DOS

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El rumor acerca de Park ChanYeol, no había venido solo porque si, en algún punto de su vida adolescente, era evidente el poder de la mafia sobre el país, había disturbios todo el tiempo, había gente lidiando con deudas con la mafia por pedirles dinero, no era nuevo para nadie entonces escuchar por las calles que esas personas se habían encargado de sus deudores y nadie sabía más de ellos, parecía algo alejado de su vida, pero entonces, el dinero comenzó a hacer falta en su propia casa.

Era hijo único de un matrimonio de clase media, pero su padre se había quedado sin empleo y habían comenzado tiempos difíciles para su pequeña familia.

Su madre había tenido que comenzar a hacer limpieza en casas de algunos vecinos, tuvieron que vender ciertas cosas, todo aquello mientras su padre conseguía empleo, pero no había suerte y por más esfuerzo que hacían, las cosas simplemente no resultaban sin embargo, aún tenían que seguir comiendo.

De alguna u otra manera, su padre se las había arreglado para llevar siempre comida a su mesa, nada ostentoso en realidad y aunque había escuchado a sus padres discutir todo el tiempo, nunca se detuvo a preguntarse de donde era que el dinero salía para pagar su escuela o su comida, solo escuchaba siempre la misma frase "El señor Park me está ayudando con esto, vamos a salir adelante" entonces un día, su padre desapareció y su madre y él siguieron con sus vidas como pudieron, podía ser que había muerto o simplemente se había ido, no lo sabían y por más que buscaron, nadie sabía a donde había ido.

BaekHyun abrió sus ojos de golpe, de nuevo había tenido esas memorias, sus padres estaban discutiendo en la cocina mientras él comía en la sala de estar, pero sus pensamientos no se quedaron tanto tiempo atascados ahí, porque despertó en una habitación que no reconoció. Había una gran cama redonda con sábanas color vino y un montón de almohadas, el piso era del más fino mármol, había una chimenea justo enfrente, la cual estaba apagada, pero no importaba, el lugar era cálido, podía ver el paisaje nocturno por fuera de los grandes ventanales que reemplazaban a las ventanas.

Estaba preparado para eso, recordaba haber sido arrojado a una camioneta así que era evidente que aquello era un secuestro, uno bastante peculiar, su ropa seguía siendo la misma, así que busco en sus bolsillos, era obvio que le habían quitado todo, aun así, tenía que irse.

BaekHyun se puso de pie, sus zapatos habían desaparecido también, vaya zoquetes.

Abrió la puerta de madera de la habitación, un gran pasillo se mostró frente a él, no había nadie, así que corrió, haciendo que sus pies descalzos chocaran contra el frío mármol. Escucho un par de voces en el piso de abajo, antes de bajar las escaleras, decidió hacerlo mucho más lento, pues las voces se escuchaban más cercanas con cada escalón que bajaba.

-La venta con Taiwán cerro exitosamente, señor- BaekHyun se acercó aún más, la puerta principal estaba cerrada y un hombre de traje la cuidaba, ¿cómo demonios saldría por ahí? Tenía que buscar un sitio más.

-¿Qué hay de Tailandia?- esa voz, esa maldita voz. Dejo de lado su huida antes de asomar sus ojos a la habitación de dónde venían las voces, ¡Lo sabía! ChanYeol estaba sentado en una mesa rodeado de hombres obesos, sin cabello, fumando y llenando toda la habitación de una espesa nube de humo.

-Estamos en eso-

-Bien- ChanYeol estaba sentado con las piernas abiertas, con los primeros botones de su camisa abiertos, con las mangas arremangadas y un vaso de licor en la mano. No era para nada la imagen de hombre respetable que siempre dejaba ver de sí mismo, era completamente diferente, estaba seguro de que así luciría un jefe de la mafia -¿Qué hay de la costa este?-

-Aún hay venta ahí- ChanYeol bebió de su licor, con una mala cara mirando a todo el mundo ahí, pero entonces de la nada sonrió y eso aunque le había causado cierta impresión, no se movió ni un centímetro, entonces cuando ChanYeol giró hacía su dirección, supo que era tiempo para correr. –Has despertado-

ClandestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora