epílogo.

2K 252 59
                                    

—Tal vez dentro de dos o tres. ¿Cuatro? No, menos de cuatro. Probablemente en dos.

El señor Park revisa el calendario de su teléfono y asiente con la cabeza. Le imito. —Entonces dos.

De modo que el celo del señor Park se acerca y con ello también la sorpresa de nuestra relación descubierta a SeokJin.

—Sí... —dice—, emh, yo... ¿Qué tal hoy? ¿Qué tal si le decimos hoy?

Y así es.

Convenientemente mañana es lunes y la noche luce como la ideal para pasarla pegado al lado de mi omega favorito. Aún sí eso involucra situaciones hipernerviosas con su hijo. Con mi mejor amigo. Joder.

—Ok, ok, ok —el señor Park repite en bucle la palabra y solo se detiene cuando estamos por llegar a la casa. —Oook. Todo va a salir bien. Todo va a salir bien. Todo va a salir bien.

Mi corazón se salta un latido viéndolo actuar tan intranquilo, entonces le doy un beso inesperado sobre la frente y le sostengo la mano entre la mía. —Todo va a salir bien.

Y me sonríe.

Nos olvidamos del asunto por un rato y luego solo somos nosotros preparando su especialidad de alitas picantes mientras hacemos tonterías de chiquillos que me enamoran más de él y al mismo tiempo que esperamos a Jin para cenar.

Él no se tarda. No le avisamos que estaríamos haciendo esto, mucho menos que yo estaría aquí. Y ese es el primer detalle al que le presta atención una vez que pone los pies dentro de la casa.

—¿YoonGi? ¿Qué haces aquí, a esta... hora? —le da un vistazo a su reloj de muñeca y junta las cejas—. Ya van a ser las nueve.

—Hoy es un día especial —respondo—. Ven, ponte cómodo. Te va a encantar escuchar.

SeokJin se queda estático al lado de la puerta, y con la expresión en blanco. El señor Park sale en ese momento de la cocina quitándose el delantal.

—Hice alitas.

Jin nos mira a los dos. Alternando de uno a otro como una pelota de ping pong en la cancha y luego de unos eternos veinte segundos, se mueve al comedor aún sin abandonar el suspenso. Se sienta sin reclamos ni objeciones y después carraspea colocando las manos sobre la mesa.

—¿Y cuál es la ocasión? —pregunta—. No me digas que es tu cumpleaños otra vez, YoonGi. Yo recuerdo perfectamente nuestra celebración con soju del barato y tu vómito en mi camisa al día siguiente. Estoy seguro de que eso sucedió. No puede ser tu cumpleaños. ¿Entonces...?

El señor Park y yo nos echamos un vistazo fugaz frente a él y su ceño se contrae. Servimos las alitas para los tres y nos sentamos uno al lado de otro todavía delante de sus ojos.

Jin alza una ceja. —Ok, esto se está poniendo raro. ¿Qué les pasa a ustedes dos?

Mi novio suspira y traga saliva antes de comenzar.

—Hijo... Tú sabes que yo he... estado solo por mucho tiempo. ¿Verdad?

SeokJin asiente.

—Y también sabes que soy un omega mayor, que tengo... necesidades y sentimientos. ¿Sí? —mi amigo vuelve a asentir y el señor Park inhala—. El punto es... Es que yo tenía que decírtelo.

—Puedes hacerlo. Puedes decírmelo.

—Mi celo será en unos días.

Jin se relaja notablemente. —Aaah, ¿Es eso? Ya me habías preocupado. ¿Quieres que vaya por tus supresores o...? —su voz dismuye cuando mira cómo su padre niega con lentitud—. ¿No...? ¿Papá, qué...?

—Voy a pasar mi celo con alguien esta vez —aprieta mi mano bajo la mesa, para subirlas juntas a la mirada shockeada de Jin—. Con YoonGi.

—... ¿Qué?

SeokJin permanece en silencio luego de susurrar eso. Mirándonos de nuevo como pelota de ping pong y es después de que agarre con rapidez mi teléfono de Kumamon dispuesto a mi lado izquierdo, que sé que su mente está trabajando en las ideas más equivocadas posibles. Él se da cuenta del sonriente oso negro y sus ojos se abren como lunas llenas.

—¡¿ERES EL SUGAR BABY DE MI PADRE?!

Ay no.

Y sí. La noche no transcurre conmigo pegado a mi omega favorito. En cambio, nos consume explicándole a SeokJin que no es nada como lo está creyendo y que por favor nos escuche antes de que comience a orientarnos sobre el peligro de esas relaciones, pero que, de todos modos, él no es nadie para decidir la vida sexual de su padre.

—Y por favor usen condón, no me hagan hermano tan pronto, ¡aún soy joven!

Por lo menos sabemos que todo salió bien en cuanto sus bromas toman lugar en la conversación y los utensilios se ensucian con las alitas y con la voracidad de su hambre. Y él actúa normalmente, como si nada hubiera pasado y como si observar al señor Park acariando mi dorso con su pulgar fuera la cosa menos extraña del planeta.

—Eso sí, YoonGi —me palmea la espalda, ya cuando vamos a separarnos de habitación—. No voy a llamarte “papá”, creo que ambos coincidimos en que rozaríamos los límites de lo turbio.

—Demasiado bizarro —le digo—. Solo hay que seguir llamándonos como siempre. Ahorraría muchos traumas.

Él se ríe. —Bastantes. Bueno, entonces nos vemos mañana. Buena noche.

—Hasta mañana.

Me meto a la cama y el señor Park se apresura a abrazarse a mi pecho.

—Se lo ha tomado mejor de lo que creí —dice.

—Sí. Quizá porque ya le había hablado de usted antes.

—... ¿Cómo?

Me río de su mueca confundida; tomo un mechón de su pelo recién duchado y lo engancho tras su oreja. —Le dije hace tiempo que estaba enamorado de un omega sin rostro; y que a este omega lo acompañaba otro que se negaba a admitir el sexo como una necesidad. Resulta que ambos omegas eran la misma persona. ¿Le suena a alguien?

—¡YoonGi! Olvídate de eso, recuerda que también tuviste algo de culpa —me gruñe con la mitad de su carita escondida en mi pecho—. Con todas esas feromonas de alfa líder acechándome cada día fuera de mi casa. ¿Cómo esperabas que no reaccionara? Habría sido algo ilógico.

Asiento. Le doy toda la absoluta y total razón, antes de hacerle cosquillas hasta que su risa se escucha seca y adolorida y entonces nos besamos mucho rato. Mucho. Tanto que no tenemos idea de en qué momento estamos recostados con él interpretando la cuchara pequeña.

Él se remueve, sujetando mis manos alrededor de su vientre.

—Estaba... preguntándome algo —susurra.

—¿Qué “algo”? —le contesto con voz pesada, muerta de sueño.

El señor Park se da la vuelta y me mira completamente curioso.

—¿Qué es un “sugar baby”?

Y así fue como obtuve la mejor caracterización de panda en una sola noche.





























Fin.















































[•••]

y así acaba 😭💕

muchas gracias por haber leído hasta aquí, les quiero 💕


sabiendo eso, me despido y hasta la próxima 💜







mr. parkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora