Prólogo.

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Que día tan nublado, como casi siempre.

Bueno, aún así debo ir al instituto, no voy a faltar en mi segundo día de clases, así que dejé de mirar la ventana y fui a cepillarme los dientes y ducharme, rebusque en mi armario y saqué la ropa que me iba a poner; una falda azul rey y una camiseta blanca mangas cortas.

Hace poco que me mudé aquí y sinceramente es lindo el lugar. No soy fan de usar falda, pero de momento mi ropa está en cajas y todavía no la saco, además, mis muslos son gruesos, lo que hace ver la falda más corta y los muslos más gruesos, y nunca faltan los comentarios de personas desconocidas en la calle morboseando el cuerpo de las chicas.

Pero en fin, el estudio ante todo.

Después de ponerme las zapatillas bajé a desayunar, allí me esperaba mi madre con un plato de waffles con miel en la mesa.

Desayuna y corre, se te hace tarde, Lilith.

-Sí, gracias.

Me senté a desayunar y mi madre salió de la casa deseándome un buen día, yo por mi parte empecé a comer y miré la hora, eran apenas la 6:45am y mis clases comienzan alas 7:20am, así que me tomé mi tiempo.

(...)


Las clases han avanzado rápido, es segunda hora.

No voy a decir que estoy nerviosa, ni mucho menos asustada, solo me siento rara, es mi segundo día de clases, mas no pude venir ayer ¿Por qué? no se me dio la regalada gana. Odio el instituto.

En este momento estoy en Biología, aburrido. Mi puesto es a un lado de la ventana y miro en dirección de la misma, afuera se ve tan... neutro; no hay sol, no hay muchas nubes, no hay mucho que ver.

No conozco a nadie del salón y eso esta bien, soy algo antisocial, más hace un pequeño rato me estoy percatando de quien está frente a mí; es un chico, del pelo corto color negro azabache con una chaqueta azul que, hasta donde puedo ver, está ocupado con su libreta, lo sé por el insistente sonido del grafito siendo plasmado en papel. Creo yo, está dibujando, por la soltura con la mueve su mano.

Ah, no caí en cuenta que ya terminó la clase.

Me estiro en mi asiento, tenemos un receso de 15 minutos para descansar o desayunar, de cualquier forma estamos libres de hacer nuestro parecer. Pensé en salir pero ya me dio como flojera levantarme del asiento, además que el chico que llevaba rato mirando, supongo yo, notó mi mirada encima suyo, pues giró su cabeza en mi dirección.

¿Necesitas algo? Se siente raro que lleves media clase mirándome la nuca.

Ah... ¿llevo media clase mirándolo?

-Ops, no me di cuenta, disculpame —Desvié la mirada apenada- Pues, no es nada, solo me pareciste interesante. —Miré sus ojos y wow, son de un color azul tan profundo y apagado..— Por cierto ¿Cuál es tu nombre?

Mi nombre es Helen Otis, un gusto..

-Lilith, me llamo Lilith. Lindo nombre, Helen.

Ví que por un instante, sus mejillas tomaron un ligero tono rosa que inmediatamente se borró, y además, no había notado las grandes ojeras presentes en su linda cara de porcelana.. Espera ¿le dije lindo?

Sí.. Gracias, Lilith -Desvió su mirada hacia la ventana, ¿avergonzado? bueno, me miró nuevamente y no fue hasta un rato que habló.

¿Eres nueva? No te he visto antes por aquí.

Feelings  || Bloody Painter ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora