La fecha crucial se acerca junto con la casi imposible misión de encontrar y destruir los restantes Horrocruxes.
Dejando atrás a toda su família en busca de protegerlos, Lyra solo deja una carta informandoles un poco la situación y esperando que nin...
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-AHI HAY ALGUIEN. ALGUIEN NOS ESTA OBSERVANDO. Lo noto. Allí, detrás de esos arbustos -le dijo Hermione.
Se quedaron quietos escrutando los densos y negros límites del cementerio.
-Si yo no veo nada no creo que Harry vea algo con esa miopía maldita que tiene...
-He visto moverse algo, juraría que he...
-Tenemos aspecto de muggles -le recordó Harry.
-¡Sí, de unos muggles que acaban de dejar flores en la tumba de tus padres! ¡Y Lyra ha hecho lo mismo! ¡Estoy segura de que hay alguien!
Pero entonces se escucho un susurro y se percibió un pequeño remolino de nieve que se desplazaba en el arbusto que Hermione había señalado.
-Será un gato -comentó Harry- o un pájaro. Si fuera un mortífago ya estaríamos muertos. Pero salgamos de aquí y volvamos a ponernos la capa.
Lyra se movió incómoda mientras jugaba con sus dedos, estaba nerviosa por les iba a decir.
-Miren -les dijo- Quiero ir a ver la casa de mis padres, luego voy a buscarlos a la casa de Bathilda y ustedes me cuentan que les dijo. ¿Bien?
Hermione iba a replicar pero Harry la detuvo. Él la entendía a la perfección.
-Esta bien, pero trata de no tardar mucho -le dijo sonriendo de costado.
Lyra le regalo una sonrisa antes de darse vuelta para irse hasta la casa que Sirius le había mostrado.
La rubia notó que la casa estaba tal como la última vez que la había visto, aunque quizás tenía el césped más largo que hace dos años. Revisó los bolsillos de su abrigo pero solamente encontro la carta de Sirius y la foto que siempre llevaba.
Cuando la desesperación estaba a punto de ganarle, Lyra recordó que Sirius le había dicho que la casa tenía un encantamiento y solo las personas de su família podrían entrar. Asi que ni siquiera tuvo que forzar la puerta para entrar.
Una vez que estuvo dentro, Lyra decidió volver a ser ella, aunque parecía algo estúpido sentía que de alguna forma le estaba faltando el respeto a sus padres.
Lyra miro las escaleras con la ilusión de encontrarse con su padre como la última vez que habían estado en la casa. Instintivamente se llevo una mano al tatuaje que se había hecho con Sirius.
Sonriendo, Lyra comenzó a subir las escaleras y recorrió el piso de arriba, la ultima vez solo había tenido la aportunidad de ver solo su habitación.
Luego de recorrer un poco, la única habitación que le faltaba era la de sus padres. Lyra no estaba segura que esperar cuando se adentró a la habitación, pero se sorprendió cuando noto que el armario estaba completamente roto y la ropa estaba tirada por todas partes, al contrario de toda la casa que estaba en perfecto estado.
Quizás Sirius no había querido entrar al cuarto aquella vez porque era muy probable que Venus hubiese muerto ahí.
Recordando unas de las visitas de esas extrañas que le hacía a sus padres cuando estaba durmiendo, Lyra comenzo a buscar la varita que Venus le dijo que había hecho especialmente para ella.
Cuando la encontro Lyra saco la varita que le había comprado a Ollivander cuando tenía once y las comparó, no parecían tan diferentes, pero la rubia podía recordar a su madre diciendo que era peligrosa y lanzaba maldiciones por su cuenta.
Dejando su varita en la cama de su padres decidió usar la que Venus le había hecho. Con un movimiento de varita acomodo la ropa que estaba tirada y trato de arreglar el armario pero no funcionó.
-Pedazo de mierda -se quejo Lyra cuando intento de nuevo arreglar el armario- Mamá donde sea que estes esta varita no esta funcionando como lo pensabas.
Quejandose salio de la habitación y bajo las escaleras mirando el reloj de mano que tenía.
-Hermione va a matarme -se volvio a quejar mientras salia de la casa- Y Harry va a revivir con un beso de amor -se burlo de ella misma.
Lyra freno en seco cuando se dio cuenta que en realidad tenía la varita que su madre le había hecho pero había olvidado la suya en la cama de sus padres. Bufando se quedo quieta un momento pensando en que hacer.
Era probable que si Hermione y Harry habían encontrado a Bathilda todavía estuvieran con ella, pero Lyra no tenía idea en donde vivía la mujer asi que si volvia por su varita iba a tardar más tiempo aún.
Pero Lyra no era ella si no hacía algo estúpido, asi que decidió volver sobre sus pasos para regresar a buscar su varita.
Lástima que las cosas no salieron con ella esperaba cuando se encontro con su querida tía esperandola frente a su casa.
La rubia trato de disimular y pensar en lo que Hermione haría en un momento asi, pero luego recordo que no había adoptado la forma de otra persona cuando salio de la casa, asi que era obvio que Bellatrix se había dado cuenta que era ella.
La menor de las Black se apresuró en sacar la varita para maldecirla pero Bellatrix fue más rápida y se la quitó. Lyra intento correr pero obviamente no funcionó cuando Bellatix le lanzo un hechizo que la hizo de caer de cara al suelo.
Bellatix se rió mientras se agachaba para correrle el pelo de la cara con su varita.
-Mi señor va a estar contento de verte -le sonrio- Contigo vamos a conseguir matar a Potter...
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CUANDO HARRY ABRIÓ LOS OJOS SE ENCONTRO CON HERMIONE MIRÁNDOLO DE CERCA.
Se hallaba en la tienda de campaña, tumbado en la cama inferior de una litera, tapado con un montón de mantas. Comprendió que estaba a punto de amanecer por la quietud y la luz fría.
-Conseguimos huir -dijo y luego se percató de que Lyra no estaba frente a él- ¿Y Nix?
Cuando Hermione comenzo a llorar Harry esperó lo peor.
-¡No lo se, Harry! Trate de buscarla, lo juro. Quería volver y... pero no me pareció una buena idea, ¡No supe que hacer!
Harry se levantó de la cama haciendo a un lado a Hermione. El corazón le dio un vuelco y miro en toda la tienda esperando escontrar a la rubia y que ella le dijera que todo era una broma.
-Tenemos que volver y encontrarla -dijo Harry nervioso- Quizás aún este en la casa de sus padres, tenemos que...
-Es peligroso, Harry -dijo Hermione sollozando- Si él sabe que estamos ahí...
-¡No me importa, Hermione, estamos hablando de Lyra! -chilló.
Pero aunque Harry gritara y pateara las cosas ambos sabían que no podían volver, y la única esperanza que tenían era pensar que Lyra había escapado.