Capítulo 22 (Cuando el corazón y la mente marchan unidos)

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A la mañana siguiente, diferentes portales se abrieron en el árbol para revelar la llegada de restos sobrevivientes de la orden de magos del Kirin Thor. Selene se reunió con algunos de ellos en los salones para discutir su lugar en la guerra y como podrían servir mejor a las defensas.

"La mayoría de los muros ya están construidos. Pero puede ser una pelea larga y cualquiera de ellos podría necesitar refuerzos. No creo que podamos tener demasiados guardias en el tallo que da entrada al pozo de la Eternidad. Ahí es donde estará esperando mi hija"

"Tu hija, Eve. La hibrida" Dijo uno de los hechiceros

"Si. Ella cree que puede encargarse de defender la entrada. Se que es uno de los lugares más peligrosos para estar. Pero no pude disuadirla de lo contrario." Dijo selene

"No necesita preocuparse por nosotros, mi señora. No tenemos miedo de una pelea peligrosa" dijo otro de los magos, el cual apestaba muy fuerte alcohol

"Tal vez es porque has bebido todo tu miedo, pero si vas a proteger a mi hija, prefiero que estes sobrio" dijo selene

"Le aseguro mi señora que la bebida nunca afecta mis encantamientos" dijo el hombre haciendo una reverencia bastante exagerada

Los ojos de selene se entrecerraron, pero se volvió hacia el líder de los magos llamado Reath

"Hay otro trabajo que tus magos también podrían hacer. Teletransportar con su magia cuerpos a la fosa"

"¿La fosa?" Reath pregunto

"La plaga puede resucitar a los muertos vivientes. Es mejor quemar los cuerpos tan pronto como caen o superan nuestras defensas"

"Entonces así se hará mi señora"

Los magos del Kirin Thor dieron la media vuelta y se fueron para unirse a los demás miembros de su orden

En cualquier otra guerra, selene no hubiera querido que la mayoría de ellos estuvieran cerca de ella. Pero en una guerra contra demonios y seres de pesadilla... bueno, podría marcar la diferencia entre la vida y la muerte


Casi todos los comandantes principales habían venido al monte Hyjal para la reunión final. Medivh les dio a todos las ultimas noticias sobre el avance de la legión ardiente. Su ejército había crecido desde que llegaron a Kalimdor. Recogían a los rezagados que quedaban atrás, pero habían pasado por la mayoría de las fortalezas sin molestarse en atacar. Marchando todo el día y noche sin descanso, casi había llegado al claro de Tirisfal, y los Lycans ya habían realizado su primer asalto en su flanco izquierdo. El ataque había segado a quinientos hombres muertos antes de que se vieran obligados a retirarse. Las perdidas habían sido mínimas. Fue un resultado prometedor, y la esperanza era que tuvieran muchos más ataques contra el ejército antes de que llegaron al Árbol.

Todavía no estaba claro si Archimonde atacaría los claros de Tirisfal o se mudaría a Hyjal, por lo que selene solo podía aconsejar a todos que estuvieran preparados. Se solidificaron las estrategias finales, se decidieron los detalles... y ahora todo lo que quedaba era luchar.

A medida que pasaba el tiempo. Los días se estaban volviendo más oscuros y fríos cada día, y no de una manera que se sintiera natural. Por supuesto, los días se acortaron en un sol ocasional, pero a veces parecía que el sol apenas había salido antes de volver a ponerse. Era una advertencia presente de que los demonios se acercaban.

El archidruida Furion, solía tejerle cuentos sobre la primera invasión de la Legión, durante la guerra de los ancestros hace miles de años. Los elfos peleaban sin parar contra las fuerzas oscuras de los demonios. Incluso el fuego no podía frenar el avance imparable de Archimonde. La guerra duro cien años y los demonios reclamaron a cada pobre alma que moría contra ellos como un lacayo más. Fue solo un pacto con el semidiós Cenarios y la alianza realizada con todas las demás razas lo que finalmente los salvo a todos.

Un nuevo comienzoWhere stories live. Discover now