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-Y quedamos en vernos mañana. ¡¿Puedes creerlo?! No sabes lo feliz que estoy de tener la oportunidad de conocerlo mejor y salir con el, es como un sueño hecho realidad -le explicaba un emocionado e ilusionado Sunghoon a su mejor amigo Heeseung, que escuchaba toda la historia de que sucedió una vez que Sunghoon había tomado el atrevimiento de ir a hablar con el adorable rubio.

Y es que luego de una pequeña conversación entre Sunoo y Sunghoon para conocerse mejor, dejando en claro sus gusto, pasiones y metas, el más pequeño recibió una llamada inesperada y anunció que tenía que irse.

Pero le aseguró a Sunghoon, o más bien le hizo una promesa con el "pinki promise", de que al día siguiente se volverían a ver y Sunghoon no pudo evitar sonreír en grande por la emoción de seguir manteniendo contacto con el tierno rubio.

En la misma cafetería, a la misma hora y en la misma mesa donde se conocieron.

Tanto fue la emoción y felicidad del pelinegro que había  olvidado el objetivo principal por el cual se había atrevido a tener los huevos suficientes para acercarse al tierno rubio.

-Y tú, como todo idiota despistado, olvidastes pedirle su número - Heeseung negó con la cabeza en decepción y Sunghoon se rascó la nuca riendo con timidez-. Que perfecto es todo lo que haces, Sunghoon. Pero mírale el lado bueno, mañana volverás a ver a tu tierno y adorable rubio.

-¡Ya! Contigo no se puede hablar, aish -Heeseung lo ignoró y siguió haciendo esa expresión en su rostro que molestaba al pelinegro.

Y Sunghoon no pudo evitar sonrojarse y golpear el pecho del castaño al ver su sonrisa pervertida y la manera en la que subía y bajaba sus cejas, burlándose y provocando al pelinegro que se limitó a chasquear la lengua y rodar los ojos.

-Como sea, gracias por joderme la vida como siempre haces mi querido Heeseung -le sonrió con falsa felicidad al Coreano que para molestarlo sonrió burlonamente y le tiró un beso volador.

-No agradezcas bro, para eso estamos los mejores amigos -le guiñó el ojo de manera juguetona.

Sunghoon no pudo evitar rodar los ojos y pegarle con un poco de fuerza en el hombro. Aunque el Coreano le hiciera la vida cuadritos, el lo quería muy pero muy en el fondo de su corazón.

-Y dime... ¿Es atractivo? Debe ser muy guapo, atento y con un gran corazón como para haberse ganado la felicidad y atención del tierno Sunoo~ -comentó Jungwon, sonriendo con ternura al escuchar toda la historia que le contó el rubiesito de cómo conoció al mejor chico de todo el mundo, no podía evitar emocionarse por su mejor amigo.

-S-Sí, es demasiado de atractivo -confesó con timidez Sunoo, sonrojandose hasta las orejas cuando escucho el grito emocionado que soltó Jungwon ante sus palabras-. ¡Y no es justo! Hasta su nombre es atractivo.

Sunoo instantáneamente hizo un puchero en sus rosaditos labios, cruzándose de brazos y sintiendo sus mejillas calientes al recordar todas las bonitas palabras que le había dicho el pelinegro mientras hablaban.

-Y es que... Jungwon, por dios, además de ser tan atractivo también es tan atento, tiene la sonrisa más linda que haya visto y me trataba como si fuera un príncipe -jugó tímidamente con sus deditos, sonriendo con emoción al recordar cada detalle de lo sucedido y cada palabra dicha por la gruesa y ronca voz del pelinegro.

Sunghoon lo había hecho sentirse tan especial que le había encantando demasiado la sensación y ya deseaba que fuera el siguiente día para ir a verlo.

𝗰𝘂𝘁𝗲 𝗯𝗼𝘆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora