Si había un dato que todos conocían de Park Sung-hoon es que él es un chico muy detallista.
Siempre que le gustaba o interesaba una persona, le gustaba darle lindos detalles como: flores, osos de peluche, chocolates o simplemente llevar a la persona a comer lo que quisiera y en donde quisiera. Después de todo, no a todas las personas les gustaba los detalles demasiado románticos.
Pero en esos momentos que estaba bajándose de su auto caro del año, que no hacía falta decir que Sunghoon era un chico de mucha plata porque se notaba en su forma de vestir o los objetos que tenía, sostenía un ramo de rosas rojas para dárselas a Sunoo en el encuentro que tendrían en la cafetería.
Sunoo, el chico que Sunghoon insiste en que es el más adorable que alguna vez haya visto en toda su vida, fue el causante de que ese día decidiera ir más presentable, oloroso y más arreglado que nunca.
Decir que estaba nervioso se quedaba corto, su mirada expresaba seguridad y confianza, pero en su interior se sentía nervioso y asustado de estropear el progreso que ha hecho con el tierno rubio, del cual ya estaba emocionado y ansioso de ver.
Así que sin más espera, entro por las anchas puertas de la cafetería y busco disimuladamente con la mirada aquella cabellera rubio y baja estatura que conocía perfectamente.
Y entonces lo encontró, en la misma mesa donde ellos se hablaron el día anterior, y sonrió con tranquilidad y alivio antes de acercarse a pasos firmes mientras ocultaba el ramo de rosas en su espalda.
Sunoo notó su presencial, y como no hacerlo, si Sunghoon es un hombre alto, guapísimo, y siempre firme, directo y sincero con sus palabras o su manera de actuar.
-Un ramo de rosas rojas para el chico más hermoso del mundo -habló el rubio cuando llegó a la mesa, sonriendo en grande y entregándole cuidadosamente el ramo de rosas a Sunoo.
El pelinegro no pudo evitar sonrojarse ante las palabras del rubio. Miró con una sonrisa el ramo de rosas rojas, el detalle había sido muy hermoso, y las acercó hasta su rostro para aspirar el dulce olor de las rosas.
-¡Muchas gracias, Sunghoon hyung! -agradeció con una sonrisa.
Dejó delicadamente el ramo de rosas sobre su regazo y miró atentamente al rubio que ahora se había sentado delante de él y lo miraba con una gran sonrisa, parecía satisfecho con lo que había hecho para Sunoo.
-No es nada Sunoo, no pude evitar hacerlo, eres un chico precioso y mereces que te hagan hermoso detalles, te recuerden día a día lo precioso que eres y que te hagan sentir especial -Sunghoon se expresó, manteniendo sus ojos siempre en los de su acompañante, dándole entender que sus palabras eran sinceras.
Sunoo bajó la mirada, no pudo evitar sentir un tornado de emociones al escuchar esas palabras, y es que nunca antes un chico lo había tratado de esa manera.
Sunghoon era el primero chico en hacerlo sentir tantas emociones bonitas que aceleraba su corazoncito y lo hacía desear estar siempre a su lado.
-Eres hermoso, Kim Sunoo, no solo eres hermoso si no que tienes un corazón tan puro, eres un chico muy alegre, con mucha energía, le ves lo positivo a lo que muchos le vemos lo negativo, siempre te preocupas por las personas que te importan y quieres cuidar de todos sin importar nada.
Sunghoon describía todo los detalles de la persona de Sunoo, el día que se conocieron y comenzaron a hablarse, el rubio pudo darse cuenta de muchas cosas de Sunoo.
-Eres un angelito, Sunoo.
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𝗰𝘂𝘁𝗲 𝗯𝗼𝘆
Fanfiction꒰ 𝘀𝘂𝗻𝗴𝘀𝘂𝗻 ꒱ Donde Park Sung-hoon tiene una debilidad y fascinación por los chicos tiernos, un lado que no puede evitar dejar en descubierto, porque en un día común y corriente de su vida conoció al chico más adorable que sus ojos hayan podido...