THE CONTRACT

Capítulo 6

El tiempo que pasó en la mansión Malfoy fue el período más relajante que Harry recordaba en su vida, ya que, por un lado, no tenía ninguna obligación y podía hacer lo que quisiera. Teniendo en cuenta que primero lo habló con la familia propietaria.

Como Draco y él se llevaban muy bien, no hacía falta decir que los dos pasaban mucho tiempo juntos. Estudiando, o jugando al quidditch en los vastos dominios que rodeaban la mansión.

Si no estaban haciendo eso, y Draco se ocupaba de sus deberes como Heredero Malfoy; Harry pasaba tiempo con su marido para conocer un poco mejor a ese hombre. Había atracción, pero para que un matrimonio funcionara, sobre todo viendo que era lo único que aseguraba que Harry estuviera libre ahora mismo, tenían que trabajar en esto.

Si, en un momento dado, acordaban que esto no iba a funcionar, siempre podrían conseguir un divorcio después de que todo estuviera dicho y hecho. Dado el estado del Mundo de los Magos, y la forma en que Dumbledore esperaba que la victoria le fuera servida en bandeja de plata, necesitaban que esto funcionara ahora mismo.

Harry, al menos, no creía que este matrimonio fuera a fracasar. Él y Tom eran muy parecidos en muchos aspectos. Sabía que el otro hombre era guapo, lo había visto cuando tenía doce años en la Cámara de los Secretos. Sin embargo, de adolescente Tom había sido arrogante y estaba completamente obsesionado con la restauración del mundo mágico.

El Tom adulto se había suavizado, había buscado apoyos y había encontrado gente para hacerlo. Suficiente gente como para que Albus Dumbledore lo percibiera como una amenaza a la que había que enfrentarse de cualquier forma posible. No había funcionado, no durante el largo tiempo que Dumbledore había esperado que lo hiciera, dado que esto había sucedido ahora.

-¿Y qué pasa ahora que estamos casados?-.

Tom tarareó al oír eso, dejando a un lado el libro que había estado leyendo. -Bueno, tenemos un mes antes de que llegue septiembre y me refería a lo que dije sobre hacerse cargo del colegio. Por ahora, sin embargo, podemos simplemente conocernos mejor, ya que fuera de algunas cartas de ida y vuelta, no tuvimos la oportunidad de hacerlo-.

Harry se mordió el labio -¿Y para la parte real de nuestra relación?-.

Tom parecía aturdido al escuchar eso, antes de que una suave sonrisa se apoderara de su rostro, -No te obligaré a hacer nada. Nos hemos casado mediante un ritual que se solía utilizar en los matrimonios políticos de los tiempos antiguos, en los que un heredero no era tan importante.

No tenemos que dormir juntos a menos que queramos hacerlo. Comparado con otros rituales o ataduras matrimoniales esto no nos empujará a tener relaciones sexuales para producir un heredero-.

Harry palideció ante eso, olvidando que había leído sobre rituales que funcionaban así. Aunque estuvieran prohibidos, no le extrañaría que Dumbledore tratara de asegurarse de que tuviera algo que los dominara. Saber que Tom se aseguraba de que eso no sucediera era un gran alivio.

-Así que sólo nos conocemos y miramos con alegría cómo Dumbledore se da cuenta en septiembre de que ha renunciado a la guerra-.

-Junto con asegurarnos de que su reputación esté bien y verdaderamente arruinada. Ni siquiera tendré que matar al viejo culón, él se asegurará de que la vida a la que se había acostumbrado tenga una muerte dolorosa y todo el mundo lo vea como la gente que realmente es-, sonrió Tom al decir esto.

-Lleva demasiado tiempo al frente de nuestra sociedad y eso se nota. Hemos dejado de progresar e incluso estamos retrocediendo en mi opinión. Esto tiene que cambiar, y rápido; y creo que podemos empezar a hacerlo tomando el control de Hogwarts. Asegurándonos de que las mentes jóvenes de este mundo, o que están entrando en el nuestro, sean educadas en lo que realmente está sucediendo-.