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¿Existe aplicación más qlera que Wattpad en cuanto a la edición de capítulos?

Fue un tortura editar este cap, pero ya está, con poco más 8k de palabras, disfruten del último episodio de mr park.💕

















Es tarde cuando salimos del arcade.

Lo suficiente para tomar el último autobús, y lo suficiente para que el señor Park sugiera que me quede hoy en su casa. Lo comenta por primera vez; y fingiendo desinterés, porque SeokJin está escuchándonos. Jin está de acuerdo con él, de todos modos.

—Por el transporte no te preocupes —dice Jin—. Mañana, temprano, mi papá nos puede llevar a la escuela, ¿no, pá?

Entonces, la segunda vez que hace mención, es cuando SeokJin le pide al señor Park que lo espere en el auto, pues se le olvidaron unas cosas afuera. Se vuelve, ya que Jin se ha ido, quitándose la indiferente amistad cortés de encima, y me mira con el entrecejo hundido.

—Dormirás en casa. Lo menos que quiero es que algo malo te ocurra, YoonGi. ¡Solo verifica la hora! Pasarás la noche conmigo y mañana me las arreglaré para llevarlos a la universidad. ¿Estamos claros?

Él en verdad parece molesto luego de decir todas esas cosas, pero yo solo quiero reírme. Y besarlo. Se ve caliente poniéndose firme conmigo. Así que haciéndole caso a mi lobo, lo beso tanto como mi puesto en el asiento trasero me lo permite.

—Muy claros —musito mientras regreso a mi sitio y el señor Park trata de re-orientarse—. Ahí viene Jin.

Hace un gesto con la cabeza. Luchamos, ambos, por enterrar la tensión que nos obliga a permanecer cerca desde el incidente en la cabina y los balones de básquet. Nuestros lobos quieren rendirse el uno al otro, cuánto antes y más rápido mejor, sin embargo, el señor Park y yo intentamos respetar la privacidad de SeokJin, ignorándonos tanto como podemos durante el trayecto.

Supongo que tomaremos una ducha apenas entramos a la casa; con el único propósito de descargar las feromonas que nos traemos y después vamos a fingir que somos Min YoonGi y el señor Park, un omega maduro con el celo en puertas, un alfa en pleno apogeo sexual esperando por ello, y una relación a escondidas de por medio.

Creo, que vamos fingir ser eso y luego de cenar en la misma mesa separados por el extremo a extremo del comedor, de decirnos un “buena noche, que descanses” como si no nos lo dijéramos cada noche por teléfono, y de dormir en camas diferentes a pesar de nuestros más íntimos deseos, creo que podríamos alardear del mejor autocontrol que dos seres humanos han logrado sobrellevar en contra de sus propios instintos.

Pero nada más alejado de ello.




















Ni siquiera nos desvestimos.

Apenas podemos llegar a la casa, escuchar a Jin diciendo que me espera en su alcoba, y de pronto estoy siendo empujado por el señor Park al baño del primer piso. Se pone de puntillas para alcanzarme y no tardo absolutamente nada en reaccionar a él, a él, a su lobo y a sus feromonas que gritan desesperada excitación.

Comenzamos un beso húmedo, vasto de mordidas y labios rojizos, mientras cerramos la puerta con la pobre sutileza encontrada entre los resquicios de nuestra necesidad.

—Ah… —el señor Park luce necesitado. Con su precioso vestuario de Omega maduro elegante, sus manos aguerridas a mi cuello, su boca dejándose dominar por la mía y sus jadeos entrecortados por cada asalto—. Mi alfa…

mr. parkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora