Clandestino

CINCO

Byun Baek Jin, un simple hombre entrado en sus cuarenta, de clase media tu apariencia promedio, ChanYeol no podía decir mucho, apenas lo había conocido bien cuánto todo sucedió. Había llegado como otros hombres a su mansión, desesperado por poder alimentar a su familia en una sociedad sin dinero ni trabajo, nada en especial, no era el que hubiera causado más lastima, pero tampoco había llegado derrotado, simplemente quería una oportunidad para su hijo.

Lo menciono todo el tiempo, un chico que solo estaba en su primer año del instituto, alguien que tendría que entrar a la universidad y a ese paso no podría hacerlo. Había sido despedido recientemente de un trabajo al que le había dedicado casi toda su vida, pero no por ser despedido significaba que su familia no tenía que comer.

Su padre mostró gran empatía, también tenía hijos y al final de todo, su hija pequeña tenía la misma edad que el hijo de aquel hombre. Y así terminó recibiendo ayuda suya.

ChanYeol miraba esa fotografía de su padre y el señor Byun, casi podía escuchar sus últimas palabras, el último deseo de su padre y el de aquel hombre, al principio no había entendido a ninguno de los dos, pero al final parecía que ambos querían lo mismo, eran extrañamente similares.

-ChanYeol- BaekHyun había asomado su cabeza en la puerta de su estudio y él escondió rápidamente esa fotografía en el cajón de su escritorio -Te iba a preguntar qué si podía comerme... ¿Qué escondes?-

-Nada-

BaekHyun entro al estudio con los brazos cruzados, ChanYeol olvidaba que ese chico se caracterizaba por tener un horrible sentido de búsqueda, nunca podía quedarse quieto con algo que le hubiera parecido sospechoso.

-Veo que usas tu vieja ropa- le dijo a Baek evitando que siguiera avanzando hacia su dirección. -Vieja y barata-

-¿Has visto cuánto gana un investigador? Tenía suerte de que mi dinero alcanzará para fin de mes, además mi ropa es genial-

-Claro que no, te hace ver cuadrado y más bajo de lo que de por sí ya eres-

-Déjame decirte que tú tampoco luces como una estrella de cine. Eres una bestia, seguramente con esas palabras seduces a muchos de tus feos y mimados amantes-

-Mis tácticas de seducción son excelentes. Vamos a salir- ChanYeol se levantó de su silla de piel, saliendo de la oficina y siendo seguido por BaekHyun, podía escuchar como casi trotaba para seguirle el paso.

-¿Enserio? ¿Puedo ir contigo?-

-Sí, anda-

Una vez que el auto estuvo listo, BaekHyun subió, era un auto bastante ostentoso, realmente digno de un delincuente, pensó. ChanYeol estaba por subir a su lado cuando JiWang estaba entrando por la puerta principal de la casa.

-¡ChanYeol!-

-¿Qué haces aquí?- JiWang corrió a abrazarlo, pero ChanYeol solo mantuvo su manos a los costados. -Te dije que no quería verte hoy-

-¡Lo sé! Pero creí que sería una linda sorpresa para ti, ¿No estás feliz de verme?-

-Voy a salir- JiWang miró el interior del coche y su sonrisa se desvaneció.

-¿Y por qué vas con él?-

-Vamos a hacer unas compras-

-Yo voy contigo-

-No JiWang, lárgate, si tengo ganas de sentir dolor de cabezas te llamaré- ChanYeol lo hizo aún lado para subir al auto -Avance- cuando el auto comenzó a moverse, Baek solo miró a sus espaldas, JiWang se había quedado parado a la mitad del jardín, incluso cuando la puerta se cerró detrás suyo, lo escucho maldecir.