-Nos cayó la noche de nuevo, estamos perdiendo mucho tiempo- Layla miró el cielo envuelto en un profundo azul marino
-No sabemos que hay ahí abajo, si descendemos nos podemos encontrar algún altercado- Se acercaron sigilosamente al campamento el cuál estaba vacío
-Nos quedaremos aquí y tendremos que hacer guardias, empiezan ustedes mientras yo descansaré- Layla entró a la casa improvisada más alejada dejándolos solos
-Supongo que nos toca estar aquí juntos- Mencionó sentado al lado de la rubia, ambos estaban dentro de una de las casas improvisadas
-Steven déjame estar con ella- Steven dirigió su mirada al espejo que estaba frente a él pero no comenzó a discutir debido a que no quería asustar a la joven
-¿Todo bien, Stevie?- Steven no respondió ni pareció reaccionar por un momento, la rubia decidió no interrumpir los pensamientos de su acompañante
Busco en su mochila un frasco anaranjado de tapa blanca, saco un par de pastillas y las tomó junto a un sorbo de la botella de agua que llevaba
-¿Tomás pastillas?- El pelinegro preguntó en cuanto oyó el sonido de dichas cápsulas chocar con el frasco
-Pará mantenerme despierta o dormida según sea el caso- Sacó otro frasco en dónde estaban las pastillas para dormir
-Hay otras maneras... -Murmuro con pesadez el más alto -Lo sé- Susurró ella en respuesta
La noche estuvo tranquila, tocó hacer el cambio con Layla y de nueva cuenta la fémina tuvo que tomar pastillas, Steven se dio cuenta pero decidió no preguntar de nuevo para no incomodarla
-Me adelantare Nailah, ayuda a Steven mientras yo iré a revisar el perímetro- Layla mencionó que acercándose a la entrada de la tumba
-Bien, ajustare esto para que puedas descender- La rubia se agachó para poder ajustar el arnés que tenía puesto para poder bajar
-Creo que estuve esperando por esto toda mi vida- La joven alzó la mirada sin entender -Me refiero a la aventura- Una pequeña risa salió de los labios de la rubia
-Espero que nunca cambies Steven...- Antes de que pudiera seguir hablando Steven junto sus labios con los de la joven tomándola por sorpresa, pero después de unos segundos después correspondio también, al separarse ambos sonrieron apenados
-Tenemos que irnos, te veo abajo- Ella bajó y Steven se quedó aún parado con una sonrisa en su rostro, al menos hasta que su propio puño le golpeó en el rostro haciendolo caer bruscamente dentro
-¿Estás bien, Steven?- Ambas se acercaron preocupado, la de ojos claros lo ayudó a ponerse de pie, sacudir su ropa y seguir avanzando
Siguieron avanzando por el laberinto hasta llegar a una de las habitaciones donde estaba en el centro el ojo de Horus que los guiaria a la tumba de Ammit
-Tenemos que estar alerta, no sabemos que hay aquí... -Antes de que siguiera hablando la joven miró lo que parecía una piedra en el centro llena de sangre y rodeada por las tumbas de antiguos sacerdotes egipcios
-Parece que hicieron rituales- Steven tocó dicho lugar y la sangre estaba seca, el ruido de pasos acercándose nos alertaron
-Tenemos que escondernos- Steven y la rubia subieron por unas escaleras y Layla venía tras de ellos pero no logró subir así que se escondió detrás de la piedra
Un hombre o al menos lo aparentaba, traía a otro hombre a rastras, lo colocó sobre la plancha de piedra y comenzó a abrirlo a pesar de que aún vivía, la fémina se cubrió la boca para no hacer algún ruido de sorpresa ante repentino acto. Steven se dio cuenta que esa cosa estaba a punto de descubrir a Layla así que tiro algunas cosas para llamar la atención de eso
-Tenemos que correr- Ambos salieron corriendo y esa cosa comenzó a perseguirlos, Layla y ellos se terminaron separando para huir de la momia
Corrieron sin rumbo fijo hasta que creyeron estar a salvo de aquello que al parecer ni siquiera los seguía, al voltear se dieron cuenta de que habían llegado a una tumba, la tumba de un faraón
-¿Llegamos a la tumba de Ammit?- La fémina se acercó para leer los jeroglíficos de la tumba seguida por Steven
-Es la tumba de Alejandro Magno- Steven mencionó señalando los jeroglíficos que indicaban a quién pertenecía el sarcófago
-Los egipcios lo consideraban su Salvador y faraón- Dijeron al mismo tiempo para voltearse a ver y sonreír
Ambos empujaron la tapa del sarcófago la cuál realmente era pesada, cuando tuvieron a la momia justo enfrente se miraron el uno al otro descifrando que tenían que sacarla de su boca
-Sólo es sacarla y ya- Steven susurro a sí mismo mientras le pedía disculpas mentales a la momia, rebusco en la misma hasta que sacó el ushebti de Ammit
En ese momento Layla apareció, su rostro denotaba molestia y se dirigió a ellos para reclamarle a Marc sobre lo que Harrow le había dicho momentos atrás, mientras ellos discutían sobre el padre de Layla, la otra joven trató de intervenir
-Te juro que él no mató a tu padre, tenemos que irnos antes de que llegue Harrow- La joven trató de terminar con la discusión antes de que empeorará, el ruido de pasos acercándose alertó a los tres
-Tienes que esconderte Layla- Marc la iba a guiar pero ella no quería que ni siquiera la tocara por lo que se escondió molesta, la rubia se iba a esconder pero no le dio tiempo ya que Arthur llegó junto a su séquito
-Nailah, Marc, tienen que darme el ushebti de Ammit- Los mencionados retrocedieron, Nailah se puso frente a Marc él cuál la trató de detener
-No pienso entregarte nada- Arthur suspiró cansado de tener que hablar para no conseguir el ushebti
-No tengo tiempo para hablar Nailah- Harrow le pidió un arma a uno de sus seguidores para apuntarles a ambos
-Claro, tu nunca tuviste tiempo para mí, nunca fuiste a mis cumpleaños o reuniones en la escuela- Arthur le quito el seguro al arma -Nunca debí llamarte padre... -Dos disparos se oyeron dejando todo en un completo silencio
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𝐓𝐡𝐞 𝐌𝐚𝐧 𝐀𝐟𝐭𝐞𝐫 𝐌𝐢𝐝𝐧𝐢𝐠𝐡𝐭
Fanfiction𝚂𝚝𝚎𝚟𝚎𝚗 𝙶𝚛𝚊𝚗𝚝 𝚞𝚗 𝚝𝚛𝚊𝚋𝚊𝚓𝚊𝚍𝚘𝚛 𝚍𝚎 𝚞𝚗 𝚖𝚞𝚜𝚎𝚘 𝚎𝚗 𝙻𝚘𝚗𝚍𝚛𝚎𝚜 𝚕𝚕𝚎𝚐𝚊𝚛á 𝚊 𝚟𝚒𝚟𝚒𝚛 𝚕𝚊 𝚖𝚊𝚢𝚘𝚛 𝚊𝚟𝚎𝚗𝚝𝚞𝚛𝚊 𝚢 𝚌𝚒𝚎𝚛𝚝𝚊𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚙𝚎𝚜𝚊𝚍𝚒𝚕𝚕𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚓𝚊𝚖á𝚜 𝚙𝚎𝚗𝚜ó, 𝚒𝚗𝚌𝚕𝚞𝚢𝚎𝚗𝚍𝚘 𝚎�...