Il Colore Della Vita

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Un silencio duradero se adueño de la escena, mientras el Doctor se quedaba sin palabras y la señorita Rutherford respiraba agitadamente, después de un momento el doctor susurro:

-No hay luz ni oscuridad, somos nosotros los que llevamos el color a la vida... -

Eve no pudo hablar, estaba demasiado confundida y exhaltada, asi que el Doctor volvió a tomar la palabra:

-Tengo pacientes que atender, y usted necesita resposo absoluto-

-Doctor Dalton ¿podria llevarme a mi habitación? - dijo Ella tragando saliva mientras sus manos sudaban apresuradamente-

-No necesita pedirmelo Señorita Rutherford, jamas la dejaria indefensa-y con eso tomo su brazo delicadamente mientras lo enganchaba con el de el, era como si la hubiese adherido a el. Eve se sentia protegida y segura con el a su lado, lo cual le extrañaba de su parte, siempre habia sido receptiva y siempre decia que no habia nada peor que una persona que te hiciera estrenar sentimientos.
Cuando se dio cuenta de que estaban por entrar a la habitacion trago saliva y se dejo guiar por el Doctor Dalton.

-Estamos de vuelta-dijo él mientras le dejaba pasar primero como todo un caballero-

Eve se habia tensado y se apoyo de la puerta para no irse de espaldas o caer al piso.

-¿Se encuentra bien? - el Doctor se acercó a ella y sonaba preocupado-

-Es solo un pequeño mareo... - susurro mientras se tocaba la frente y trataba de calmar su respiración-

El Doctor alzo la mano y acarició lentamente su frente asegurandose si no tenia fiebre o algun problema debido a su ceguera:

-Venga, tome asiento la revisaré-

Ella se dejo guiar mientras tomaba asiento el por accidente rozo la espalda de ella sintiendo su delicada piel, palida y suave.

-Bien, quiero que me diga que fue exactamente lo que sintio o lo que vio-

Ella respondió :

-Ya le dije que sólo fue un pequeño mareo, lo único que veo es oscuridad, Doctor Dalton-dijo en tono frustrado y enojado-

-Aveces los pacientes con ceguera temporal suelen comenzar a tener algo de visión. - respondio en un tono que decia "aqui yo soy el maldito doctor" -

Ella se encogio de hombros y suspiro:

-Pues lamento informarle que no he tenido ningun rastro de vision. -

El Doctor suspiro y se acerco a ella mientras fijaba su mirada en la de ella, era una mirada perdida pensó el, era una que no tenia a que mirar.

-Bien, entonces debe descansar un poco - dijo y se alejo lentamente-Cualquier cosa o petición que necesite Señorita Rutherford, no dude en llamar y vendra una enfermera a su disposición -

Abrió la puerta y dio un paso afuera de la habitacion mientras contemplaba esa, su ahora vista favorita, a la bella Señorita Rutherford descansar en la camilla cómodamente.

-Que pase una noche agradable-su voz era una dulce mezcla de sinceridad y amabilidad-

Cerro la puerta y dejo a la Señorita Rutherford con la cabeza dando vueltas. Ella se recostó mas y junto ambas cejas miemtras intentaba desifrar lo que el Doctor le habia dicho " No hay luz ni oscuridad, somos nosotros los que llevamos el color a la vida".

Deseo poder sacar eso de su cabeza y dormir un poco, pero era inevitable no pensar en ese momento, ella pudo sentirlo cerca de ella, respirando al ritmo que ella lo hacía, a pocos centímetros de distancia... No podía sacar esa escena de su mente asi que dejo que las ideas fluyeran en su interior mientras intentaba dormir, sabia que el Doctor Dalton habia tenido una experiencia dificil en el quirojano y habia un pequeño trauma en el. Ella habia quedado impresionada por la revelacion de el, es decir jamas penso que el le diria algo asi y mucho menos que se lo confiara.
Sin darse cuenta se habia quedado dormida y esta vez el sueño era diferente :

Los Ojos de la luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora