que Lucius se adelantara, antes de ofrecerle un brazo a Harry y aparecerlos hacia la Mansión Malfoy. Su propia casa seguía en obras, ya que el torreón de Slytherin no había visto un dueño en casi quinientos años y, sin que nadie visitara el edificio, los elfos domésticos que lo regentaban se habían quedado sin magia y habían muerto. Por lo tanto, el lugar estaba cubierto de maleza y necesitaba ser arreglado.
Con una mueca de dolor por las náuseas que lo invadieron en cuanto el mundo dejó de girar, Harry se aferró al brazo de Tom mientras esperaba que se le pasara. Una parte de él no veía la hora de aprender a aparecerse, con la esperanza de que al hacerlo demostrara por fin que no reaccionaba mal a todos y cada uno de los medios de transporte mágicos.
Al abrir los ojos, un suspiro de alivio volvió a salir de él -Por fin soy libre-.
Tom asintió, con una suave sonrisa en el rostro, mientras guiaba a su joven marido por los pasillos hasta las habitaciones que serían suyas por el momento. Dado que esto había surgido en la conversación, se decidió que tendrían una habitación común, pero que dormirían en dormitorios separados por el momento.
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THE CONTRACT
FanfictionAl encontrar los amigos más improbables durante su cuarto año, Harry tuvo la oportunidad de desarrollar su verdadero yo. Para asegurarse de que era más que capaz de ser él mismo, y no lo que esperaban de él. Cuando se presentó la oportunidad de segu...