♪ ∣ᴏᴄʜᴏ

1.9K 238 8
                                    

                     EL PRIMER DÍA DE CLASES, YA SEA AL COMIENZO DEL CURSO O DE UN SEMESTRE, SUELE SIGNIFICAR PUNTUALIDAD, pero no es el caso de Minying. SuHo sabía que ese día se iban a encontrar, era algo inevitable —aunque no sabía si lo quería evitar—, y aún así se sorprendió cuando encontró a la rubia parada en la puerta de los profesores, a tan sólo unos minutos de que empezara la clase. El profesor le había mandado a llevar unos papeles en clase, y supuso que se encontraría a Minying también.

La cara de la rubia había sido digna de retratar, e hizo a SuHo sentirse algo mal por no haberle contado antes que eran compañeros.  A su lado había una chica morena también muy sorprendida, sin embargo, a esta no le conocía. Algo en ella se le hacía familiar, pero no lograba recordar haber visto su cara antes, y decidió no darle importancia.

—Por favor pídale al presidente de la clase que se haga cargo la próxima vez—dijo cuando soltó los papeles que le habían ordenado traer.

Su tono frío no pareció sorprender a la rubia, al principio —y aún a veces— le hablaba de la misma forma. SuHo no estaba dispuesto a cambiar la forma en que los demás le veían, y esperaba mantener su reputación aunque la rubia estuviera junto a él.

—SuHo—le llamó el profesor cuando comenzó a irse—. Estas son nuevas alumnas, transferidas a nuestra clase, ¿puedes llevarlas al salón?

—¿Ellas? ¿Yo?—dijo mirándolas. Minying le frunció el ceño.

—Sí. Ellas. Tú—dio por cerrada la discusión.

Suho las miró y salió rápidamente de la sala de profesores. La rubia maldijo por lo bajó y salió corriendo tras él, siendo seguida por una cohibida Jugyeong. Si de primeras no esperaba encontrarlo en el mismo instituto, y menos en su clase, tampoco esperaba que la tratara como una desconocida. Mientras Minying lo miraba lanzando cuchillas por los ojos, Jugyeong quedó embobada entre sus ensoñaciones. Así que cuando Suho se detuvo por un llamado, la morena no pudo evitar chocarse con él.

Jugyeong la miró apurada, notando que había dejado una mancha den maquillaje en la impoluta chaqueta del chico. Minying se abstuvo de soltar una risa y le hizo una señal de calma, mientras prestaba atención a la acción frente a ellas. Al parecer Suho tenía admiradoras.

El chico se soltó bruscamente del brazo que le retenía. Tan molestas

—¿Tenemos alguna relación de sangre? ¿Por qué soy tu Oppa?—habló fríamente.

Oppa- No, sunbae, si tiene algo de tiempo...—dijo nerviosa la chica que le había parado.

—No tengo—le cortó.

Por cosas como esas huída en busca de tranquilidad a la tienda de cómics, y aunque no quería mostrarle ese lado a su nueva amiga, tampoco quería que la gente pensara que podía molestarle.

—Será algo breve, tengo algo que decir—insistió.

—Tienes tres segundos—suspiró molesto.

Empezó a contar, y entonces la chica se declaró rápidamente, y le tendió una caja de galletas con su cara, hechas por ella misma. Notó como Minying se asomó por un lado, pero entonces él le dio un manotazo a la caja y las tiró tras ellos. La rubia no podía estar más sorprendida.

Mientras que Jugyeong salió corriendo tras él, Minying recogió las galletas y consoló a la pobre chica. No le gustaba ese lado de su amigo.

Suho observó a la rubia entrar junto a su profesor y la otra alumna nueva.

—Ella es una estudiante transferida de otra clase, Kim Minying, y ella una alumna transferida de otro instituto, Im Jugyeong—habló el profesor— ¿Podéis presentaros?

—Soy Kim Minying, espero que nos llevemos bien—se encogió de hombros con una sonrisa perezosa, cosa que casi hizo sonreír a Suho.

Ni siendo nueva en una clase —cosa que genera mucho nerviosismo y ansiedad en la mayoría de personas— su amiga rubia perdía su personalidad tranquila y somnolienta. 

—Hola, encantada de conocerlos...—por el contrario, la morena estaba muy incómoda y avergonzada, lo cual aumentó cuando se empezaron a escuchar halagos de sus nuevos compañeros.

Mientras el profesor daba un discurso sobre la belleza interior, Suho y Minying tenían una batalla de miradas. Si bien la actitud de la chica podía pasar por indiferente, no le había gustado nada ese cambio de actitud. Él sabía las consecuencias de que Minying estuviera más cerca de él, sin embargo agradecía al director por tan oportuna intervención. Quizás sus días fueran más amenos junto a ella, como aquellas tardes en la tienda de cómics, donde él se sentía libre y sin presiones, sin tener que sujetar su máscara de hielo todo el rato.

—Parece que aún no han traído la mesa que falta, aún así, una puede sentarse al lado de Suho, y la otra en la mesa restante, al fondo de la clase—señaló.

Ambas se miraron, pero fue la morena la que andó aceleradamente hasta el lugar más alejado del príncipe de hielo —como le habían apodado—, con la excusa de que no tenía buena visión. Suho casi podía ver el brillo travieso de su amiga mientras se aproximaba al pupitre a su lado, pero no le importó en lo más mínimo. 

Lo que no pudo evitar fue rodar los ojos cuando su amiga cayó rendida a la media hora de clase, teniendo él que abrirle el libro por la página y avisarle cuando el profesor le iba a preguntar. Esa actitud sorprendió a todos, pero él sólo pensaba en dejar a la rubia descansar.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Siento la espera :(

Acabo de terminal Alice in Borderland, y aunque ha sido una muy buena adaptación sigue sin gustarme el final *crying*. Aunque es sólo mi opinión personal porque me esperaba otro tipo de final, la serie en si , así como el libro, es muy bueno.

ɴᴇᴠᴇʀ ꜰᴏʀɢᴇᴛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora