Clandestino

NUEVE

LuHan estaba curando el moretón que le había salido bajo el ojo por el golpe que se había dado cuando BaekHyun lo dejo inconsciente, se había golpeado contra la cama. Afortunadamente o no, había sido herido aunque fuera muy poco, de otra manera nadie le hubiera creído que BaekHyun se había ido por su propio pie y no con su ayuda.

Todo mientras se veía en el espejo de su pequeño departamento, al menos estaba en eso cuando alguien tocó la puerta. LuHan era un soltero que había perdido a sus padres hacía mucho tiempo, por lo que vivía solo y no tenía quien lo visitará, así que alguien tocando su puerta era nuevo.

Su gato y él se miraron el uno al otro mientras los toques se repetían después de cada cierto tiempo sin que él diera respuesta.

-¿Si?- pregunto en voz alta esperando recibir una respuesta del visitante.

-¿LuHan?- la manera en la que pronunció su nombre fue errónea, así que no debía ser alguien de su círculo social -¿Oficial LuHan?-

-Eh... ¿Quién es?-

-Abre la puerta- LuHan tomo a su gato en brazos, al igual que sus cosas de valor, al menos lo que podía meter en los bolsillos de su bata de baño, eso de ser policía le había hecho ser un quisquilloso, en especial por lo sucedido con Baek.

-No abriré si no me dicen quién es- LuHan encontró su arma junto al uniforme y aún con su gato en brazos, apunto hacia la puerta.

-No me estás dejando otra opción-

-Ni a mí- la cerradura de su puerta fue destruida en una sola patada, LuHan salto en su lugar, tropezando y cayendo de espaldas, su gato le rasguño la pierna por haberlo hecho caer junto con él y cuando trato de disparar, su arma no tenía balas. -Que lamentable- un hombre alto lo miraba con un gesto sereno.

Llevaba el cabello negro y su aura simplemente era aterradora, pero con tan solo mirar su rostro unos segundos, lo noto, esa cara que tantas veces había visto en expedientes de la policía lo golpeó rápidamente.

Oh SeHun, había sido arrestado un par de veces durante su adolescencia por venta de sustancias ilegales, huérfano de nacimiento, después de su último arresto hacía muchos años, solo había sido cuestión de tiempo para que se tuviera sospechas de que trabajaba para el señor Park y su mafia.

-Qué bueno que llevas ropa interior- SeHun desvió su mirada que las piernas abiertas de LuHan, quién rápidamente trato de recuperar su compostura.

-¿Qué haces aquí?- LuHan siguió apuntando con su arma, caminando alrededor, aunque SeHun lo miraba con las manos en los bolsillos. ¿Por qué venir a irrumpir a la casa de un oficial de policía? He dejado que BaekHyun se saliera con la suya, ¿Te ha mandado tu jefe? ¿Park ChanYeol?-

-Tienes mucho valor para hablar así cuando tú arma está sin balas- LuHan tartamudeo.

-S-Si pero puedo golpearte con el mango y va a dolerte mucho-

-No estoy para juegos, LuHan, BaekHyun está en peligro- SeHun caminaba alrededor mirando el minúsculo departamento, si no hubiera irrumpido de esa manera, sospecharía que ahí vive una anciana y no un joven hombre soltero, estaba demasiado limpio y olía a galletas por todos lados. Había demasiadas fotos de LuHan con su gato en la pared, una incluso en una cafetería especial para esas mascotas y sus humanos. -Ni pienses mal de BaekHyun, pero posiblemente te necesitemos-

-¿Y a mí qué? Él se ha ido por su cuenta, ha ido a ayudarte a ti y a Park ChanYeol, ¿Qué más quieren de mí? Me han dado tremendo sermón acerca de que si se descubre que soy cómplice, podría pasar una buena parte de mi vida en prisión, ¿Yo que culpa tenía de que BaekHyun estuviera así de loco?-