Confesar no sirve si no te lo haces a ti mismo

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Respiraciónes entrecortadas y nerviosismo lleno la habitación, Eve lo había dicho, había confesado su "atracción" al Doctor Dalton y se sentía extraña, jamás había pensado en lo que él pensaría o diría.

-No lo sabía-el tono de el Doctor Dalton era un "estas de broma"-

Ella captó la forma en el que lo decía y se enfadó aun mas. Suspiro y dijo:

-¿Tiene problemas con el Doctor Racotta?-Eve estaba realmente enojada y apenada, le había dicho que estaba enamorada de él, y había sido tan estúpida como para creer que él diría lo mismo-

El doctor no dijo mucho, a decir verdad estaba tartamudeando y su tono era como si no supiera que decir:

-Ninguno, no veo porque le llama la atención Señorita Rutherford-

Eve estaba apunto de decirle todo lo que había discutido con el Doctor Racotta esa mañana, pero estaba enojada, sentía que habían rotó su corazón y no iba a contarle nada, solo dejaría que las cosas pasaran como ella había dicho, "profesionalmente", suspiro y le dijo:

-Olvidelo-

-Seria muy amable si me dijera-dijo Él mientras se acercaba lentamente a ella-Por favor... -susurro de una forma que a ella le pareció seductora-

Ella trato de no ponerse mas nerviosa y dijo:

-¿cuando me darán de alta?

Era demasiado raro como cambiaba rápidamente de tema, siempre lo hacia cuando no estaba cómoda con la conversacion anterior o simplemente por aburrimiento,
Era un reflejo de ella.

-Será pronto, dos días como maximo-susurro el Doctor Dalton algo confuso- Ahora deje que la revise...-

Eve se apartó y dijo:

-Estoy bien, gracias-

-Señorita Rutherford sabe que es mi trabajo hacerlo, por favor no se resista-

-Creo que ya todos saben los tratos especiales que me ofrece, no quiero que piensen de mas-

El se detuvo en seco y no dijo nada, fue Eve la que tomó la palabra:

-Solo vayase, las malas lenguas están cerca-dijo enfadada y molesta-

-Señorita Rutherford-dijo el Doctor Dalton amablemente-¿que la tiene de mal humor?-

Ella aguantó el enfado y dijo de la manera mas calmada que pudo:

-Su existencia en este mundo-

El Doctor retrocedió y suspiro mientras se alejaba diciendo:

-Sara vendrá a revisarla si así lo desea-

Ella asintió enfadada y escucho una vez mas el famoso bufido de el Doctor Dalton mientras abría con cuidado la puerta:

-No sabe el trabajo que me esta costando dejar que otra persona se encargue de usted-susurro él y salio cerrando la puerta ruidosamente-

Ella echo la cabeza hacia atrás frustrada y exhalo para calmarse, se dijo a si misma "No caigas, los sentimientos pueden jugar rudo, estas...no no lo estas, te dejaste llevar por el momento".
Se estiró el cabello mientras pensaba en otras cosas, hasta se dijo a si misma que Mike aun le gustaba pero ni así pudo sacarse la idea de que el Doctor Dalton la estaba embelesando, quería olvidarlo, quería tener una relación Doctor-Paciente pero sus sentimientos no la dejaban, simplemente estaba perdiendo la cabeza.
Tomó unos segundos en tranquilizarse y respirar con normalidad, había tratado de dormir un poco, pero no logró conciliar el sueño, simplemente no podía dejar de pensar en las palabras de el Doctor Racotta o en las de el Doctor Dalton:

Los Ojos de la luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora