\/| Onceava Parte

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-¡Salta! -Dice salek preocupado

-No lo haré, se me quedo la carta, no la termine de leer.

-No importa, pensador ¡Salta!, ven vamos, están que llegan.

-¿Y la universidad?

-¿La universidad?, eso es lo que menos importa ahora.

-No lo haré, yo sé que no me buscan, anda tú.

-No te dejes descubrir, Cuando estés en peligro coge este atajo.

Saltó, por poco cae al abismo, se tuvo de una escalera, una larga y ancha escalera, creo que se lastimó el tobillo al impacto,  reaccioné, salí corriendo, creo que no me vieron, mientras corría apenas veían a los protectores observando detenidamente el abismo, estoy seguro que no se dieron cuenta, tal vez pensaron que se equivocaron, llego a mi casa, aún sigo sin entender porque Salek me saco de allí con mucha prisa, menos mal ya había terminado de cenar, pero ya era tarde, mi madre se había dormido, cuando abro la puerta, toda la casa esta oscura, trato de dar pasos suaves para que no se despierte, subo las escaleras, siempre con el vicio de rechinar mis huesos, pero no hacen suficiente ruido para alarmar a mi madre, llego a mi habitación con la ansiedad de poder terminar de leer la carta, Paso mis manos debajo de mi almohada, no hay nada, reviso debajo de la cama, no está allí, encima de la mesa de noche, allí tampoco estaba, me empiezo a preocupar, ya estaba desesperado, me imagine lo peor, quizá Salek me traicionó, quizá era una trampa, una distracción, el mundo me da vueltas, veo las cosas grandes,  a la vez pequeñas. La ventana, la ventana estaba abierta ¡Maldita sea!, Yo nunca tocó esa ventana, No creo que haya de otra, de seguro fue Salek, trato de tranquilizarme dándome una ducha, ya ni me importaba que mi madre se despertará, me visto completamente de negro, salgo sin aviso, subo la colina y salto al vacio, fue fácil saltar, pero no lo fue al ver a salek tirado al comienzo de las escaleras, ¿Que paso?, ¿a quién traicionó?, ¿Acaso traicionó a alguien?, Salto antes de bajar las últimas siete escaleras, me preocupo, Salek todavía tenía algo de luz, apenas podía hablar, ensangrentada su boca, se preocupó primero en decir palabra por palabra, muy lento

-No...Creas...lo...Incierto

-Claro que no lo haré, Salek -La rabia hacia él se disminuye al cien por ciento, quizá fue por lástima por verlo en ese estado.

-Puedo vivir, por supuesto lo haré, tú me puedes ayudar, por favor Thomas, no me dejes acá, Thomas...Dile a pensador, es hora, explícale todo.

-¿Thomas? ¿Explicarle qué? Dime...Salek; Soy Thomas, dime que hay que decirle.

-Tú me puedes ayudar, no quiero morir, malditos, Dile quien es.

-¿Quién soy?, Cierra los ojos, no hables, seguro no morirás, quiero que sepas que iré por Thomas, yo soy pensador, no te preocupes, estarás bien.

Miro a mi alrededor, es increíble, era el vacío,  como es que entrar es tan fácil, solo con subir la colina y saltar, es peligroso,  tienes que sostenerse de la escalera, un poco de desnivel y caes, ¿Salek, no fue capaz de sostenerse?, lo pongo en el rincón, Moribundo, sin ir a lastimarlo,  salgo corriendo, Thomas estaba en el mismo lugar que antes, atravesando el túnel, me daba la espalda cuando llegue, le toque el hombro y le dije desesperado

-Thomas... Ven pronto, Salek, Salek se está muriendo, por favor.

(EDITANDO...MODIFICANDO...) EL ULTIMO PENSADOR (PACIENCIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora