Capítulo 21 (La caída de Naxxramas, segunda parte)

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"¡MANTEGANSE FUERTES HERMANOS Y HERMANAS" Grito Furion a sus fuerzas, mientras derribaba a otro necrófago.

Las fuerzas de la plaga los habían estado atacando durante 15 minutos, pero el ataque fue feroz que bien podría haber durado horas. Fue bastante inesperado. Ahora, estaba siendo invadidos por un ejército de muertos y demonios y otras variedades de monstruosidades. La batalla había comenzado a su favor debido a su posición atrincherada, pero esa ventaja desapareció rápidamente cuando la gran cantidad de fuerzas enemigas se hizo evidente. Tendrías que idear un plan pronto, o de lo contario los muertos y los demonios los abrumarían a todos.

"¡No perdonen a nadie! ¡No les muestren piedad!" Grito Tyrande

Un potente auge se escuchó de pronto

Poderosos infernales comenzaron a caer del cielo, los señores demoniacos comenzaron abrir portales alrededor de ellos, los nigromantes potenciaron a sus esbirros no muertos y empezaron a atacarlos con el propósito de llevarlos a una posición vulnerable.

Esta batalla podía perderse fácilmente simplemente por desgaste.

La enorme necrópolis de Naxxramas se alzaba imponente encima de ellos, lanzaba sin cesar poderosas cargas necróticas las cuales poseían un rango de alcance bastante alto

"Tenemos que replegarnos Furion. Sus fuerzas nos superan en número y en fuerza" Grito Tyrande mientras cortaba el cuello de uno de los necrófagos con sus cuchillas

Pero Furion sabía que si se replegaban las probabilidades de que escaparan con vida del campo de batalla serian bajas. Los muertos los estaban flanqueando desde tres frentes, haciendo imposible una retirada organizada.

Todas las fuerzas, tanto de la plaga como de los elfos nocturnos, se detuvieron un momento cuando una exposición destruyo las fuerzas de retaguardia de la plaga. Mirar el origen del ataque dejo confundidas a las fuerzas de la plaga y los elfos

Un ejército de caballeros de la espada de ébano comandados por el alto señor Darion Mograine pararon en la entrada del claro de Tirisfal, con aun más de sus fuerzas rodeando los campos de batalla.

"¡Escoria de la Plaga y la Legión, ríndanse ahora, y entreguen a su señor Kel'Thuzad y tal vez les perdonemos la vida!"

Pero antes de que cualquiera moviera un musculo, una ola de frio se apodero del campo de batalla cuando las fuerzas de los elfos nocturnos, quedaron atrapadas en un gran domo hecho en hielo sólido. Las miradas de sorpresa quedaron grabadas en los rostros de los atrapados y de las fuerzas de los caballeros mientras una risa maniaca resonaba en el campo de batalla. Luego, una ola de escarcha y luz oscura, apareció un rostro horrible.

Un Lich, cuyo poder e intelecto se consideraban insuperables, flotaba ante ellos. Kel'Thuzad descendía del poderoso Naxxramas

"¡Estúpidos caballeros de ébano! ¿De verdad pensaron que nos olvidaríamos de tu patética rebelión Mograine? Lograron su libertad porque así yo lo quise. Sabía que, si permitía que reunieras tus fuerzas, eventualmente regresarías con un ejército poderoso y agentes de la oscuridad... y no defraudaste. Ahora mira, muchacho, mientras desgarro el libre albedrio de estos patéticos elfos y de tus amiguitos... ¡mira impotente mientras los ato a todos a mi voluntad!" Rio Kel'Thuzad divertido. Luego comenzó a acumular poder necrótico, lo que permitió que se acumulara.

Mograine escucho todo esto. Él sabía lo que venía. Sabía que no debía lucha. El anzuelo ha sido mordido...

"¡Ahora, se testigo del surgimiento de los más grandes campeones de la Plaga!" Grito, sosteniendo la energía acumulada sobre el para ser liberada.

Un nuevo comienzoWhere stories live. Discover now